Capítulo 8

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Tobías Curwen-Bingley y Oliver Heldens Schaap; hacía varias semanas que no me molestaban, quizá hasta varios meses; ¿tenían que aparecerse justo ahora? De verdad los detesto. Hemos tenido problemas antes pero nada que no se solucione con hablar y dejar las cosas en claro, o incluso con una pequeña pelea; con excepción de un caso... pero prefiero no recordarlo. Me pregunto qué diablos los ha provocado esta vez supuestamente para dar pie a un gran problema seguro de suscitarse; cualquier estupidez, pienso yo... En fin, por la forma en que se han comportado hoy, pienso que esto durará quizá un par de semanas o más; no quiero ni imaginar cómo irán las cosas estos días, incluso preferiría no asistir al colegio, pero por otro lado creo que eso sería algo cobarde, además ellos no son nadie para intimidarme.
          Cuando la concurrida salida se despeja, finalmente me da por dejar el aula; al parecer por lo que antes he escuchado de Tobías, ellos también se dirigen a clase de diseño, y esa idea por alguna razón no me agrada del todo; ya antes, desde que el semestre había comenzado y desde el semestre pasado, había compartido no sólo esa, sino también otras tantas clases con aquellos chicos, e incluso había aprendido a tolerarlos y hasta a trabajar en equipo con ellos por órdenes del profesor, pero nunca me había sentido tan incómodo cómo hoy, al saber que también Katherine estaría ahí.  Luego de lo que ha ocurrido en la noche anterior, no sé que pueda pasar con nosotros, no tengo idea de como nos llevaremos ahora, aunado a ello, me siento en cierta forma mal por tratarla tan horriblemente desde el primer día, y que ella me tratara tan cuidadosamente la última vez  me hace sentir aún peor.
          Al entrar al aula veo que tanto Katherine como Tobías y Oliver ya están sentados: ellos ambos lados de ella. Katherine me ve en la entrada y con un ademán y un pequeño puchero me pide que me siente en una de las bancas cercanas. Me tienta y quiero hacerlo, pero por otro lado no quiero tener problemas con los idiotas a su lado, además, no es tan importante; yo tomo asiento asiento donde yo quiera y ella no es nadie primordial para interferir con lo que prefiero. Eso creo. Sólo niego con la cabeza y dejo pasar el hecho: me acomodo en la primera silla junto a la puerta. Durante la clase llego a escucharlos reír un par de veces pero trato de no darle mucha importancia, aunque a decir verdad me incomoda bastante. Por alguna razón estúpida no me gusta que esté con Tobías y Oliver; creo que estoy un poco celoso de alguna forma. “Vamos Julian, no puedes estar hablando en serio...”, menciono en mi mente. No puedo estar celoso de que ella hable con ese par de tontos: se supone que ella no me importa, pero... de verdad no puedo evitarlo.  Me preocupa lo que puedan hacerle.
          Cuando suena la chicharra para salir al receso no dejo mi lugar hasta que veo venir a Katherine y me aseguro de que tanto Tobías como Oliver ya no estén. Antes de que ella salga cuelgo mi mochila en mi hombro izquierdo, me levanto y en cuanto noto que está por pasar la puerta la detengo tomándola de brazo. Me mira.
Oye... eh... — trato de expresarle mi desacuerdo pero no lo consigo.
—¿Qué ocurre?
—Sólo quería decirte que... — vamos Julian, ¿que pasa contigo?
¿Julian? — me observa con duda. Cada instante me siento más nervioso y soy más incapaz de decírselo. Opto por utilizar otra técnica...
Te... te gustaría pasar el receso conmigo y con los chicos? — idiota. No pude haber dicho algo más estúpido. —Es que yo... es decir... nosotros te queremos conocer bien, y te, te quería... — ¡maldita sea!, ahora el tartamudeo. No puedo con esto. —te quería a...
—Agradecer por lo de ayer?
—¡Si! Justo eso. Gracias.
—Oh, está bien. — sonríe. —Ya me habías asustado, jaja...; bueno, sobre estar con ustedes... no lo sé, ya he quedado con Ollie y Tobías, así que... lo lamento, pero hoy no puedo.
—No te preocupes. Entonces, ¿nos vemos luego? — trato de parecer sereno.
Claro!
Adiós. — la suelto.
Adiós. — intento sonreír hasta que ella sale del aula y después de ello me da por golpear la mesa. “¡Mierda!”, exclamo cabreado. No me agrada en absoluto la idea de que pase tiempo con esos dos tipejos, pero finalmente que puedo a hacer yo, si no he tenido ni siquiera la valentía y las agallas de decírselo correctamente. Trato de ignorar el asunto y me dispongo a ir afuera para encontrarme con los chicos.
Hey, ¿dónde te habías metido, tonto? no te vimos en toda la mañana. — menciona Tim y me saluda, le regreso el gesto y también a los otros chicos.
Tuve un pequeño accidente, sólo eso...
—Pero todo bien, no?
—Si, por ahora; ¿vieron a dónde se fue Katherine?
—Quién rayos es Katherine?
—¿A ustedes no les ha dicho?
—¿De qué estás hablando? — ríen.
Katherine es el nombre de la chica nueva. — trato de parecer obvio, como si fuese cualquier cosa lo que les acabo de mencionar. Me miran como si de fenómeno tuviese apariencia y se muestran sorprendidos.
¿La chica nueva?, ¿sabes su nombre?
—Ella me lo dijo anoche... bueno, no me lo dijo, lo escribió en mi teléfono realmente. Pero el punto es que ahora lo sé.
—¿Y estás feliz por eso?
No lo sé. Quizás. — respondo lo primero que se me viene a la mente. Mala idea.
—¡Por Dios, que alguien me diga si estoy soñando! — exclama Jobke con una sonrisa extraña.
No bromees Julian, sabes que ese tipo de bromas nos las tomamos en serio y después no nos aguantas. — advierte Jurre. Tim solo rie a carcajadas.
Es enserio chicos, por favor. — me sonrojo un poco. A pesar de que algunas veces son algo pesados o molestos, no dejo de confiar en ellos.
Entonces tú...
—¿Qué? — cuestiono confundido. Voltean a verse unos a otros con sonrisas maliciosas en sus rostros.
—¡Estás enamorado! — gritan con un tono que me parece casi tan irritante como tal insinuación suya.
¡Cállense! Claro que no. — niego y en ese mismo instante diviso a Katherine al fondo del patio, riendo con Oliver y Tobías. Mi atención se centra en ellos.
Oh vamos Julian!, admítelo, que no te avergüence decir que estás enamorado.
—No es nada malo y además, la verdad es bastante linda...
—Jobke, cállate de una vez si no quieres que te dé una lección. — amenazo luego de que la llama linda. Sólo volteo a verlo unos segundos y vuelvo la mirada a donde ella se encuentra.
Con que celoso, eh? De verdad no me lo creo jajajaja...
—¿La estás observando ahora mismo? — pregunta Tim y todos voltean hacia donde yo lo hago.
No sean tan evidentes — ordeno.
No es cierto...; ¿está con Tobías?!
—Eso no está nada bien. Bueno hermano, — Tim me da una palmada —dala por perdida.
—¡¿Qué?! No! No puedo dejar que esté con ellos! Van a herirla tarde o temprano y no quiero que le hagan eso...
—Y desde cuándo te importa tanto el bienestar de los demás, eh? 
—Por favor Jobke...
—Es solo una chica Julian.
—Pero es la chica que ayer me salvó!, tú no sabes cuánto vale eso.
—Yo soy el responsable de que sigas aquí aún después de 3 años y parece que no te lo tomaste tan enserio. Viene ella, habla un poco contigo y ya le debes la vida? No voy a ayudarte de nuevo si es por ella por quién caes. — aquello me enfurece ciegamente.
Qué...?! — lo empujo. —¿Estás celoso?, ¿crees que es a ti a quien le debo todo?, ¿qué es lo que quieres?, ¿que no hablé con nadie más, que te pida permiso para cualquier cosa que haga?; andate a la mierda Jobke.
—Yo sólo te estoy diciendo lo que quieres escuchar y lo sabes. Tú personalmente me pediste hace tiempo que te lo recordará cuando fuera necesario, pero si no te interesa y quieres hacerlo, adelante: destruyete idiota.
—Eres un hijo de... — me abalanzo sobre él; forcejeamos un poco pero Tim y Jurre nos detienen. Jobke se acomoda la camisa, se sacude un poco y se da la media vuelta. Se va.
Vamos hermano, él sólo estaba jugando... — grita Jurre tratando de hacer que él vuelva, pero ni siquiera voltea a ver.
Excelente Julian... bien hecho. — precipita despectivamente.
—Tim, no empeores las cosas, okay?
—Pero Jurre... — dice Tim señalándome. Trato de ignorarlo.
Ya se les pasará ambos; nadie es culpable de nada.
          Finaliza el receso y voy junto con los chicos a nuestra siguiente clase: mientras ellos platican yo prácticamente los ignoro y trato de seguir con la mirada a Katherine; se separa al fin de Tobías y Oliver, quienes se despiden de ella con un beso en su mano. ¿Es en serio?, vaya que no pueden ser más patéticos. De verdad que no me agradan en lo absoluto.
         Cuando entro al aula veo a Jobke sentado en una silla lejana al lugar al que acostumbra; me remuerde la conciencia haber peleado con él, pues tiene toda la razón sobre todo lo que ha dicho. Él es como mi mejor amigo y siempre está para ayudarme cuando lo necesito, no debería tratarlo así. Decido acercarme para charlar y disculparme: me mira despectivamente al principio pero permite que me acerque y pasamos unos minutos charlando; obviamente me ha sacado temas del pasado haciendo que me sienta mal, recapacite y reflexione un poco, pero al mismo tiempo se muestra en cierta forma empático. Al final de nuestra plática resalta el hecho de que en parte ha sido culpa suya que pelearamos, realmente se molesto sin razón alguna: comprende que lo que hace tiempo le he pedido que procure por mí es ahora algo distinto que en esta ocasión podría ser una excepción, quizá porque ya es tiempo de cambiarlo todo. No estoy seguro.

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