Yo nunca

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Me dejé llevar por la piel de Hermia hasta que llegamos al momento del intermedio, al segundo que el telón toco las tablas del escenario borrando al público, abracé a mi Lisandro en agradecimiento y salí disparada a mi camerino, necesitaba poner en orden mi cabeza.

En el pasillo me choqué contra el director, sus gritos de siempre fueron reemplazados por un simple "diamant pur", significa "diamante perfecto" en francés, eso quiere decir que al fin cumplí con sus expectativas. Agradecí el cumplido dándole un beso en la mejilla y seguí mi carrera hasta la seguridad de mi pequeño camerino en este hermoso y viejo teatro.

Al cerrar la puerta tomé un poco de agua, es maravilloso que hasta esto vuelva a tener sabor.

¿Qué significa que Evan esté aquí? Estoy tan acelerada que no puedo razonar el motivo, pero espero se quede hasta el final, tiene explicaciones que darme, pero antes que nada, yo tengo una sola cosa para decirle y acabo de encontrar la forma de hacerlo para que me tome en serio.

Tocaron mi puerta de nuevo. Volví al escenario, y bailé cada instante de lo que quedaba en total felicidad.

Terminamos el segundo acto, el telón bajó, me aferré a los brazos de mi compañero, hasta acepté los saludos de las chicas que decían odiarme cuando recién llegué. Los aplausos seguían, nos retiramos detrás del escenario y esperamos a que nos fueran llamando para agradecer al público.

Los cuatro principales salíamos al último, me llené de ansiedad porque dentro de mi camerino había tenido una idea algo arriesgada para mi estabilidad mental.

Finalmente nos llamaron. Salimos los cuatro de la mano, hicimos una venia al llegar al borde del escenario y recibimos el cálido aplauso del público, pude ver a toda mi segunda fila aplaudiendo contentos, hasta escuché un "¡Diamond!¡Diamond!¡Diamond!" fuera de lugar,porque no estamos en un estadio, provenir de la boca de Brody, que me provocó una carcajada que tuve que contener.

Nos retiramos a un lado mientras el director, que rompió las formas ante la respuesta del público, se dirigió al teatro tomando la palabra con un micrófono.

Cuando terminó de hablar, me acerqué a él y le pedí al oído que me cediera el micrófono, lo hizo sin perder tiempo.

Busqué entre el público a Evan, enfoqué mi mirada hacia él. Todos en el teatro hicieron silencio, y me quiso atacar el pánico, pero me controlé respirando profundo un par de veces.

Evan me miraba confundido pero intrigado a la vez.

Acerqué el micrófono a mi boca y empecé a hablar.

"No tengo palabras suficientes para agradecerles a todos por acompañarnos esta noche, en especial a las personas que nunca creí ver aquí. Evan Harding... estuvo para mí, ayudando a que logre estar hoy en este escenario, pero hace poco decidió alejarse de mi vida. Y quería decirle algo importante, que tal vez lo haga cambiar de opinión..."

Lo miré con más determinación, él parecía profundamente sorprendido.

Solté dos palabras, llenas de esperanza.

"Te amo"

Bajé el micrófono, escuché murmullos del público hablando bajo, otros diciendo un "Aww" a coro, pero él... nada.

Me sostuvo la mirada, movió la cabeza de lado a lado, en señal de negación, soltó un suspiro contrariado, y lo ví alejarse por el pasillo entre las butacas a paso rápido con las manos en los bolsillos desapareciendo por la puerta del teatro.

Dí la espalda a todos y corrí detrás de bambalinas. Escuché mientras me alejaba al director decir algo al público, unos aplausos y mucho ruido al que no presté atención.

Amor a Segundo Riel ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora