La arranco

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Llegamos al piso diez en cuestión de segundos, las puertas se abrieron, me levanté de inmediato, pero Liam me agarró la mano haciendo que ya no pueda avanzar.

Liam:- Espera... ya está pasando.

Había abierto los ojos y su mirada se fue calmando, el ascensor se volvió a cerrar.

Chloe:- ¿Qué sientes? Por favor, déjame llamar a alguien.

Se levantó del piso sin soltarme.

Liam:- Me acorde de tí.

Chloe:- ¿Qué te acordaste?-(dije mientras mi corazón latía cada vez más rápido)-

Liam:- No lo tengo muy claro, pero te ví en el vagón de un tren frente al mío con un cartel con tu nombre, me acuerdo... querer bajarme lo más rápido posible para ir a conocerte, me acuerdo cada sensación de ese momento, Chloe... creo que ahora estoy seguro de lo que siento por tí.

Esto no salió cómo esperaba, mis piernas empezaron a temblar. Liam me abrazó, muy fuerte, sólo logré reaccionar rodeando su cuello con mis brazos mientras miraba al vacío sin saber qué hacer.

Las puertas se abrieron, muchas voces esta vez se escuchaban afuera. Él me soltó y me quedé viéndolo preocupada.

La voz del abuelo Graham invadió el ascensor.

Graham:- Chicos, siento interrumpir pero los están esperando en el salón.

Comencé a hablar muy rápido.

Chloe:- Liam no está bien, le dió un dolor en la cabeza, recordó cosas.

Graham:- Gracias a Dios invitamos al Dr.Collins, nieto acompáñame adentro, tiene que revisarte.

Liam obedeció, su abuelo lo tomó del brazo, comenzaron a avanzar hacia las puertas del salón, yo los seguía unos pasos detrás.

Al entrar, el lugar estaba lleno de gente, nos aplaudieron y pude distinguir varios flashes de fotos.

El abuelo Graham pidió silencio y llamó al Dr.Collins, los tres fueron caminando rápido hacia una pequeña carpa de telas que habían armado en un área de lounge con sillones blancos modernos sin respaldar, bajaron las telas para dar privacidad y dejar al doctor hacer su trabajo.

Todos los ojos extraños ahora se dirigían a mí.

Bivian, Camila y Brody, se abrieron paso entre la gente y vinieron hacia donde me había quedado parada.

Les expliqué con pocas palabras que Liam no se sentía bien, que yo necesitaba estar sola un momento, y salí rápidamente del hermoso e impresionante salón.

Lo poco que pude ver me dejó asombrada, los centros de mesa con flores, cristales, agua y velas flotantes, eran poco al resto de detalles en cada punto del lugar.

Caminé por el pasillo hasta que encontré al lado de las enormes ventanas un par de sillas de caoba, sin dudarlo me senté en una y traté de calmarme, cosa que ahora sé con certeza será misión imposible porque la voz de Evan proviniendo del pasillo hizo que me alterará más.

Me paré y quise huir, pero como el destino tiene planes distintos a los míos, Evan no demoró en verme y alcanzarme.

Estaba vestido de forma informal, tenía puesta una chompa gruesa azul abierta con botones grandes marrón claro, dentro un polo blanco suelto de algodón en cuello "V" , con un jean claro y un par de zapatos de vestir del mismo color que los botones de su chompa. Despeinado y con la barba cortita, como me gusta.

Chloe:- ¡¿Qué haces aquí?!

Evan:- Te pregunto lo mismo. No te creí capaz de seguir con todo esto.

Antes que pudiera responder, Evan me cargó pasando un brazo detrás de mis piernas y otro de mi espalda, intenté soltarme pero me tenía bien agarrada. No pensaba gritar porque no quiero que ningún invitado nos vea, ni llamar la atención, le comencé a hablar en voz baja.

Chloe:- ¿Se puede saber qué intentas hacer?¿A dónde me llevas? Tengo que regresar a ese salón.

Él soltó una pequeña risa, mientras avanzaba por los pasillos lejos del salón.

Evan:- No voy a dejar que oficialicen ese compromiso, antes, me vas a escuchar, quieras o no.

Llegamos a la puerta de una habitación, me bajó dejándome atrapada entre la madera y su cuerpo, aún me rodeaba con una mano, con la que tenía libre sacó una tarjeta llave de su jean, abrió la puerta, avanzó conmigo dentro, la cerró, guardó la llave en uno de los bolsillos traseros del jean, y me soltó.

Evan:- Escúchame, por favor.

Chloe:- Ya hablamos de nosotros mil veces, no hay solución, ya está, basta.

Me senté rendida en el borde de la cama, me crucé de piernas y brazos. Él se puso de cuclillas delante mío y me agarró la cara con ambas manos, para poder fijar su mirada celeste en mis ojos.

Evan:- que me amas, Chloe, sólo a mí.

Pasé en seco, un nudo comenzó a formarse en mi garganta, me comencé a llenar de ira.

Chloe:- ¿Qué quieres de mí?¿Que le arruine la vida a Liam?¿Que sea la causa de que tu hermosa familia se divida?¿Que termine escap...

Interrumpió mi alterado discurso con un beso que poco a poco iba respondiendo cada una de mis preguntas.

Me dejé llevar por lo que sentí en ese momento, sus labios eran la respuesta a todo.

Evan se fue levantando, avanzando hacia la cama hasta hacerme retroceder y recostarme en ella, acomodándose ensima mio.

Me perdí entre sus caricias, sentí sus manos recorrer cada centímetro de mi vestido junto a la electricidad que conllevaba cada tacto, en medio de un beso lento, conocí cada rincón de su boca, y la verdad que se me olvidó lo que es respirar.

Pasé mis manos entre su cabello, para luego bajarlas sujetándolo por la nuca atrayéndolo más a mí.

Se dió vuelta llevándome con él, dejándome ensima, mis piernas resbalaron una a cada lado rodeando sus caderas, sintiendo la presión de mi cuerpo sobre el suyo.

Separamos nuestras bocas un momento porque sentía que mi corazón se salía de mi pecho.

Eso bastó para recobrar mi sentido de realidad, me paré de la cama y caminé hasta estar al lado de la puerta. Hablé como pude con la respiración entre cortada.

Chloe:- Evan, déjame, salir.

Él se levantó de la cama, me dio la tarjeta llave en la mano.

Me miró suplicante, sus ojos estaban cristalinos, reteniendo lágrimas.

Evan:- Mi amor, piensa bien, por favor, lo que vas a hacer, porque... yo no volteo la página, la arranco.

Me estaba dando un claro ultimátum, si sigo adelante con Liam, dejo de existir para Evan.

Mi pecho dolía, mi cabeza iba a mil por hora, le dí la espalda y salí de la habitación.

Caminé decidida por los pasillos, tenía claro lo que iba a hacer en los próximos minutos, espero no arrepentirme.

Amor a Segundo Riel ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora