38 (Fin)

139 13 0
                                    

Un año después...

—¡Lenna!—gritó Zoe desde el otro lado de la calle.

A su lado estaba Steve y Lenna no pudo evitar sonreír. Alzó su mano para saludarla y se aseguró de que el semáforo estuviera en rojo antes de cruzar.

Cuando llegó tuvo que hacer uso de toda su voluntad para no molestarlos. A Lenna le gustaba como se veian juntos y como él la miraba. Había amor en el aire.

—¿Vas a la universidad?— preguntó la pelirosa y Lenna asintió—Tengo algo que hacer cerca de allí y ya que éste se me pegó como chicle, te acompañaremos.—soltó logrando que Steve la mirara con reproche.

—De acuerdo—dijo entre risas.

Los tres comenzaron a andar camino a la universidad de Lenna, platicando de cosas triviales.

Había sido un gran año, en el que Lenna había progresado mucho. Había conseguido elaborar sus primeros diseños y Zoe, gustosa, los lució por toda la ciudad. Si bien aún le faltaba un tramo más de carrera ya tenía pensado crear su propia marca de ropa e incluso viajar a París en cuanto terminara de estudiar.

Con respecto a Mike, ya no se sentía mal al verlo ni recordar los momentos con él. Se habían cruzado varias veces y la conversación resultó más natural de lo que esperaban. Ella se alegraba de haberlo conocido, de haber vivido maravillosos momentos junto a él. Saber que ahora él sonreía de nuevo le agradaba. Quizá hasta había encontrado el amor nuevamente.

Se sentía feliz, porque todo marchaba bien.

Leo se había ido a buscar a Millie hacia un tiempo y le había propuesto matrimonio. Recordaba con claridad la felicidad de su amiga cuando les mostraba el anillo en su dedo en la videollamada. Todo el esfuerzo habría valido la pena. Recordó cuando ayudaron a remodelar la vieja casa de Millie y tuvo que callarse las ganas de contarle. Ese chico había hecho tantas cosas por su amiga, que lo que más se merecía era ser feliz a su lado.

—Aquí nos separamos—dijo Zoe una vez que llegamos a su futuro salón—. Suerte con tus clases.

—Gracias—dijo mientras los veía alejarse y ya no pudo contenerse-¡No se besuqueen mucho que están en la calle!

—¡Envidiosa!—bufó.

Lenna siguió su camino, sin quitar la sonrisa de su rostro, hasta que una persona conocida apareció en su campo visual.

Chris se percató de la llegada de Lenna y se aclaró la garganta. Claramente estaba nervioso.

Recordó la llamada de Millie hacia una hora.

¿Ya estas saliendo con Lenna?

—Hola Milena, si estoy bien ¿y tu?

Te mataré si vuelves a usar mi nombre. Me costó mucho tiempo que me llamaran Millie, no arruines el secreto.—dijo en tono amenazante y Chris rió.

—No, no estoy con ella.

—¿Y que esperas? ¿Acaso ya no te gusta?—preguntó con impaciencia.

—Aun me trae loco... No hay día en que no piense en ir y comerle la boca...

¿Qué te detiene?

—No lo sé.

Solo tenemos una vida, Chris. Aprovecha cada momento.

—Eres...

¿Genial? Lo se.

—Odiosa.

Anda, ve a por ella. No quiero regresar y encontrarme con que aún no se han juntado.

Las palabras de Millie habían hecho un clic en Chris. De la misma forma que cuando estaban en la preparatoria, sus palabras lo motivaron a avanzar.

Amaba a Lenna y quería estar a su lado, por eso dejó de dudar y se encaminó hacia ella.

Ya no huiría, ya no haría caso omiso de sus sentimientos. Ahora daría todo para que ella se volviera a enamorar de él.

—Hola—le dijo con una sonrisa.

—Hola.

Él sintió como su corazón se agitaba debido a la cercanía. No había dudado en acortar las distancias, porque quería hacerle saber lo que sentía.

Ella se puso nerviosa. Chris nunca había desaparecido de su sistema y observarlo de lejos durante ese tiempo, le había traído recuerdos de la preparatoria. Verlo frente a ella con un brillo tan intenso en sus ojos, la desestabilizó.

Chris tomó su mano y la besó dulcemente, liberando una corriente eléctrica en ella.

—Espero que estés preparada, porque voy a hacer que sólo puedas pensar en mí.—dijo con convicción y Lenna se sonrojó.

Ella no se lo esperaba en absoluto, ni tampoco todo el esfuerzo que él hizo por cumplir con sus palabras luego.

A ambos les había tomado mucho tiempo llegar a ese punto. Los obstáculos y altibajos que habían vivido ya no importaban. Ahora sólo se darían la oportunidad que tanto habían deseado tener.

Tras un largo camino, al fin, Lenna cedió y se rindió ante Chris.

Lo que ellos sentían era muy fuerte, era amor puro y dulce, empalagoso. Era un lazo que nada ni nadie podría romper.

Ahora sus caminos pasaron de ser dos a ser uno solo. Un brillante futuro. Juntos.

Fin

***

N/A

Y eso ha sido todo.

Ok no, subiré el epílogo en breve.

Let's GoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora