Me duele todo. ¿Qué está pasando? Tengo la cabeza entumecida. Noto la fresca brisa, es casi de noche y estoy fuera. Pero… no… ¡no puedo moverme! Tengo las manos atadas a la espalda. Abro los ojos y me retuerzo. Estoy tumbada en el patio. Intento chillar, pero solo emito un pequeño sollozo. Tengo un pañuelo en la boca, atado en la nuca. Consigo ponerme de rodillas. La hierba me hace cosquillas y la grava me araña, pero no importa. ¡Joder! ¡¿Qué coño está pasando?!
Miro desesperadamente a mi alrededor. Ahí sigue la caravana, a mi derecha veo a Marie y a mi izquierda, a Sarah. Las dos están inconscientes y atadas. ¡No puede ser! ¿Qué es todo esto? Han venido, los que nos robaron han vuelto, seguro. ¡Oh, Dios! ¿Qué vamos a hacer?
Emito un sonido que sale directo de mi garganta, necesito saber que están bien. Marie se mueve, así que vuelvo a intentar hablar. Finalmente despierta. ¡Está bien, menos mal! ¡Sarah! Intento levantarme pero no puedo mantenerme en pie. ¡Nos han drogado! Gimoteo y miro a Marie, ella me devuelve una expresión aturdida y poco a poco veo como entra en pánico, se retuerce intentando soltarse las manos, pero no puede.
Me desplazo lentamente de rodillas hacia ella, es muy complicado, las piedras me rajan la piel y lo que sea que tenga en el cuerpo provoca que mis movimientos sean demasiado torpes y no piense con claridad. Me caigo tres veces, pero ya estoy llegando. ¡Sí, joder! Estoy a un metro de ella. Lo voy a conseguir. De pronto abre mucho los ojos y gimotea muerta de miedo. ¿Qué pasa? Lo único que quiero es desatarla.
Grita. Y entonces, siento un gran golpe en la cabeza.Cuando vuelvo a despertar, sigo en la misma situación y lo único que veo son unas zapatillas de hombre. El pánico se apodera de mí. ¡Van a hacernos daño! ¡Por favor, que alguien me ayude! Gimo desesperadamente e intento levantarme, pero el dolor de cabeza es insoportable. Oigo a las chicas, están muertas de miedo, debo ser fuerte por ellas. Trago saliva. ¿Y Lukas? Oh, por Dios espero que no le haya pasado nada… Alguien tira fuertemente de mi brazo y me deja de rodillas y entonces… lo tengo delante. ¡Está bien! ¡Ha venido a ayudarnos! Menos mal… Me quita la mordaza.
- ¡Lukas… oh Dios gracias, gracias! ¡Madre mía pensaba que te habían hecho daño! ¡Desátame! -pido desesperadamente y él… ¿se ríe? - ¿Lukas?
- Hola, preciosa -sonríe como si nada.
- ¿Qué? ¿Lukas, pero qué…? N-no entiendo...
- ¡Pero qué estúpida! -me espeta. Sus ojos son fríos y distantes. Miro a las chicas y él estalla en carcajadas - ¡Tendríais que veros las caras!
- ¿Esto es una broma?
- ¡NO! ¡Esto no es una broma! ¡Esto es real, Riley!
- ¿Pero… qué estás haciendo? Esto…
- ¿No lo comprendes? -niego con la cabeza y él suspira exageradamente – La caravana, la destrocé yo.
- ¿Por qué?
- ¡Por qué no pienso dejar que te marches! ¡Por qué debías ser mía y lo has jodido todo! Tú y el jodido Drake… -tiene las venas del cuello hinchadas y los puños apretados, yo estoy temblando de puro terror.
- Lukas, podríamos haberlo hablado… Yo… no sabía nada…
- ¿¡Qué!? ¿Me habrías escogido? -tengo su cara demasiado cerca e instintivamente me aparto – Eso pensaba…
- ¡Por favor deja esto! ¡No tienes por qué hacer nada! Lo olvidaremos y podremos hablar tranquilamente sobre lo que sientes… -me cruza la cara de un guantazo.
