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Hoy volvemos a casa, a Neelvillage, para dejar los coches, coger ropa y volver a la aventura, no sin antes pasar la noche con nuestros respectivos padres, Sarah y Marie querían salir hoy mismo, pero a los demás nos apetecía pasar un pequeño tiempo en familia.

Ayer nos pasamos todo el día recogiendo nuestras cosas, limpiando la casa para dejarla tal y como estaba y planear mejor el viaje. Aunque no planeamos prácticamente nada, preferimos improvisar, aunque eso implique, seguramente, que acabemos durmiendo en el suelo o por turnos las dos noches que pasaremos de camino. Les he hecho prometer que no nos quedaríamos en un hotel por nada del mundo.

- ¡Iiiiiiii! -Sarah suelta un ridículo gritito - ¡Qué ilusión me hace!
Todos sonreímos y nos metemos en los coches. Drake está al volante, yo en el asiento del copiloto y Marie detrás. Arranca y por el retrovisor veo como nos alejamos de esa gran casa y el fantástico lago. Bajo la ventanilla, como siempre.

- Pon música -me pide Marie y yo enciendo la radio, pero aquí no se sintoniza ninguna emisora así que pongo un pendrive que encuentro en la guantera.

You get a shiver in the dark, It's raining in the park but meantime, South orf the river you stop and you hold everything la música resuena en los altavoces y reconozco la canción. Sonrío.
- Es el de mi padre, no recordaba que te gustase el rock.
- Me encanta. Savin' it up, for Friday night. With the sultans. We're the sultans of swing -canto lo mejor que se.

Llevamos una hora de viaje, ya hemos quitado la música y Marie duerme. Drake y yo no hablamos, pero no es un silencio incómodo a pesar de nuestra pelea, aún somos amigos. Parece que él me ha leído la mente y me mira un segundo antes de volver a poner su atención en la carretera.
- Ry, quiero hablar sobre lo que pasó con Laura.
- Déjalo Drake, me mentiste pero ya no importa -no es verdad, pero mi orgullo me impide mostrar mis sentimientos - En ningún momento hemos salido, así que tu beso con ella tampoco importa, y sus estúpidos comentarios acerca de mi peso no me afectaron ni lo harán nunca. Dejemos a un lado todo eso y lo que queda es nuestra amistad, la que teníamos antes de hacer este viaje. Yo me quedo con eso.
Intuyo que le ha quedado claro, pues convierte su boca en una fina línea y no comenta nada más.

Llegamos al pueblo y dejamos primero a Marie y Lukas, que viven cerca y después a mi. Salgo del coche tras despedirme de Drake y antes de entrar en casa con mi mochila Sarah me grita.
- Coge ropa de abrigo, Ry. Por las noches refresca mucho. ¡Nos vemos mañana!
- Vale -le lanzo un beso y me despido con la mano.
Hogar dulce hogar. Huele a café y pan, eso me hace recordar que con las prisas ni siquiera hemos desayunado.
- ¿Riley? -mi madre se asoma desde la cocina - ¿Qué haces aquí, cariño?
- Hola mami -nos abrazamos fuertemente - Hola Mike.
- Hola guapa -me sonríe desde el sofá.
- Dime, ¿ha pasado algo?
- No -vamos a la cocina y nos sentamos en los taburetes - Mañana nos vamos a Monte Colton.
- ¿En avión?
- No, en coche, pasaremos unos días en la carretera de camino.
- Qué bien, cielo -me dice pero noto que duda.
- ¿Qué pasa?
- Cariño, no puedo darte dinero.
- Ya lo se mamá, no he venido a eso. Tengo que preparar otra mochila con ropa y Liam y Drake le pedirán la auto caravana a su padre.
- ¡Qué divertido! ¿Cuándo salís?
- Mañana temprano. No te avisé de que venía a casa, lo siento me olvidé.
- No pasa nada. ¡Mike, se van a Monte Colton! ¿Tú estuviste allí, no?
- Si, fui a veranear un año con mi familia, es un sitio muy bonito.
- Los padres de Sarah tienen una casa allí.
- ¿Cuántos días pasaréis?
- No lo se, no quiero darte un número porque después nada sale como lo planeas.
- Cierto.
- ¡Qué hambre tengo! -me levanto estirándome y cojo una rebanada de pan, la unto con mermelada y la como mientras me sirvo café.

Nunca llores en veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora