Me despierto y a mi lado, tumbada sobre la cama en el hospital está ella. Tenemos nuestras manos entrelazadas, pero todavía duerme. Yo me he pasado toda la noche en la butaca,como los últimos días. La miro. Las heridas del labio y el pomulo ya han cicatrizado.
Tubo mucha suerte, el cuchillo no perforó ningún órgano vital y solo hizo falta una pequeña intervención quirúrgica. Después de confirmar que todo salió bien y estaba estable, un psicólogo vino a hablar con nosotros. Shock post-traumático, depresión y muchas probabilidades de desarrollar fobias y ansiedad. Ese fue su diagnóstico sobre Riley. En otras palabras, está jodida.
Su madre y Mike no se separan de ella, y se reúnen con el psicólogo para saber qué pautas seguir, tanto para Danna como para Riley. Yo decliné la oferta, no necesita hablar con ese hombre.
Los chicos vienen cada día y le traen flores, libros y cosas así.
Marie pasó un par de días en observación y le hicieron numerosas pruebas para asegurar que no tuviera ningún derrame cerebral y afortunadamente está bien, al menos en el aspecto físico; emocionalmente estamos todos hundidos.
Pero la que peor está es Ry. No habla, nunca. Se pasa las horas durmiendo o mirando por la ventana. Nadie ha conseguido que diga ni una sola palabra, no sonríe apenas y tenemos que obligarle a comer.Acaricio su mano, tiene una vía conectada a ella, por la que le inyectan suero y calmantes. Es bastante desagradable, pero es la única manera de evitar que se consuma. Ha perdido alrededor de unos cinco quilos, se le marcan las clavículas y en sus piernas lo único voluptuoso son las rodillas; la bata que le han dado las enfermeras cada vez le queda más holgada. Estoy cagado de miedo, no quiero verla morir otra vez.
Y él, el culpable de todo esto, quiso venir a verla el muy cabrón, su abogado vino a intentar pactar un acuerdo para concertar una visita. Está arrepentido dijo. ¡No debería estar arrepentido, debería estar muerto! Fue muy difícil mantener la calma, pero gracias a Dios Danna no quiso oír nada más, se negó y se marchó dignamente. Todos la seguimos, estaba todo hablado.
Después de aquello se celebró un juicio, pero conseguimos un informe médico en el que se justificaba la ausencia de Riley. Las chicas, Liam y yo sí fuimos y... volver a verle la cara... no se cómo conseguí reprimir mis instintos homicidas, pero lo hice. Sarah y Danna fueron sin duda, las que peor lo llevaron. Se me eriza el vello solo por recordarlo.
El veredicto fue trastorno de personalidad y enajenación mental y por lo tanto, no irá a la cárcel. Pasará los próximos años en un centro psiquiátrico, hasta que no sea considerado una amenaza para la sociedad. Sí, desde luego el manicomio es tu lugar, Luke. Ojalá te pudras allí.Riley se mueve, acaba de despertarse.
- Ey... buenos días, princesa -le beso los labios, no sonríe - ¿Desayunamos?
Niega con la cabeza, pero finjo no haberla visto y me levanto a por un par de cafés y unos donuts.
Estoy a punto de salir de la habitación cuando entran Danna, Mike y el médico.
- Hola -digo desconcertado.
- Buenas noticias -me sonríe la madre de Ry.
- Efectivamente -habla el doctor - he venido a darte oficialmente de alta, Riley. Puedes irte a casa -le tiende el informe con una sonrisa y se marcha.
La reacción más normal sería alegrarse, reír o sonreír o incluso aplaudir, yo que se; pero lo único que hace Riley es leer su informe seriamente. Se levanta, coge la bolsa con su ropa y se mete en el baño. Mike me da una palmada en la espalda y le sonrío sin ganas.
Nos vamos a casa.Danna me explica que antes de llevar a Riley a su casa deben pasar por el psicólogo para prepararla mentalmente, es un gran cambio y quiere que le afecte lo menos posible, después nos encontraremos allí.
Aprovecho y me marcho a mi casa para ducharme, de camino hablo con Liam y las chicas por el grupo que tenemos en Whatsapp, y todos se alegran muchísimo y quieren verla, pero les pido que lo dejen para otro día.
Finalmente llego a mi casa, es raro volver. Están los tres en el sofá, con mis padres y se levantan corriendo a abrazarme. Yo lo agradezco.
Hablamos un rato pero me voy a la ducha, no quiero llegar tarde.
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Nunca llores en verano
RomanceUn verano puede no ser nada, o cambiar toda una vida por completo. No hablo de grandes viajes que llenan el alma ni amores fugaces que siempre recordarás. No. Hablo de algo más profundo, algo que cala muy hondo. Soy Riley y este verano viviré algo...