Capítulo 26

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Hoy me reuniré con Katherine gracias a que Jobke nos ha arreglado una ''cita'' para que yo vea como es el lugar donde me quedaré algunos meses mientras trabajo; parece que ella no tiene ningún problema con que viva en la casa que le ha prestado su tío, de igual manera, dice que éste nunca se presenta. Eso no significa que no vaya a cobrarme renta: espero que sea justa o paciente con mi situación. El lunes por la mañana me trasladaré a casa de Katherine y espero ese mismo día comenzar a trabajar, por ello, llamaré hoy mismo al número en la tarjeta.

Ahora voy una hora tarde para ver a Katherine, pues me he distraído no sé con qué, pero ha ocurrido como suele ocurrir; al menos he aprovechado para llamar a Tim para que me acompañe, el viaje en su auto será breve. Cuando llega al orfanato me sugiere tomar unas cuantas cosas para comenzar la mudanza ya que es poco probable que pueda ayudarme a llevar mis pertenencias otro día que no sea hoy o el martes próximo.

—Hey, Kat, se me ha hecho tarde.

—No me digas. interrumpe con la voz fastidiada.

—Lo lamento, pero ya voy para allá, no me demoro más de quince o veinte minutos.

—Ni uno después de veinte, o te juro que el primer día que duermas aquí te hago quedar en el patio. termina la llamada. A veces creo que exagera un poco; diría que debe controlar mejor sus emociones, pero, en definitivo, no soy la persona más apropiada para mencionarlo.

Luego de cargar un par de cajas más en el automóvil de Timothy, partimos por fin con prisa. Charlo un poco con quien se ha ofrecido a darme una mano y nos divertimos planeando la salida de mañana y bromeando sobre salidas pasadas.

Cuando falta poco para llegar al domicilio, me pregunta sobre trabajo y me recuerda que tengo otra cosa pendiente por hacer, ''llamaré cuando estemos en casa de Katherine'', respondo a la brevedad. Sugiere un par de tonterías relacionadas a que, según sus sospechas, pasaré mucho tiempo a solas con la chica Rooselvet, luego nos detenemos frente a la casa de la mencionada, quien, por cierto, se ve impaciente en la entrada del famoso jardín que ha mencionado, ¿o se trataba del patio?

—Llegas un minuto tarde. puntualiza con los brazos cruzados y el gesto serio.

—Es solo un minuto.

—Un minuto sobre los veinte que mencionaste cuando me llamaste por para avisarme que vendrías una hora y 18 minutos tarde.

—¿Ya te dije que te ves tierna cuando estás psicótica y molesta?

—Cierra la boca —mira hacia otra parte—. Anda ya, antes de que me arrepienta más de aceptar esto.

—Van a ser unos meses muy largos para ti. -interviene Tim, quien carga una de las cajas que he puesto antes en su auto.

—Ni lo menciones. respondo con una sonrisa que se borra al instante, pues mi acompañante musita, ''no te lo decía a ti'', a lo que Katherine responde con una carcajada.

El lugar se percibe acogedor: paredes blancas y azules, una cocina pequeña combinada en el mismo cuarto que el comedor y frente a ello, un conjunto rimbombante de sillón y muebles coloridos bastante originales.

—Al fondo la puerta que lleva al patio, del lado derecho el cuarto de lavado y a la izquierda se podría decir que funciona como estudio y biblioteca: hay estanterías llenas de libros por si resulta que disfrutas de la lectura tanto como de molestarme habla con ironía—, sólo te pido que dejes todo en orden y evites estropear las cosas, la mayoría de ellas son de mi tío o él las consiguió para mí, como el sofá.

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