36.5 Especial Mike

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Alejarla de mí dolió más de lo que hubiera imaginado, porque la amaba y, demonios, no quería dejarla. Aún así no me arrepiento de haberlo hecho. Se que ella podría haberlo intentado, pero tarde o temprano, la verdad habría salido a la luz.

A veces no podemos evitar enamorarnos, a veces se va con el tiempo, otras simplemente no se olvidan jamás. Así es el amor.

Llegue a mi casa, sintiéndome más cansado de lo normal, con el corazón hecho trizas de solo recordar su rostro triste, pero sabiendo que había hecho lo correcto.

En el medio del silencio y la oscuridad de mí hogar, comienza a sonar mi celular. No tenía ánimos para hablar con nadie, aún así mire la pantalla para ver de quien se trataba.

Era Evelynn. Otra vez.

Mientras me debatía que hacer, mi mente viajó al día del encuentro. El día en que la volví a ver después de mucho tiempo. Su apariencia no había cambiado mucho, llevaba el pelo más corto y ondulado, ya no usaba tanto maquillaje y tenía ojeras que no se había molestado en cubrir.

Ella me sonrió ampliamente cuando me vio, pero yo no pude devolverle el gesto. Sentía aversión hacia ella, me parecía tan falsa que casi no podía hablarle sin sentir ganas de irme.

Nos sentamos, pedimos un café y, mientras esperábamos, me contó cómo le estaba llendo. Sinceramente, no me interesaba, pero ahí estaba ella hablando como cotorra.

No demore mucho en entender sus intenciones y, realmente, me decepcionó. No esperaba nada de ella y, aún así, me decepcionó.

Evelynn fue desechada junto a su hijo, de la misma manera que ocurrió conmigo. Su pareja la dejó sola con su pequeño y no dudó ni un segundo en insinuarseme. Al parecer, ella creía que yo aceptaría volver con ella y hacerme cargo de su hijo.

No podía creer que fuera capas de demostrar tal descaro. Era increíble.

—No esperaba que esto fuera una total pérdida de tiempo—solté mientras me ponía de pie—, pero lo fue. No vuelvas a llamarme, ni me mandes mensajes porque no pienso volver a hablar contigo.

—Pero Michael...

—Me quedó bien claro que no me conoces bien, Evelynn. Adiós.

Salí indignado, sin evitar oír los llamados de ella. Quizá había sido brusco, pero ella se lo había buscado. No merecía mi tiempo y, ahora que sabía de sus intenciones, no pensaba volver a dárselo.

Ella era muy diferente a Lenna, era engañosa y siempre buscaba su propio beneficio.

Colgué la llamada.

Había juntado valor para volver a verla, para zanjar mi pasado y no fue lo que esperaba. Aún así ya no interferirá más en mi vida.

Busco su número y lo bloqueo. Debí hacer eso hace mucho.

Me echo sobre el sillón y enciendo la televisión, en busca de alguna serie para entreterme.

Mi vida ya no es gris, ya no es monótona, pero ha vuelto a ser solitaria.

Agradezco haber conocido a Lenna Mason. Se que quizá no encuentre otra chica que me guste tanto como ella, pero esto no es un cuento de hadas y no todos tenemos un final feliz.

Adiós, mi bella dama.

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