Cada vez faltaba menos para la cita y ambos estaban emocionados. Chris quería que todo saliera bien, que todo estuviera perfecto. Parecía que le iba a pedir matrimonio más que ser su novia, pero eso no le parecía exagerado.
Entonces, para darle el toque final a su plan, decidió no ver a Lenna hasta dicho día. El día en el que ellos darían su primer paso como pareja.
Él creía que todo iba a marchar bien, tenía fe en que nada podía salir mal. Sin embargo, a veces con creer no alcanza.
Una semana antes, ocurrió algo que hizo un "clic" en Chris. Escuchó una conversación que no tenía que oír, una de las tantas que escucharía, y comenzaron a aparecer sombras en su luz.
Chris había escuchado al psicólogo de Cassie hablando con Diana, mientras éste le contaba que, efectivamente, enterarse de que el que había empujado a su hermana Clara no había sido ella sino su hermano Chris, le había ayudado a vencer su pasado y comenzar a ver luz en su vida. Que dudaba que Cassie volviera a tener pesadillas.
Él no había escuchado todo, solo lo necesario para sentirse culpable. Culpable por la muerte de su hermana pequeña y por el infierno que vivió la mayor durante su niñez. Y él había ayudado a su madre, aunque no intencionalmente, a destruirla.
Quería mucho a su hermana y había hecho las pases con ella. Ahora que todo marchaba bien, las sombras comenzaron a acercarse a Chris rápidamente.
Después de eso, comenzó a tener pesadillas cada noche y en su rostro se formaron un par de bolsas negras. Su único consuelo era Lenna, la maravillosa Lenna. Ella podría ayudarlo a sobrellevar esa angustia que crecía en su interior, que ni siquiera se atrevía a contarle a su amigo Leo. Ella era luz pura, ella podría iluminarlo y lo hizo.
Se cruzó con Lenna en la calle, aún faltando tres días para el gran momento. Ella iba con su madre, una señora que no parecía muy amigable.
—Hola—dijo ella, tímida—, ¿Cómo estás? No te ves muy bien.
—Hola—dijo soltando un suspiro, acompañado de una sonrisa—, estoy mejor ahora.
La mamá de Lenna lo miró con severidad y Lenna no tardó en notarlo.
—Ah, él es Chris Reyers, es un amigo...—dijo a modo de presentación y el rostro de su madre se puso pensativo—Chris, ella es Tania Mason, mi mamá.
Tania Mason. Tania. Ese nombre no le gustaba. Algo no le daba buena espina y logró descubrir qué cuando la madre de Lenna comenzó a sonreír maliciosamente.
—¿Eres el hijo de Alexander Reyers?—preguntó con un tono que no le gustó a Chris, pero asintió— Ya veo, fuimos compañeros de trabajo hace años. Solíamos ser amigos—dijo con una sonrisa gélida—. Veo que eres igual de apuesto que él.
Y entonces, como si fuera un rompecabezas, cada pieza encajó en su lugar. Tania era el nombre de la mujer con la que trabajaba su padre, la cual lo había engañado y drogado para que se acostara con ella. Gracias a esa mujer, el matrimonio de sus padres se vino abajo y toda su familia se destruyó.
Y Lenna era su hija.
De repente, dejó de oír bien. Se sentía como ajeno a todo. Estaba perdido. Estaba en shock.
Lenna le preguntó varias veces como estaba pero él no reaccionó hasta tres minutos después y sólo asintió.
—Debo irme—dijo casi en un susurro ignorando la mirada maliciosa de Tania.
—¿Chris? ¿Qué pasa?—Lenna intentó tomarlo del brazo para detenerlo, pero él se soltó bruscamente.
—No es nada, solo... solo debo ir a un lugar.—dijo con prisa.
—De acuerdo...—dijo Lenna no muy segura— Nos vemos en tres días—le sonrió.
—Nos vemos—dijo evadiendo su mirada.
Se apresuró a salir de su campo visual y comenzó a correr. Todo lo que estaba sintiendo lo asfixiaba, lo torturaba y no podía sacarselo de adentro.
Lo primero que pensó fue en su mejor amigo, le contaría todo y eso seguramente le ayudaría.
Llegó agitado, casi sin aliento y con la garganta ardiendole.
Ahí sufrió el golpe final.
***
N/A
Hola, como están?
Las cosas se complicaron un poco para Chris. Si quieren saber un poco más sobre su hermana y lo que vivieron pueden leer corazón oscuro en mi perfil, que está narrado por ella y sus amigos.
Espero que les esté gustando la historia. Nos vemos.
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Let's Go
Teen FictionLenna es una chica tímida en lo que al amor respecta. Ha estado enamorada durante dos años, observandolo desde lejos. Cuando por fin reúne el valor para acercarse, el chico deja de asistir al colegio. Ahora que ha vuelto, ¿Podrá avanzar hacia el amo...