Capítulo 12

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Jurre se incorpora a mi camino y juntos nos dirigimos a nuestra próxima clase.
—¿No has tenido problemas con Curwen?
—No. No hasta ahora; no me lo encontré durante las clases y tampoco en los cambios de, pero este módulo estará con nosotros. Al menos no estarán ninguno de sus secuaces, o Katherine...
—¿Y por qué te alivia que no esté Kat tampoco?
—Hemos hablado un poco estos días y... parece que ella no quiere que dejemos de hacerlo. No me molesta y hasta creo que me empieza a agradar un poco, pero a Tobías no le gusta mucho la idea, por lo que veo...
Se comporta como un imbécil, creo que está celoso o algo así.
—Bueno, si alguien más estuviera conquistando a la chica que me gusta yo también estaría celoso, lógicamente.
—Por favor... — río y me burlo totalmente incrédulo de tal suposición. —¿Entonces crees que a él le gusta Katherine?
—Es notorio hermano. Si yo fuera tu, mejor me alejaría de esa chica ahora mismo. Meterse en problemas sobre chicas lindas con Tobías debe ser un asco, pero en fin, si ella también te gusta...
—No me gusta. ¿Cuántas veces se los tengo que repetir? — digo como último antes de acceder al aula y Jurre sólo ríe.
          Una vez comenzada la clase trato de sólo concentrarme en el profesor para evitar atrasarme de nuevo: prácticamente ignoro a Jurre y trato de hacer lo mismo con Tobías, quien me ha estado vigilando gran parte del módulo. Al terminar sólo recibo un pequeño empujón del odioso Curwen. Nada más.
          La siguiente hora la paso de nuevo con Katherine y para la próxima asignatura volvemos a separarnos.
          Al iniciar el séptimo módulo una atmósfera más inquieta me recibe; debo pasar una hora de clase con Victor, Tobías, Oliver y otros 25 alumnos. Ninguno de mis amigos me acompaña esta vez y al parecer por la misma razón no me siento del todo seguro; me intriga que pueda llegar a ocurrir y ciertamente me preocupa que esta vez las amenazas sean algo serio sólo por lo que Jurre me ha dicho. Me pregunto, ¿Tobías estaría dispuesto a asesinar, sólo por una chica?; recordar quien es realmente me hace pensar que definitivamente él es capaz de cualquier cosa. Podría hacer lo que Jurre ha sugerido: olvidar a Kat y alejarme de ella para evitar problemas a toda costa, pero no quiero parecer cobarde, además de que sería complicado explicarle a ella el por qué y dudo que vaya a dejarme en paz. Honestamente tampoco quiero que me deje en paz.
          No ocurre mucho durante la clase y al terminar procuro salir mucho antes que Tobías para evitar cualquier encuentro, pero un par de metros fuera del aula Oliver me alcanza y me jala del hombro haciendo que voltee a verlos.
          No digo nada.
          Curwen se acerca.
—¿Qué te dije que te haría cuando no tuvieras a tus amiguitos cerca? — cuestiona amedrentandome.  Me limito a verlo con fastidio. —¿Estás sordo o qué? ¡Te hice una pregunta!
—Anda, no te tengo miedo. Haz lo que tengas que hacer. — respondo e intento provocarlo.
—Te voy a enseñar a respetarme... — dice y me toma de nuevo por la camisa para llevarme hacia él con la intención de golpearme, pero Oliver lo detiene poniéndole una mano en el pecho.
—Te está retando: no lo hagas. — susurra.
—Ya sé que me está retando. ¿Por qué demonios no debo hacerlo, según tu?
—Estamos frente a medio mundo. Hay alumnos, profesores, intendentes, chicas... él quiere que tú lo hagas frente a todos para arruinar tu reputación hermano. No lo hagas.
—Está bien... — voltea hacia otro lado y me suelta. Yo sólo sonrío con saña y satisfacción. —Pero la próxima no te salvas. Imbécil. —
Me señala y ambos se van. Después de eso me dirijo a mi siguiente clase, otra vez junto a Kat, y luego me reuno con los chicos para el receso. Mientras tanto, Katherine está con Tobías y los otros, y así continúan hasta que termina el día.
          Las últimas tres clases también me encuentro junto a ellos.
          Más tarde me veo con mis amigos.
—Julián, hermano, vamos a ir una fiesta, ¿no vienes? — dice Tim.
—No lo sé... Creo que me quedaré esta vez.
—Te lo estás tomando en serio, ¿verdad? — pregunta Jobke.
—Si, supongo. En fin... Tengo demasiado trabajo: mejor otro día.
—¿Mañana o el domingo por la noche?
—Que sea mañana. — sonrío.
—Genial bro. No te desveles y suerte con tus tareas... — se ríen y finalmente se van.
          Paso el rato después de clases en la misma escuela para la recuperación, en lugar de en alguna fiesta como es de costumbre.
          No es divertido, eso me consta, y de alguna forma u otra debo estar consciente de que yo mismo he provocado que esté en esta situación por no darle la importancia suficiente al colegio. Ahora debo pagar cada error referente a esto. Pero honestamente creo que no llegaré muy lejos.
A pesar de que Mirjam y probablemente los chicos confíen en mí y me apoyen, realmente no creo poder mantenerme por este camino. Literalmente lo digo “por experiencia”.
          Nada me motiva. A las 8:40 pm comienzo aburrirme completamente y como esta vez nadie me supervisa me da por salir del colegio sin terminar las actividades pendientes. Como ya he dicho a Mirjam que llegaré tarde, prefiero ir por ahí a perder el tiempo hasta una hora razonable, en lugar de dirigirme directamente a mi morada. Si hiciera lo segundo, llegaría demasiado temprano y sería obvio denotar o dar a pensar que he abandonado mis actividades antes de tiempo. Por otro lado, pienso en llamar a Jobke para saber dónde se encuentran y si es que están en la fiesta, pero probablemente él se enojará por el simple hecho de que nuevamente evadido mis obligaciones. Así es, el también lo intuiría. Mejor dejo las cosas así.

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