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El tipo del mecánico nos ha prestado una camioneta para remolcar la caravana. No nos creía cuando le contábamos lo sucedido, pero le hemos dejado quinientos pavos como fianza.
Mañana volveremos y espero que la deje tal y como estaba, si no mi padre nos matará. ¡Me cago en todo, ¿cómo ha podido pasar todo esto?!
Aparco detrás de la caravana. Se ha hecho bastante tarde, pero el jodido mecánico cierra durante el mediodía y hemos tenido que esperar sentados en la acera.
Ahora solo necesito abrazar a Riley, ¡Joder, cómo la necesito! Antes se me rompió el corazón al verla tan triste y asustada. Doy un golpe al volante y Liam y yo salimos del coche. 
- ¡¿Qué cojones?! -gruñe Liam y le miro, ¿ahora qué pasa? Él señala con el dedo y sigo su dirección. A lo lejos veo a Marie, está tumbada inconsciente sobre el suelo.
Avanzamos hacia ella y la veo.

Riley está de rodillas, con las manos a la espalda y la boca hinchada y llena de sangre. Es lo peor que he visto en toda mi jodida vida, una parte dentro de mí se rompe cuando ella me mira y veo sus ojos apagados, tristes.
- ¡Riley! -corro hacia ella pero alguien la levanta del suelo y le pone un cuchillo en el cuello. Es Lukas.
- ¡Como os mováis la mato!
- ¡¿Qué coño estás haciendo?!
- ¡Ya me has oído! Tumbaos en el suelo con las manos en la cabeza…
Miro a Liam y él asiente. Lentamente nos agachamos hasta quedar estirados sobre la hierba. En ningún momento pierdo de vista a Riley.

Drake y Liam obedecen a Lukas. Le creo, se que es capaz de matarme y eso me aterroriza.
Ojalá nos hubiesen visto antes que nosotros, entonces entre los dos podrían haber reducido a Lukas; pero no tiene sentido pensar en ello ahora. Ya está hecho. El daño está hecho.
Me quita el cuchillo del cuello y mi cuerpo se relaja, pone su mano sobre mi hombro y me obliga a colocarme de rodillas otra vez.
- No intentéis haceros los héroes, o lo pagaréis muy caro -se dirige hacia un montón de cuerdas que hay sobre el suelo.

Ahora o nunca. La adrenalina me recorre todo el cuerpo, lanzo una mirada a Drake, me levanto y corro directa hacia Lukas.

Nunca llores en veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora