Amor a Segundo Riel ©

Buena Suerte

Tomé mis cosas. Mientras subía las escaleras para cambiarme y salir corriendo a ensayar al estudio, mil ideas pasaban por mi cabeza.

A Liam lo descarto, si a penas se acuerda de mi nombre dudo sepa que soy ballerina de ballet profesional.

El día que conocí a Evan, cuando me invitó por primera vez a esta casa, hablamos sobre esto. Le conté en el auto camino aquí, que cuando me gradué de la Academia Nacional de Danza, no me ofrecieron un contrato con la compañía. Creo que dijo conocer a alguien importante que trabaja ahí, pero es imposible que haya sido él. Evan tiene cosas más importantes por hacer, como ocuparse de los negocios de su familia y de su perfecta noviecita, que conseguirme una audición.

Nadie de mi familia lo hizo, lo puedo asegurar. Jude está bajo contrato en la compañía pero dudo le hayan hecho caso a alguien del cuerpo de baile.

Sólo me queda pensar en Lucas, es coreógrafo titular y conoce a toda la junta. Tiene que ser él, aunque me sorprende porque la última vez que lo ví nos peleamos.

Cuando llegué al cuarto de Liam, corrí al closet, me puse el vestido y mis zapatos, deje su chompa en uno de los muebles.

Antes de salir, mi celular sonó con un mensaje. Lo leí con calma.

Era de Jude, me explicó que había ido a buscarme a mi departamento y al preguntar por mí al conserje, vió un sobre con mi nombre de parte de la compañía, se lo llevó sin que el conserje se diera cuenta. No aguantó el suspenso, leyó la carta por mí y me llamó. Lo más impactante para mí, no fue saber que robó correspondencia ajena y la abrió, ella es así de impulsiva, sino fue leer en su mensaje que la audición es mañana en la noche.

Tengo que ir a mi casa a cambiarme, agarrar mi música, algunas botellas de agua, mis zapatillas de punta, y ponerme a bailar por unas 24 horas en el estudio, después regresar a mi casa, bañarme, dormir dos horas, despertarme, cambiarme e ir a la audición.

Listo, tengo un plan. No hablaré con nadie hasta terminar con todo. A Lucas tendré tiempo de llenarlo de preguntas, abrazos y muchos gracias, después de la audición.

Me puse mi abrigo, y comencé apurada el camino hacia la puerta principal. En medio de la escalera estaba Evan subiendo, yo seguí bajando sin darle mucha importancia.

Cuando estaba por pasar a su lado, se interpuso delante mío, impidiendo que avance. Me moví para el lado libre e hizo lo mismo.

Evan:- ¿Apurada?

Chloe:- Wow, qué intuitivo...-(dije sarcásticamente)- No tengo tiempo para bailar en la escalera, muévete.

Evan:- ¿Segura? Me encantaría verte bailando.

Chloe:- Evan... no hagas que quiera matarte, es importante, tengo que irme.

Evan:- Aire, Daimond, aire. Lo que sea que estés tan apurada por hacer, te va a salir perfecto.

No sé porqué me habla de esta manera, pero el tono que usó me tranquilizó un poco.

Chloe:- Gracias... ¿puedes moverte?

Evan se corrió a un lado, comencé a bajar los escalones, pero me agarró suavemente de un brazo jalándome hacia él y me robó un beso. Fue un instante, pero la electricidad que sentí en mis labios se esparció por todo mi cuerpo.

Evan:- Te quiero Diamond, fue un beso para la buena suerte, no te molestes conmigo.

Chloe:- Evan! Lideare con lo que sea que acabas de hacer después, ahora no puedo ni procesarlo como para molestarme.

Me guiñó un ojo y siguió subiendo al segundo piso.

Yo salí corriendo de la casa de los Harding, paré el primer taxi que encontré en la calle, y mi plan comenzó su curso.