- ¡Cállate! -la mejilla me escuece y no puedo reprimir las lágrimas – Oh no nena, no llores por favor… eh vamos... -me acaricia la cara y yo la aparto bruscamente. Eso lo enfurece y vuelve a pegarme, esta vez con el puño. Noto la sangre caliente caer por mi labio - ¡Para ya! ¡Te estoy diciendo que no llores!
- Déjame… -pido débilmente mientras me recupero del golpe. No puedo dejar de llorar. Esto no está pasando, no está pasando…
- Oh, vamos… estamos en verano, no llores… ¿No lo íbamos a pasar genial? ¡¡He dicho que no llores!! -me agarra la cara con fuerza y me hace daño, pero Marie grita a través de la mordaza y me suelta, va hacia ella y se la quita bruscamente.
- ¡¡Eres un puto enfermo!! ¿Me oyes? ¡Estás mal de la cabeza! ¡¡Psicópata!! -Lukas le golpea en la cara con el puño y Marie cae inconsciente.
- ¡No! Marie… Por favor, no le hagas nada… Lukas, haré lo que quieras, lo que me pidas… pero déjalas en paz -sollozo desesperada. Él ríe sarcásticamente.
- ¡Ya lo hiciste!
- ¿Qué…?
- “Lukas, cuéntame qué pasó entre nosotros” -me imita - ¿Quieres saber qué pasó? Metí la misma droga que hoy en tu bebida, y cuando hizo efecto te llevé a mi tienda y allí lo hicimos -sonríe con sorna.
- Me violaste... -sollozo tan fuerte que me escuece la garganta, pero no puedo parar. No puede ser, no puede ser… es lo único que se repite en mi cabeza, en bucle. El pecho me duele horriblemente, en parte por el llanto y en parte por lo que acabo de oír. Todos estos años he sido amiga de un jodido enfermo…
- Oh, vamos… -pone los ojos en blanco. De repente centra su atención en Sarah y yo también la miro. Está de rodillas igual que yo, y llora en silencio - ¡No me acordaba de ti, Sarita! ¿Tú sí sabes mantener la boca cerrada, verdad? -camina hacia ella y busco desesperadamente la manera de detenerlo.
- ¿Robaste nuestros teléfonos? -ya se la respuesta, solo quiero que no toque a Sarah, y parece que funciona, ahora se dirige hacia mí.
- Claro, no pensaba arriesgarme… -se encoje de hombros - ¿Te cuento algo gracioso? ¿Los arañazos en vuestra puerta por las noches? Fui yo -se ríe – Y la ouija, también, ¿cómo fueron tan idiotas como para creérselo? -ríe aún más fuerte – Fue divertidísimo ver sus caras… Excepto tú, mi pequeña… Tú siempre has sido la más inteligente -me acaricia suavemente el pómulo y me esfuerzo por no apartarme, no quiero que me vuelva a pegar – Por eso me ha decepcionado tanto que no me descubrieras…
- Lukas… -digo, pero me ignora.
- Pero sobretodo me ha decepcionado que escogieras a Drake -habla con asco - ¡Ese hijo de puta…! ¡Va a pagar por todo esto! ¡¡Ha sido todo por su culpa!!
- ¡No! Lukas, esto se puede arreglar… dejaré a Drake, nos iremos tú y yo juntos, donde tú quieras -intento no sonar demasiado desesperada. Vuelve a pegarme, ahora sí que me ha partido el labio.
- ¡¿Crees que soy idiota?! -me grita fuertemente en la cara - ¡Estás mintiendo! ¡Mentirosa! ¡¡Puta mentirosa…!!Entonces veo una luz. Una luz que podría salvarme la vida.
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Nunca llores en verano
RomanceUn verano puede no ser nada, o cambiar toda una vida por completo. No hablo de grandes viajes que llenan el alma ni amores fugaces que siempre recordarás. No. Hablo de algo más profundo, algo que cala muy hondo. Soy Riley y este verano viviré algo...