32

8 1 0
                                    

Ayer Lukas pasó todo el tiempo en su habitación después de la escena de la playa, incluso echó el pestillo y no salió a cenar. Convencí a Drake para que fuese a hablar con él, después de escuchar repetidas veces “Te lo dije, está colado por ti”, pero no salió. Ni siquiera abrió la puerta cuando Drake quiso acostarse. Tuvimos que dormir los dos junto a Marie en la misma cama, y a pesar de lo que pueda parecer, fue divertido.

Ahora, Lukas sigue en el mismo plan, y nosotros estamos hablando sobre ello en el salón.
- ¿Entonces, vais en serio? -pregunta Sarah emocionada y yo suspiro.
- Nos lo estamos tomando con calma -Drake me coge la mano.
- Tengo que encontrar pareja urgentemente -dice Marie – Ahora os iréis a cenar los cuatro, quedaréis para merendar, vosotras encontraréis un trabajo similar y compraréis casas en la misma calle, y vuestros hijos serás amigos… ¡Oh Dios, estáis excluyéndome de vuestras vidas! -finge llorar y me agarra el brazo. Los demás ríen.
- Has entendido a la perfección el concepto “con calma”, cuando lo he dicho pensaba exactamente en todo eso. Te ha faltado nombrar los viajes que haremos cuando seamos jubilados.
- ¡No por favor! -exagera y no puedo evitar reírme.

- Hablando en serio, no sabía que Lukas estaba pillado por ti -dice Liam.
- Yo sí -me recrimina Drake y yo pongo los ojos en blanco.
- Algo intuía -confieso – sobretodo después del día que fuimos de acampada.
- Ya -suelta Drake irritado. Él me vio vio salir de la tienda de Lukas por la mañana.
- ¿Qué pasó? -pregunta Sarah.
- Sinceramente, no lo se. Me desperté a su lado pero no recuerdo nada.
- ¿Has hablado con él?
- Si pero no me lo quiere contar.
- Qué raro…
- Sí.
- Esperaremos un par de días a que se le pase y si no, creo que lo mejor será volver a casa -sentencia Liam.
- Yo pienso igual.

Son las tres de la mañana y no puedo dormir. Estoy entre Drake y Marie en la cama que, afortunadamente, es lo bastante grande para quepamos sin problemas. Todo esto me tiene bastante mosqueada, Lukas ni siquiera me ha dejado explicarme, de echo ni siquiera me ha abierto la puerta.
Me incorporo y paso por encima de Marie, estoy a punto de abrir la puerta cuando escucho un ruido, creo que viene de la cocina. Lentamente e intentando ser silenciosa, abro y voy de puntillas, al llegar veo a Lukas de espaldas a mí hurgando en un cajón.
- ¿Lukas? -susurro pero él se sobresalta y se da la vuelta empuñando un cuchillo – Soy yo, lo siento no pretendía asustarte.
- ¡Joder! Casi me da un infarto -pone la mano en el pecho y deja el cubierto – Tenía hambre.
- Normal… Oye creo que tenemos que hablar -me pongo seria y a le cambia la expresión, ahora me mira con rudeza.
- No quiero hablar contigo.
- ¿Por qué? No he hecho nada malo…
- ¡Déjame en paz! -está punto de irse pero le cojo del brazo.
- Lukas, como sigas así nos iremos, no tiene ningún sentido seguir juntos de vacaciones si tú pasas de nosotros -digo. Él sacude el brazo para deshacerse de mí y me mira. Nunca, jamás, me ha mirado nadie de esa forma tan… fría. Parece otra persona. Doy un paso hacia atrás casi sin darme cuenta y él se marcha.

Me quedo así, pasmada en la cocina durante bastante rato. Me siento triste, y emocionalmente derrotada. Me fumo un cigarro y me vuelvo a la cama.

Nunca llores en veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora