Ha pasado una hora desde que se fueron a dormir y lo único que hemos hecho Lukas y yo ha sido beber y avivar el fuego. Debe notar mi humor, pues no me ha dirigido la palabra aún. Decido ser yo la que rompa el hielo.
- Ha estado bien el día.
- Si.
- Quizás mañana podemos bañarnos en el lago.
- Querrás decir charco, es muy pequeño para ser un lago, además el agua debe estar helada –ríe sutilmente.
- Es un lago pequeñito, no te metas con él –le doy un codazo amistoso.
- Has estado muy callada. ¿Te pasa algo? –ya sabía yo que iba a sacar el tema. Suspiro.
- Acabo de enterarme de que Laura y Drake se acostaron. Él me mintió.
- Ya… Bueno, ya sabes como es. No va a cambiar nunca.
- Si, me he dado cuenta.
- Mereces algo mejor, Ry.
- ¿Cómo quién? –le miro, la luz de las llamas le tiñe la cara de diferentes rojos y naranjas, creando sombras. Está guapo. Lukas siempre lo ha sido, recuerdo haber estado colada por él cuando aún pintábamos y dormíamos la siesta en clase. Él tenía los mejores rotuladores.
- Como yo –sin esperar respuesta me besa.Debido a la sorpresa mi primera reacción es apartarme, pero inmediatamente me dejo llevar, pongo mis manos en su nuca y él las suyas en mi cintura. Se que esto no está bien, que no debo darle esperanzas, pero la imagines de Drake y Laura juntos me viene a la mente… y le beso con más ganas.
Drake, no puedo dejar de repetir su nombre en mi mente, en bucle. Esto no está bien, nada bien. Estoy confundida, ¿qué me pasa? No puedo parar, pero… ¿quiero? Si. No. Si. ¿Qué está ocurriendo? Suelto un gemido que a Lukas le motiva más, pero esa no es mi intención. Quiero decirle que pare. No me siento bien. Dejo de mover la boca involuntariamente y él se despega de mi.
- ¿Qué te pasa? –parece preocupado.
- No me encuentro bien, necesito… dormir. Todo... me da vueltas.
Lukas pasa mi brazo por su hombro y me lleva hasta la tienda. No se cómo consigo meterme en el saco, y aunque recuerdo que aún llevo los zapatos puestos y deben estar muy sucios, el sueño me vence.Me despierto con la cabeza ligeramente entumecida y sin recordar cómo llegué a la tienda. ¿No me quité los zapatos siquiera? Mierda, ahora tengo que limpiarlo, ¿y por qué no llevo mis pantalones? ¿Me los quité y me dejé los zapatos puestos? Qué raro… Me giro para despertar a Marie pero en su lugar está… ¿Lukas? Qué cojones…
- Lu…Lukas… ¿Lukas?
- Mmm… ¿si?
- Despierta, ¿qué haces en mi tienda? ¿Has echado a Marie?
- No, cariño estás en la mía, has dormido aquí –¿Cariño? ¿Hemos dormido juntos? Ay, madre… ¿nos hemos acostado? Siento que palidezco.
- N-nos hemos… Ya sabes… Tú y yo…
No contesta, sonríe ampliamente y sale fuera. Mierda, mierda, ¡mierda! ¿Qué has hecho Riley? Seré estúpida…Encuentro mis pantalones a un lado, me los pongo y salgo. Necesito aire. Fuera está Drake, en cuanto me ve arruga la nariz y me da la espalda. ¿Ahora es él el que se enfada? Jodido hipócrita…
Voy hacia la que debería ser mi tienda, ahí está Marie aún dormida, me quito la ropa y me pongo el bañador. Corriendo descalza voy hasta el lago y sin pensarlo dos veces me meto. Tras dos pasos el agua ya me cubre hasta el cuello. ¡Está helada! Se me pone la piel de gallina y me estremezco. Nada, si nadas entrarás en calor, me digo, están empezando a castañearme los dientes, además la brisa no ayuda.
Buceo un poco e intento acordarme de lo que pasó anoche, sin éxito, recuerdo estar sentada frente al fuego y escuchar que Laura y Drake se acostaron, recuerdo enfadarme mucho y quedarme a solas con Lukas. Nada más, ni cómo llegué a la tienda, ni qué pasó después, ni por qué no llevaba mis shorts puestos.
¿Cómo puedo haber tenido sexo con Lukas y no acordarme? ¿Por qué ha pasado, no? Él no me lo ha confirmado, pero tampoco lo ha negado.Estoy enfadada, muy enfadada, con Drake por mentir, con Lukas por su comportamiento, con Laura porque sí, pero sobretodo, estoy cabreada conmigo misma y eso, efectivamente es lo que más me duele.
- ¡Ry, sal de ahí! –oigo como alguien grita y veo a todos en la orilla del lago, mirándome.
- ¡¿Qué pasa?!
- ¡Sal, vas a enfermar! –es Sarah. Ahora mismo eso es lo que menos me preocupa, Sarita.
- ¡No digas tonterías!
- ¡¡Qué salgas, lerda!! –grita Marie.- De verdad, no puedo ni bañarme tranquila –les recrimino cuando llego a su lado. Me pasan una toalla.
- ¿Pero no ves que estás tiritando?
- No es para tanto –pero no sueno convincente y además tiene razón, estoy temblando y noto los dedos de los pies entumecidos.
- Tienes los labios azules –se cruzan de brazos.
- Os estoy diciendo que estoy bien –estoy empezando a irritarme, más de los que estaba.
- Podrías enfermar, o incluso peor ¡podrías entrar en estado de hipotermia! ¿Y si no te vemos y mueres ahogada?
- ¡Oh Dios! ¡Sois unas dramáticas!
- En serio, Riley deberías tener más cuidado –Drake dice de repente.
- ¡Bueno! ¡El qué faltaba! Creo que eres el menos indicado para dar lecciones. ¿Y sabéis qué? No me parece tan mala idea, de echo, preferiría estar congelándome en el agua que seguir hablando con vosotros –doy media vuelta y me meto en mi tienda.Se que tienen razón, aunque sean un pelín exageradas, pero estoy tan cabreada que lo he pagado con ellas. Me pongo unos vaqueros largos, una camiseta y suéter ancho que le quito a Marie, necesito entrar en calor. Con la camiseta que usé ayer me seco un poco el pelo, no puedo hacer milagros, pero por lo menos ya no gotea. Para que no me humedezca los hombros lo recojo.
He estado un rato metida en la tienda, dentro del saco de dormir y ya me siento mejor, a excepción del hambre que tengo, pero seguro que están todos enfadados conmigo, así que, como una persona orgullosa que es lo que soy, no pienso salir.
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Nunca llores en verano
RomanceUn verano puede no ser nada, o cambiar toda una vida por completo. No hablo de grandes viajes que llenan el alma ni amores fugaces que siempre recordarás. No. Hablo de algo más profundo, algo que cala muy hondo. Soy Riley y este verano viviré algo...