Mariposas

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Mis latidos se aceleraron, me puse muy nerviosa, sentí un vacío en el estómago, quería salir corriendo pero mis piernas no están colaborando.

Él se veía sorprendido de verme, tenía una sombra debajo de sus ojos celestes, como si le faltaran muchas horas de sueño, me extrañó no verlo vestido formal, estaba en jeans, zapatillas y una chompa negra de manga larga cerrada. No sé si es por la distancia que tomamos pero lo veo más lindo, ganas de pasarle la mano por la cabeza y despeinarlo un poco se hicieron presentes. Sé que está todo mal entre nosotros pero extraño tenerlo cerca, no puedo evitarlo.

Me tomó desprevenida el seguir mi propio impulso, comencé a caminar hacia él.

Al alcanzarlo, dije lo primero que se me vino a la mente.

Chloe:- ¿Perdiste la corbata y el saco?

Su expresión era dura, se notaba tenso y evitaba verme a los ojos.

Evan:- ¿Es en serio? ¿Caminaste hasta acá para decirme eso?

Chloe:- No sé qué decirte, ni cómo hablarte.

Evan:- Ese es tú problema, no el mío. Y no entiendo qué haces acá ¿No deberías estar probándote vestidos o eligiendo flores?

Chloe:- Me duele que me trates así.

Sus ojos fueron detrás mío como viendo a alguien acercarse a nosotros, yo escuché el ruido de unos tacones.

Evan:- No creo que te duela tanto como esto.

Lo seguí con la mirada mientras pasaba por mi lado hasta llegar a Annie, la agarró de un brazo atrayéndola hacia él y la besó fuertemente.

Sentí que me moría, toda la tristeza que intenté manejar las últimas semanas se acumuló en mi pecho, mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.

Él se separó de Annie rápidamente, y la expresión dura que tenía cambió al verme con los ojos rojos y lágrimas rodando por mis mejillas, abrió un poco la boca y se veía preocupado.

Annie le decía algo a Evan, pero para mí era ruido, no distinguí ni una palabra.

Solté una risa irónica entre mis lágrimas y comencé a caminar rápido hacia el ascensor.

Evan:- Chloe, no, no, no, espera. ¡Aghr! ¡Soy un idiota!

Lo escuché decir eso mientras me seguía, todos pararon de trabajar y voltearon a vernos, pero no me importaba, yo seguía caminando sin mirar atrás, sólo quería salir de ahí.

Todo pasó muy rápido. El ascensor se abrió al momento que toqué el botón, entré, él me siguió dentro, las puertas se cerraron, sentí que el ascensor se movía hacia abajo pero se detuvo en seco porque él presionó el freno de emergencia.

Chloe:- Abre la puerta, iré por las escaleras.

Logré decir mientras luchaba por ver, ya que las lágrimas seguían apareciendo.

Evan:- Perdóname, por favor, soy un gran imbécil, no creí lastimarte, pensé que habías jugado conmigo todo el tiempo y fue mi estúpida forma de hacerte ver que no me importa lo que me hiciste. No puedo verte llorar, te amo.

Su tono de voz sugería desesperación.

Él estaba cerca a la puerta, yo pegada al espejo de atrás, había un espacio razonable entre los dos.

Me saqué las lágrimas como pude del rostro.

Chloe:- Tu forma de amar apesta.

Eliminó el espacio entre nosotros, y me abrazó rodeándome por completo entre sus brazos. Me resistí al principio, lo intenté empujar pero insistió hasta que cedí y termine llorando en su pecho, mientras él me daba besos en la cabeza y frotaba mi espalda lentamente.

Evan:- No sé cómo arreglar esto. Sólo sé que te quiero a distancias cortas y besos largos, no quiero perderte.

Me incorporé, sus caricias me calmaron. Tomé aire, me aparté un poco, él me soltó permitiendo que me separe.

Chloe:- Nunca jugué contigo, pero me equivoqué tanto que no encuentro una salida que no termine hiriendo a alguien.

Evan:- Yo hablé con mi abuelo después de lo que pasó, discutimos por horas hasta que hice que entendiera lo que siento por tí. Me dio su palabra de ayudarnos.

Eso definitivamente no lo esperaba, en el fondo me alegraba pero ya no tiene sentido.

Chloe:- No... no hay nada que hacer, es tarde y lo sabes. No me atrevo a lastimar a toda tu familia, no puedo hacerle algo así a Liam. Es tu hermano ¿No te importa hacerle daño?

Evan:- Basta, deja de pensar en todos los demás ¿No te importa hacerme daño a mí? ¿A tí misma?

Se volvió a acercar, pasó un mechón de pelo detrás de mi oreja, luego bajó la mano por el borde de mi cuello pasando por mi clavícula siguiendo por mi hombro recorriendo mi brazo hasta tomar mi mano, para luego jalarme hacia él dejando mi mano detrás de su nuca, al soltarla me agarró por la cintura suavemente y terminó con cualquier espacio entre los dos.

Tenerlo tan cerca genera que un escalofrío recorra mi cuerpo y tenga la sensación de tener mariposas volando dentro de mí.

Mi respiración era prácticamente inexistente. Casi no me dí cuenta que el ascensor comenzó a bajar piso por piso hasta llegar al primero, durante esos segundos nos quedamos así, demasiado cerca pero sin llegar a besarnos.

Las puertas se abrieron, entraron dos personas mayores que no nos quitaban la mirada de ensima ni apretaban ningún botón para que el ascensor se moviera.

Me aparté de Evan, salí del ascensor, me quiso seguir pero lo detuve.

Chloe:- Sabes cuál es la decisión correcta, sube que tu familia te necesita.

Evan:- Tú eres la única con la que quiero una familia, no me voy a rendir Diamond.

Apreté el botón, las puertas del ascensor se cerraron.

Salí de ese edificio peor de lo que entré.

Amor a Segundo Riel ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora