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Lenna no podía creer lo que sus ojos veían. Era él, el chico del que había estado enamorada por tanto tiempo, y estaba de vuelta. Se sintió confundida, extrañada, pero contenta por dentro. Sus mejillas estaban sonrojadas.
Para rematarlo, Chris no le quitaba la vista de encima a Lenna. Si eso sería una guerra de miradas, él hubiera ganado fácilmente.

El chico caminó hasta encontrarse con su asiento que era ocupado por Millie, con quien también tuvo una batalla de miradas, siendo ella la ganadora. Chris se sentó detrás de Lenna, y ella estaba inmóvil. Estaba tan nerviosa que no notó que él la estaba mirando y que su mirada tenía mucho que decir.

Cuando terminó el horario de clase, Lenna salió corriendo hacia el baño. Necesitaba lavar su cara, la cual estaba más que roja.

—¿Qué ha sido eso?—dijo Millie que había ido tras ella.

—Él... Fue mi amor unilateral secreto durante dos años...—dijo mientras mojada su rostro.

—Oh por dios... Entonces, ¿nunca se lo has dicho?—Lenna pudo notar la curiosidad en Millie y asintió.

Le contó su historia y ella quedó encantada, tanto que animó a Lenna a que se lo diga. Sin embargo, aquello era más difícil de lo que parecía. Se había deshecho de todas las ganas de confesarse cuando decidió olvidarlo y no estaba segura de si era correcto seguir tras él.

Ambas regresaron al salón de clases y vieron como Chris regañaba a Leo. Su temperamento era muy fuerte, más que el de Leo.

—Creo que tienen mucho que hablar...—dijo Millie mirando a su recién declarado novio oficial, Leo— será mejor que regrese a casa sola.—ella sonreía.

—¿Quieres que te acompañe?—dijo Lenna mirándola.

Fue casi por instinto, que a penas oyó la voz de Lenna, Chris la buscó con la mirada. Claro que ella no notaba esos detalles.

—No te preocupes, estaré bien.—dijo sonriente.

—De acuerdo.—dijo Lenna.

—Lenna, ¿Vamos juntas?—dijo Zoe que recién llegaba—¿Millie te nos unes?

—Millie irá directo a casa... Yo puedo ir contigo.—Lenna sonrió.

—Bueno, la próxima será—Zoe bufó y las otras dos se rieron.

Millie se fue a despedir de Leo y se fue. Lenna se puso a recoger sus cosas y sintió que Chris la observaba y muy intensamente.
No quería voltearse a ver o se pondría como tomate de nuevo.

—Chicas...—Leo se acercó a ellas y sonrió— hagamos una fiesta en casa de Millie.

Zoe y Lenna lo miraron confundidas, y Leo sonrió. Les explicó los detalles y ellas aceptaron. Luego miró a Chris y para su sorpresa él aceptó.

Leo puso en marcha su plan, comenzando por las compras. Fueron a un mercado a comprar los ingredientes para la cena. Chris se había ofrecido a preparar pizza.
Recorrieron los pasillos, buscando los ingredientes, y en un momento, Lenna y Chris quedaron solos. Ella estaba algo nerviosa, tenía que romper el hielo o moriría allí mismo.

—Pensé que no volverías al colegio...—dijo bajito y Chris la miró—lo siento, es que tu preguntaste si...—Lenna lo vio y suspiró—olvida eso, seguramente no lo recuerdes.—dijo con pesar y se volteó a ver donde estaba Zoe.

—Lo recuerdo—Lenna se sobresaltó y devolvió su mirada a él—, en la parada del autobús... Aunque llevabas el pelo de color marrón.

Ella sintió un torbellino de emociones, él se acordaba de ella. Le había prestado la suficiente atención como para recordar su color de cabello. Se preguntó qué tanto había escondido detrás de todo aquello.

Chris la miraba tan intensamente que la abrumaba, y su corazón se agitaba a más no poder. Aún así estaba feliz de volver a verlo. Supo que no quería rendirse del todo aún.

Let's GoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora