Somos todo

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Creo que es tiempo de derribar un par de ladrillos.

Bajé mis brazos, le acaricié la cabeza con una mano.

Chloe:- ¿No deberías estar preguntándote cosas como qué hago aquí y quién me dejó entrar?

Él comenzó a reírse, pude sentir un poco de su corta barba rozarme la piel en el espacio que quedó entre mi blusa y el inicio de mi jean. Lo que me sorprendió porque hace unos segundos estaba apoyado sobre mis costillas. No estaba bajando la cabeza voluntariamente, más bien parecia estar resbalándose.

Chloe:- ¿Te sientes bien?¿Qué tienes?

En un movimiento rápido y sin soltar los brazos que rodeaban mi cintura, volvió a echarse en la cama llevándome con él.

Caí a su costado, él parecia un niño abrazándome como si fuera su peluche favorito. Comenzó a hablarme al oído, su voz era como la de una persona sedada, creo que empiezo a darme cuenta que alguien tomó mucho de más esta noche.

Evan:- No recuerdo como llegué aquí... hmm tampoco me importa como llegaste tú, sólo quiero que no te vayas.

Es tan ridícula la situación que no pude evitar entrar en un ataque de risa, creo que mis nervios no dan más.

Evan:- Shhh... vas a... despertar a todos.

Traté de calmarme, suspiré, y aclaré mi garganta.

Chloe:- Me tengo que ir, sólo vine a buscar el anillo que me quitaste ¿dónde está?

Evan:- Te lo diré si prometes quedarte hasta que salga el sol.

La sonrisa que tenía se desvaneció de mi rostro.

Chloe:- No gracias, prefiero decirle la verdad a Liam y que sigan agarrándose a golpes.

Evan:- No me tortures así Diamond, te quiero, mucho, quédate... necesito decirte tanto, siempre terminas huyendo.

Tiene razón, quería salir corriendo, por temor a hacerme más daño cuando mañana él no se acuerde nada de esto y yo me acuerde de todas las razones por las que no podemos estar juntos.

Giré acomodándome sobre su pecho, podía escuchar cada latido de su corazón, lo que me relajó.

Aflojó los brazos, sólo dejó una mano en mi espalda y comenzó a acariciar las puntas de mi cabello.

Subí la mirada y él estaba con los ojos cerrados.

Chloe:- ¿Qué te pasó cuando me fui?

Evan:- Me dolió en todo sentido verte con mi hermano, busqué una manera de adormecer ese dolor, pero me equivoqué, no es la forma. Perdón, angelito, que no abra los ojos, es que cada vez que lo hago el mundo gira sin parar.

Chloe:- No me digas así, no soy un ángel, bajo ningún concepto.

Evan:- Para mí, lo eres, no sólo por haberte tirado a los rieles a salvar una vida, sino porque cuando te tengo así de cerca, sé lo que se siente estar en las nubes. Lo único bueno de estar así, es que hablo mucho y sin filtro. Adelante, aprovéchate de mí, este es tu momento. Ah, y si me pongo meloso, por favor busca la forma de tápame la boca sin dudarlo.

Su voz era suave, rasposa, y sus palabras pronunciadas algo enredadas, pero la posibilidad de saber lo que le pasa conmigo me tentó mucho.

Chloe:- ¿Qué pensaste cuando me viste por primera vez?

Evan:- Hhmm... cosas... malas. Pensé que aunque Liam había sido tu primer amor, yo lucharía por ser el último. Pero... traté de reprimir eso, hasta que no pude contenerme más y te besé en ese balcón. Eres mi punto débil, te miro y me puedes.

Chloe:- Te estas poniendo muy dulce, me empalagas, basta.

Evan:- Cuando quieras me puedes callar con un beso o dos...

Solté un par de risas, y luego me atreví a preguntar algo complicado.

Chloe:- ¿Qué somos?

Cerré los ojos y me preparé a escuchar con miedo su respuesta.

Evan:- No somos nada Diamond, pero... cuando acortamos la distancia entre tu piel y mis manos, cuando estamos juntos, somos todo.

Debería escribir un manual de cómo volver loca a una persona en cinco simples pasos. Me está diciendo todo y nada a la vez.

Abrí los ojos, me apoye un poco más subiendo ensima de su pecho, acerqué mi mano a su rostro y pasé mis dedos por sus labios. Él abrió los ojos, se quedó mirando mi boca.

Chloe:- ¿Me amas?

Evan:- No me preguntes eso, tendría que explicarte por qué vivo.

Cada palabra que salió de Evan me recorrió el cuerpo, sentí entre un escalofrío y una gran necesidad de que nada nos separe.

Evan pareció haberme leído la mente, giró en la cama, quedando sobre mí, éramos un enrededo de sábanas, pero podía sentir la presión de todo su cuerpo sobre el mío, mi respiración se acortaba por la tensión mientras él se acercaba hacia mis labios.

Antes de que llegue a ellos, el sonido de la puerta abriéndose de golpe rompió el momento, escuchamos la voz del abuelo Graham proviniendo de la entrada, Evan se separó de mí, y ambos nos sentamos en la cama en cuestión de cortos segundos.

Graham:- ¿Liam?

Evan:- No abuelo, soy Evan.

Perdió la cabeza, se le derritió el cerebro ¿no sabe mentir?¿decir algo creativo? Me quedé congelada y muda.

Graham:- Ví una luz prendida, venía a asegurarme que te encontraras bien porque mi otro nieto me comentó preocupado que habías tenido una pésima noche, pero veo que rápidamente cambiaron las cosas para tí. Cuando amanezca, búscame, vamos a discutir seriamente tu futuro, tienes explicaciones detalladas que darme antes de que tome una decisión drástica. Y Chloe, será mejor que bajes discretamente, despertaré al chofer para que te lleve a casa.

Se fue, cerrando la puerta sin esperar una respuesta de ninguno de los dos.

Me paré de inmediato de la cama buscando mis zapatos, al encontrarlos me los puse.

Evan no se veía muy bien, estaba pálido. Se paró y vino hacia mí caminando torpemente.

Me pidió que no me vaya, que me quede, diciendo que él va a contarle a su abuelo sobre nosotros y que va a arreglar las cosas para que estemos juntos.

Yo sólo pensaba en que esto bastaba para que lo saquen de la empresa o lo excluyan de su familia. Sé en carne propia lo que es eso, y no quiero que él sufra pasando por lo mismo.

Se me escaparon algunas lágrimas mientras le dije muy seria "me vas a devolver el anillo, te vas a olvidar que vine, en la mañana te das una ducha fría y vas a inventarle algo muy genial a tu abuelo para explicar lo que vió".

Evan se acercó a mí, me intentaba abrazar para calmarme, pero no me dejé.

Él cedió, sacó de su saco, que estaba tirado en el piso, el anillo y me lo dió. Yo me lo puse.

Chloe:- Las cosas tienen que quedarse en orden, yo con Liam, tú con Annie. Olvídate de mí.

Me habló mirándome muy serio y dolido.

Evan:- No quiero, ni puedo.

Chloe:- Vas a tener que hacerlo. El beso que viste con tu hermano no es el primero, estamos muy bien juntos, sólo me confundí contigo.

Le mentí en la cara. Él soltó una breve risa sarcástica.

Evan:- No te creo Chloe.

Chloe:- Espero prepares tu discurso para felicitarme en el brindis de la recepción, mi boda con Liam sigue en pie ¿No me crees ahora?

Él se quedó mirándome confundido.

No le di tiempo a más, salí de la habitación y mientras me alejaba escuché el ruido de un cristal romperse, volteé sólo un vez, pude ver a Evan sentado en el borde de la cama con los codos sobre las rodillas y las manos apoyando su frente mirando al piso, estaba todo oscuro, habia tirado la lámpara de la mesa de noche contra la pared.

Amor a Segundo Riel ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora