Las horas pasaron muy rápido. Llegó el momento de cambiarme para ir donde los Harding.
Dejé mi pelo suelto, con ondas en diferentes capas, que hice yo misma con la ayuda de una pequeña plancha de pelo.
Mi maquillaje, lo hice lo más natural posible. Ojos con sombras nude de brillos, párpados delineados de negro en el borde donde nacen las pestañas haciéndolos ver más grandes, rimel negro para alargar mis pestañas y labios pintados color rosa pálido.
Pasé a ponerme el vestido y los zapatos, para luego hechar algunas gotas de mi perfume favorito en cuello y muñecas.
Me miré al espejo sorprendida, la verdad que me sentí más linda que cuando me pongo los vestuarios de ballet que solemos usar en nuestras presentaciones.
Decidí no llevar cartera, metí en mi abrigo blanco mis llaves y mi celular.
El remisse que me iba a llevar a la fiesta llegó.
Antes de salir me acordé de ponerme el anillo de Liam, esta noche se lo devolvería.
Manejé bastante bien la ansiedad y mis nervios, hasta que llegamos a destino y me tuve que bajar del auto.
La casa estaba muy iluminada, autos estacionados por todos lados, se podía escuchar una canción de Frank Sinatra a lo lejos. La familia de Liam definitivamente estaba celebrando a lo grande que haya salido del hospital. Supongo que tiene sentido, es celebrar que está vivo y bien.
Me paré en la puerta principal, respiré profundo y toqué el timbre.
El abuelo Graham fue el que me recibió, me dio un abrazo y me pidió que entregue mi abrigo a un mozo para que lo dejara en el pequeño closet del recibidor.
Me ofreció su brazo, y caminé a la par mientras avanzábamos por la casa llena de invitados. Todos en vestidos y trajes, ahora agradezco a Bivian el haberme llevado las cosas anoche.
Comencé a sentirme muy incómoda porque todos se quedaban observándome o murmurando algo al verme pasar, y yo no conocía a nadie.
Llegamos a la sala, y pude ver caras conocidas para mí al fin.
Liam estaba entretenido hablando con un grupo de personas sentado en uno de los sillones.
Se veía muy bien en ese traje negro elegante. Ahora estoy muy segura que él eligió lo que tengo puesto porque su camisa, corbata y el pañuelo en el bolsillo del saco, eran del mismo color menta de la tela transparente de mi vestido y la cinta de mis tobillos.
Si nos paramos uno al lado del otro nos veríamos combinados, como una pareja.
Verlo sonriendo y divirtiéndose me hipnotiza, tiene una sonrisa que contagia desde lejos.
Encontrar las palabras para decirle toda la verdad esta noche será más difícil de lo que pensé, pero encontraré la forma de hacerlo.
El abuelo Graham me soltó, y se disculpó diciendo que iba a ir a recibir más invitados.
Liam notó mi presencia, se paró de inmediato y vino caminando rápido hacia mí.
Me abrazó y sin dejarme tiempo a reaccionar, me dió un beso en cada mejilla, tomó mi mano derecha y me hizo girar despacio sobre mi sitio.
Liam:- Wow... perfecta. No sé qué hice para merecerte, pero prometo hacer todo lo que está en mis manos para darnos una oportunidad. A mi familia los tienes hechizados y yo definitivamente estoy empezando a sentir magia. Siento que es lo correcto, que estemos juntos.
Chloe:- ¿Podemos hablar en algún lugar más privado?
Liam:- Claro hermosa, pero primero quiero que mis amigos conozcan a la chica que me salvó la vida y...
Se acercó a mi oído hablando en un tono más bajo.
Liam:- ... mueran de envidia. Me encantas Chlo.
Sólo sonreí y me dejé llevar de la mano de Liam. Estaba tan acelerado que no pude poner resistencia.
Me guió hasta el comedor principal, donde habían retirado las sillas, estaba la mesa vestida de mantel blanco con canapés, tartaletas, y copas de espumante.
Había personas conversando alrededor. Caminamos de la mano hacia un grupo al lado de la ventana.
Liam:- Manada de bestias, les presento a mi chica. Chloé, ellos son mis mejores amigos de la universidad.
El grupo de chicos volteó a verme mientras exclamaban felicitaciones hacia Liam, entre risas y bromas internas que yo no comprendía. Y la verdad no presté mucha atención porque estaba muy distraída viendo a Evan, que estaba en el grupo con ellos.
Vestía completamente de negro, desde el pañuelo en el saco, camisa, corbata, hasta los zapatos. Resaltaban sus ojos celestes que buscaban los míos. Cuando chocamos miradas instintivamente me solté de la mano de Liam. Él se pasó la mano por la nuca demostrando incomodidad.
Mientras la mayoría de ellos hablaba con Liam, uno se apartó del grupo acercándose a mí para presentarse. Su nombre era Brody, dijo ser el mejor amigo de Evan.
Brody:- Chloé, no sabes lo bien que se siente al fin conocerte, los dos hermanos Harding no paran de hablar de tí.
Chloé:- ¿En serio? No pensé que el hermano de Liam hablara de mí. Vivimos peleando, estoy segura que me odia. No le creas nada de lo que te diga, siempre exagera las cosas.
Brody:- Bueno, al menos mi amigo no exageró al decir lo linda que eres eh.
Evan pareció escuchar lo que dijo y se acercó a nosotros rápidamente tapándole literalmente la boca con una mano a Brody. Yo no pude evitar reírme un poco, mis nervios comenzaron a hacer acto de presencia otra vez.
Evan:- Disculpa a Brody, la champagna tiende a afectarle el cerebro.
Chloé:- ¿Estás seguro?
Evan se quedó mirándome en silencio, mientras Brody lograba sacárselo de ensima.
Brody:- Amigo ¿Qué te pasa?
Evan:- Chloe, ya regresamos. Tengo un par de cosas que hablar con él.
Se alejaron del comedor y subieron por la escalera al segundo piso.
Liam se dió cuenta que estaba sola, vino por mí y me pidió que lo acompañe a saludar a otros invitados.
Después de veinte minutos de hacer lo mismo, comencé a ponerme ansiosa. Le pedí a Liam irme un momento sola y accedió.
Subí las escaleras buscando dónde esconderme un rato. Ví una puerta semiabierta al final del pasillo con la luz prendida.
Me sentía aliviada de poder apartarme de tanta gente que no conozco que me aturde con preguntas o felicitaciones absurdas.
Al acercarme, escuché unas voces que provenían del otro lado de la puerta. Me detuve, porque reconocí que eran Brody y Evan.
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Amor a Segundo Riel ©
RomanceChloe Diamond, encuentra al chico de sus sueños en el tren del frente leyendo el mismo libro que ella... pero, él cae a los rieles ¿Amor perdido? Pues no, ella va tras él ¿Fin? Bueno, digamos que acompañar al lindo chico herido e inconsciente al hos...