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Una semana después, se encontraban en el aeropuerto, despidiendo a Millie.

Lenna sentía un nudo en la garganta, la tristeza la invadía. Le tomaría más de cuatro años volver a ver todos los días a Millie y eso la hacía sentir mal. La iba a extrañar, a ella y a su fortaleza, sus concejos y sus palabras de aliento.

Miró a Chris de reojo, quien no parecía muy afectado, se preguntaba si él se sentiría triste si ella se fuera.

—Los llamaré por Skype, así seguimos en contacto.—dijo Millie sacándola de sus pensamientos.

Zoe abrazó a Millie y ella le dio una caja de pañuelos descartables para que se limpiara, lo que provocó unas risillas de parte de Lenna y Leo.

Luego, Millie fue a donde estaba Chris y ambos tuvieron una batalla de miradas. No soltaron palabra alguna, hasta que una sonrisa se posó en sus rostros y procedieron a abrazarse.

Lenna sintió un poco de celos, pero entendía que eran amigos. Millie le dijo unas palabras que Lenna no pudo oír y el sonrió aún más.

—Ojala te rompas las dos piernas, Darrell.

—Gracias, yo también te voy a extrañar.—dijo en tono sarcástico.

Ambos se rieron y, entonces, Millie se acercó a Lenna para darle un abrazo.

—Da todo lo que tengas que dar para que no haya arrepentimiento de nada—dijo con una sonrisa y Lenna asintió—. Las extrañare... mantenme al tanto de todo.

—De acuerdo.

Los amigos dejaron que la pareja tuviera su tiempo a solas y luego la miraron partir. Antes de entregar su pasaje les dio un último saludo con la mano para luego desaparecer por el pasillo.

Millie se había ido.

Vieron el avión partir y comenzaron a sentir el vacío. Leo se veía muy triste, pero sabía que era lo que al amada Millie más deseaba hacer y la respetaba.

Leo acompañó a Zoe a su casa y Chris se encargó de Lenna.

—Quieres...

—¿Hm?

—¿Quieres ir a una cita?

Lenna se sorprendió ante la repentina invitación de Chris. Lo miró de golpe y pudo ver como por sus mejillas se extendía un leve sonrojo.

—Si—soltó con una sonrisa—, me encantaría.

—Lenna.

—¿Hm?

— Me encantas.

Dicho eso, se acercó y posó sus labios en los de ella, provocando que una revolución de sensaciones estallara en su interior. No era la primera vez que la besaba, pero cada beso se sentía igual o mejor que el primero. Era algo maravilloso.

—Quiza sea algo muy evidente a estas alturas, pero me gustaría hacerte la propuesta en un mejor lugar...—dijo y volvió a besarla rápidamente— así que espera un poco más.

—No habrá problema con eso—dijo sonriendo—, puedo esperar.

Lenna quiso decirle que llevaba mucho esperando por eso, una semana más no le haría daño.

Así fue como acordaron una fecha y lugar para la cita.

La tristeza había sido borrada del corazón de Lenna y ahora solo había emoción y ansiedad. Esperaba que llegara ese día lo más pronto posible.

Let's GoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora