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—Lenna—dijo Zoe con una sonrisa—, ¿sabes que día es hoy?—preguntó y Lenna negó con la cabeza— ¡Hoy es el día de ir de compras! ¡Un hermoso vestido nos espera!—chilló.

—Oh...—Lenna miró a Millie quien estaba entretenida viendo una mariposa que pasaba por allí —¿Vamos? ¿Millie?

La aludida las miró sin entender de lo que hablaban, entonces Zoe las agarró a ambas de los brazos y las llevó de compras.

Caminaron hasta llegar a un centro comercial y comenzaron a recorrer las tiendas con entusiasmo. Al final, encontraron una con vestidos hermosos, pero eso solo complicó la elección. Millie se debatía entre uno de color coral y uno amarillo, y a sus amigas les parecían lindos los dos. Sin embargo, al no decidirse Zoe decidió tomar medidas drásticas. Llamar a Chris.

Al principio se negó, pero cuando Zoe le mencionó a Lenna el accedió al instante y ambas rieron. A veces era predecible.
Lenna las veía desde su lugar sin entender por qué se reían.

Al cabo de diez minutos, llegó  Chris y ella entendió. Llevaba ropa normal pero eso lo hacía ver más lindo. Lenna se puso nerviosa al notar que no le quitaba la vista de encima.

Millie procedió a probarse los vestidos y Chris la observó, dándole el visto bueno al de color coral. Lenna se sintió algo incómoda por la forma en que Chris vio a Millie. Era algo parecido a los... ¿celos?. Dio un suspiro mientras calmaba sus pensamientos y volteó a ver el resto de los vestidos. Zoe se decidió por uno verde agua y entonces le llegó el turno a Lenna. Tomó tres vestidos: uno rosa pálido, uno celeste claro y uno blanco con lila. Se probó el primero y salió, Chris se quedó embobado, sin palabras, le sentaba muy bien, pero algo faltaba. Descartado el rosa. Luego se probó el celeste y optó por no salir, no le quedaba bien. Por último, el blanco con lila.
Ella se vio al espejo y adoró como le quedaba, la hacía verse preciosa. Salió y todos se quedaron viéndola. Chris que estaba algo nervioso quedó embelesado por ella. Los tres le dieron el visto bueno y Lenna sonrió.

—Ahora que ya tenemos los vestidos, ¿Quieren ir al café?—dijo Zoe.

—No es mala idea.—dijo Millie pensativa.—¿Te nos unes, Chris?—dijo mirándolo a la espera de su respuesta.

Chris miró a Lenna y luego a Millie y asintió. Millie sonrió pícara, consciente del interés de su amigo en su amiga. Él la fulminó con la mirada y ella rió.
Lenna los observaba al igual que Zoe.

—No debes ponerte celosa de Millie.—dijo Zoe lo suficientemente bajo para que sólo Lenna la escuche— A ella le gusta Leo y lo sabes.

—Lo se—dijo Lenna—, envidio que puedan hablar así de fluido. Yo me pondría como tomate de solo intentarlo...

—Eso, mi querida Lenna, es porque estas enamorada de él.—dijo Zoe sonriendo.

Los cuatro se dirigieron a un café cercano y platicaron sobre cosas triviales. Chris mantuvo su mirada en Lenna la mayor parte del tiempo y ella sólo pudo corresponderla una vez sin ponerse roja como tomate.

Pronto sería el cumpleaños de Leo.

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