Para tí

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Después que Bivian se fue, acordamos en regresar a la habitación que había reservado Evan. Falta poco tiempo para que amanezca y no tiene sentido que me vaya sola a mi casa.

Pero le dije que vaya primero, yo iría por mis zapatos, los dejé tirados en esa carpa y no quiero salir de aquí mañana en las pantuflas del hotel.

Implicó algo de esfuerzo que me dejara ir, me salió con la frase "ahora que estamos juntos, no quiero dejarte sola ni un segundo", pero con un par de besos lo convencí.

Dudé un poco al llegar a la puerta del salón, pero como no quedaba casi nadie me animé a entrar.

Arrimé las telas de la carpita, al meterme me encontré con el abuelo Graham en uno de los sillones con un vaso de brandy en la mano.

Graham:- Señorita Diamond...

Chloe:- Sólo vengo por mis zapatos.

Lo dije muy rápido, no quería incomodar su aparente paz.

Él los notó en el piso, los levantó con su mano libre y me los alcanzó.

Le agradecí, y se quedó mirándome con cariño, me inquietó porque si Evan le dijo todo sobre nosotros debería estar molesto, mínimo.

Graham:- Gracias por hacer a mi nieto mayor feliz, sospecho que este compromiso se canceló por algo más que el problema de memoria de Liam.

Chloe:- No sé cómo responder a eso...

Graham:- Nunca vi a Evan defender ante mí a ninguna chica antes, tiene mucho significado, al punto que comprendo que el amor es una guerra que no todos ganan, en este caso Liam perdió pero no es el fin del mundo tampoco, de un corazón roto nadie se muere.

Le dirigí una sonrisa melancólica antes de empezar a hablar.

Chloe:- Usted es la persona indicada para devolverle el anillo, era de su esposa.

Me lo quité del dedo y lo coloqué sobre la palma de su mano. Él sonrió.

Graham:- Ah, gracias princesa, lo cuidaré hasta que sea el momento correcto. Ahora me disculpo, tengo que ir a convencer a mi hija Elly que es hora de volver a casa.

Salí yo también a los pocos segundos alejándome de ese salón de fiesta sintiéndome muy ligera y aliviada sin el anillo en mi dedo.

Dí unos golpecitos tímidos en la puerta para que Evan me abriera.

A los pocos segundos lo hizo, me miró de arriba abajo con una sonrisa que ocultaba una idea divertida.

Chloe:- No sé qué estás pensando, pero la respuesta es... no.

Me sostuvo la mirada con esos ojos celestes que me tientan a convencerme de cualquier cosa.

Sin decir nada se rió entre dientes, y tomándome desprevenida me cargó pasando mi cuerpo sobre su hombro, mi primer instinto antes de protestar fue agarrarme como pude la falda del vestido, es última vez que uso algo tan corto.

Chloe:- ¿Se puede saber qué haces?

Me hizo cosquillas al lado de la costilla, salté al tacto y no pude evitar reírme un poco, distrayéndome de hacer más preguntas. La verdad que no me importa a dónde me lleve, con él me siento segura.

Cerró la puerta, apagó la luz, me bajó sobre la cama, besó mi frente y por fin emitió palabras.

Evan:- Hora de dormir Diamond.

Se echó a mi lado, con un brazo jaló de mí atrayéndome suavementeme hacia su pecho, me acomodé de lado abrazándolo y él me rodeó con ambos brazos, flexioné mi rodilla y la acomodé sobre su pierna.

Amor a Segundo Riel ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora