Las chicas nos estamos cambiando dentro de la caravana y los chicos fuera. Por segunda vez, les tengo envidia, cambiarse aquí dentro las tres está resultando bastante complicado.
Me pongo una camiseta de tirantes, unos shorts y unas sandalias atadas al tobillo. Y el chaleco nuevo, es perfecto para esta noche. Me aplico un poco de máscara en las pestañas y soy la primera en salir. Los chicos están sentados en el suelo.
- Una menos, quedan dos.
- Ya estamos, tranquilos –nos riñe Marie.
En cuanto acaban cerramos el vehículo y nos dirigimos a la playa.
Hay un grupo en el escenario probando los micrófonos, la gente está alrededor esperando. Antes no me fijé pero hay unas casetas de lonas blancas en las que venden bebida y tonterías como anillos de goma con luces y cosas así. Pedimos unas cervezas y nos situamos entre la gente.
- ¿Emocionada? –Drake me sonríe.
- Mucho –doy saltitos de alegría y él ríe.Al poco rato el grupo empieza a tocar, son canciones propias y se les da muy bien, me esperaba algo más cutre.
El ambiente es muy agradable, la multitud reconoce la música y canta, algunos bailan y todos bebemos. Enciendo un cigarrillo y acabo lo que me queda de cerveza, me separo de los chicos para tirar el vaso de plástico y cuando estoy de vuelta un chico me para. Es bajito y corpulento, viste una camiseta de tirantes y un bañador.
- Hola guapa, ¿estás sola?
- No, estoy con unos amigos –no me da buena espina.
- Qué pena, ¿no quieres venir conmigo?
- No, gracias –respondo bruscamente y le esquivo.
- ¡Tú te lo pierdes! –oigo que grita cuando estoy a unos metros. Pongo los ojos en blanco aunque es imposible que me vea.
Vuelvo con mis amigos y en el escenario el grupo se despide y sube otro. Su música es muy buena y más bailable. Lo estoy pasando realmente bien.- Gracias por traerme –le digo a Drake desde el asiento del copiloto. Él conduce. Son cerca de las cuatro de la tarde, nos hemos despertado hace poco, ya que anoche volvimos tardísimo y dormimos dentro de la caravana.
- No hay de qué, nena –sonríe – lo pasé genial.
- Si, yo también –sonrío y pongo la mano sobre su pierna, la coge y la lleva a sus labios, le da un beso como hice yo la otra vez y vuelve a dejarla donde estaba.
- Hoy no deberíamos parar, chicos. Así llegaremos mañana temprano.
- Vale, voy a dormir un rato más y después te relevo –responde Liam.
- Vale –baja la música para que su hermano descanse y sigue conduciendo.
Cojo mi móvil y miro las fotos de anoche, en la mayoría salimos bailando o bebiendo. Espera, ¿eso es un sombrero? No se a quien se lo quité pero así como vino, se fue. La mayoría han salido borrosas pero no las elimino. Le envío una a mi madre en la que salgo sonriendo. Su respuesta no tarda en llegar.Qué guapa!!
Es de ayer, estuvimos en un festival en la playa :P
Que guay, pásame más.
Voy.
Le paso un par más y me despido de ella.Al cabo de un par de horas Drake aparca en una gasolinera y les cambiamos los asientos a Liam y Sarah. Los que lo necesitan van al baño y a por botellas de agua y sándwiches.
Tras comerme uno, enchufo los auriculares al móvil, me los pongo y cierro los ojos.
ESTÁS LEYENDO
Nunca llores en verano
RomanceUn verano puede no ser nada, o cambiar toda una vida por completo. No hablo de grandes viajes que llenan el alma ni amores fugaces que siempre recordarás. No. Hablo de algo más profundo, algo que cala muy hondo. Soy Riley y este verano viviré algo...