Capítulo 34

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Los días transcurren, y con el tiempo, mis temores son superados. Aun cargo un hombre muerto en mi conciencia, y algunas noches la pesadilla me atormenta; a veces no estoy seguro de si debo seguir, o es mejor terminar de una vez por todas con esto.

En el colegio he comenzado a distanciarme de mis amigos, ya que Tobías ha estado insistiendo bastante sobre que debería estar más con ellos por los negocios y demás: he tenido que tomar una decisión y ceder a las palabras del mayor, quien aparenta gozar de tenerme como subordinado. De esto debo admitir que ha salido algo bueno, pues, lo quiera o no, he mejorado mis notas con Toby a mi lado, y estoy consciente de que podría haberlo hecho antes por mi cuenta, pero con Curwen presionando y ''ayudando"'' en cierta forma, ha sido imposible continuar con mi racha de malas notas.

Algunas veces me invitan a beber a un bar por la noche al salir del colegio, y sin entender por qué, acepto tal invitación, abandonando a Katherine de camino a casa: ella simplemente asiente con la cabeza como si no le importara, y cree que no soy capaz de notar su mirada afligida. Aun así, no la acompaño.

Cuando estoy con el clan no puedo evitar sentirme como un bicho raro, a pesar de que creo que ahora es a donde pertenezco. Me niego a intentar mezclarme, más debo hacerlo para ''sobrevivir''. Una noche me acerco a Oliver sin ánimos de molestar o pelear, solo busco charlar con alguien como hacía antes con Jobke, Jurre o Tim, aunque, no importa cuanto llegue a acercarme a estos tipos, nunca va a ser igual. ¿Esto es lo que significa darle valor a lo perdido?

Es rara la manera en que las personas se distinguen en el colegio. La mayoría tienen padres divorciados, padres violentos, algunos solo tienen a uno de los dos, el otro murió, se fue lejos o simplemente ''desapareció''. No sé por qué es así en los colegios, parece que nadie tiene una familia normal, ni siquiera completa. Otros viven con sus tíos o con sus abuelos. Incluso hay quienes viven solos: se emanciparon o sus padres los echaron por quien sabe que razones. Nadie ha llevado una vida completamente buena o feliz; también están los que tienen todo: tienen dinero, tienen una buena familia, tienen cariño de sus padres y hermanos y se sienten como si fueran los más desdichados en el mundo. Se quieren matar.

Todos son monedas aquí, tienen dos lados diferentes... ¿Entiendes? Dos caras. En el colegio pueden mostrarse sociables, felices, de lo más normales, cuando en realidad son... No lo sé... Completamente diferentes. Personas tristes y sombrías que se refugian en la escuela y los ''amigos''. Chicos que, normalmente no tienen una buena relación con sus padres, por situaciones difíciles o simplemente porque ellos así lo quieren. Son falsos, los peores yo diría. Hay quienes son dramáticos, dan lástima o tratan de darla. Siempre tristes según ellos, hablan abiertamente del suicidio y esas cosas: se hacen cortes, se lastiman, y lo presumen... Piden atención a gritos. A veces porque no tienen a nadie y realmente están solos, y en ocasiones simplemente porque quieren, porque creen estar solos a pesar de tener todo. Detesto a los del segundo tipo, es como ''hey, hay personas con situaciones verdaderamente alarmantes, quienes en realidad necesitan ayuda, y tu como bastardo que eres, ¿acaparas la atención de muchos por cualquier estupidez? ¿Sinvergüenza?''. En finda un largo suspiro—. Y después están los que son supuestamente malos, rudos, aparentemente son más que fuertes, y ciertamente cerrados, como tú; y en realidad, son grises. Los sujetos más dañados, los que han sido lastimados incontables veces, o los que realmente tienen una situación difícil, que la vida les ha hecho mal.

No quiero entrometerme en tus asuntos, pero, realmente pienso que eres de estos últimos, y si es así, ¿tendrías la confianza de hablarme sobre cómo te ha tratado la vida? Quiero decir, creo que a pesar de que estamos aquí por la fuerza o unidos por un mal motivo, nos hemos hecho a la idea de que nos tenemos que proteger unos a otros, además de que hemos desarrollado cierto vínculo. He llegado a confiar en ti, al igual que los otros por lo que he visto.

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