VIRGEN |c.r|

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Objetivo: Chandler Riggs.

Edad: 16 años.

Estado: Soltero

Virginidad: Intacta.

Encargada de arrebatársela: Nefery Thomson.

Mi nombre es Nefery Thomson, tengo 16 años y estudio en el Instituto Cherryl.

No es por ser creída pero me considero una chica muy popular. Resaltó por ser parte del grupo de las chicas más bellas del instituto, junto a mis 4 mejores amigas desde la infancia. Aunque este no era el típico grupito de creídas de película estadounidense.

Ginna Trump de 16 años, ella es la líder del equipo de porristas. Ama bailar y también ama las fiestas. Hace eventos para recaudar dinero para hacer una biblioteca pública en la escuela. Sale con el líder del grupo de fútbol, típica pareja popular de película de colegiales.

Anna Soud de 16 años, ella es la sub líder del equipo de porristas. Aparenta ser una plástica pero es todo lo contrario. Tiene un gran corazón, siempre ayuda a cualquier persona cuando necesita una mano. Esta soltera.

Lindsay Green de 16 años, defensora de animales. Se encarga de hacer las marchas para que el reciclaje se haga más frecuente en la escuela. Esta soltera.

Lauren Room de 16 años, líder del equipo de baloncesto femenino. Es ruda y si se meten con alguna de nosotras es capaz de arrancar los ojos. Es algo fría pero cuando la conoces puedes encontrar a una persona muy cálida y confiable. Esta soltera.

Y después yo, Nefery Thomson. Delegada de nuestro salón, ayudante de enfermería. Solía ser parte del equipo de porristas pero cambie de rumbo. Obviamente, soltera.

Nosotras tenemos un pacto desde que tenemos 13 años y es que la que perdiese la apuesta se debe acostar con el virgen del salón. Se nos ocurrió en una pillamada cuando habíamos bebido por primera vez cervezas y nuestras mentes se habían nublado lo suficiente como para cometer una locura, decidimos que el pacto comenzaría el año siguiente en el nuevo Instituto donde todas nos íbamos a cambiar.

Lindsay fue la primera en perder el año pasado, cuando el pacto había comenzado. Tenía 14 años y perdió la virginidad con Mingus Reedus, el cual ahora es un bombón del equipo de baloncesto masculino.
Ginna fue la segunda. Tenía 15 años y se acostó por segunda vez con Nathan Keney, no está de más decir que Ginna se acostaba con quien se le dé la gana. Y cuando empezamos con las apuestas le dio igual, ya que ella no era virgen.

Estaba aterrada. Yo, Anna y Lauren éramos las únicas que eran vírgenes. Aunque no nos importaba mucho eso de la virginidad y esa estupidez. Para nuestras madres, eso es nuestra esencia y debemos entregarla en el matrimonio pero nosotras no nos tragamos ese verso.

Y este año me tocaba a mí, enamorar al virgen del salón y tomar su virginidad. Aunque él no se iría con las manos vacías pero si con el corazón roto y ese era nuestro objetivo, destrozar su corazón.

¿Cómo unas chicas tan buenas pueden hacer por diversión algo tan malo como arrebatarle lo más preciado a alguien?

Pues porque nosotras odiamos a los chicos.

Todas tenemos un motivo para odiarlos y nosotras les daremos un motivo a ellos para que nos odien.

La regla del pacto es que nosotras tenemos que salir ilesas y solo ellos deben quedar enamorados y con su virginidad en nuestras manos, porque hay que aclararles algo y es que; las mujeres también sabemos jugar a su maldito juego.