Capítulo 3

3K 116 0
                                    


Nos despertamos con alguien tocando el timbre, parecía impaciente así que Euge se le levanto y me acomodo en una almohada para ver quién era.

Cuando la puerta se abrió no conseguí escuchar derecho la voz y mis ojos estaban cansados de tanto llorar y no hice ningún esfuerzo para saber quién era y volví a dormir.

Me dormí, otra vez lo que me pareció una eternidad, estaba muy cansada. Intenté levantarme, pero me dolía demasiado la cabeza, así que me tumbé de nuevo en el sillón. De a poco se me fue pasando y pude abrir los ojos e intentar levantarme, y de pronto luego de conseguir abrir totalmente los ojos me deparo con unos ojos verdes profundos, no como los de Euge, más si como los de...

OH

MI

DIOS

Estaba sentado en el suelo, recostado en la pared ahí mirándome. No me lo puedo creer que esos ojos verdes me están mirando, después de años sin verlo. Me esta mirando fijamente, ninguno aparta la mirada, estamos en completo silencio solo mirándonos, no sabia diferenciar lo que veía en sus ojos, dolor? tristeza? ¿Odio? ¿Amor? Son tantas cosas juntas que me dan miedo intentar hablar y que se trasforme en rencor o aun peor, que sepa que después de tanto tiempo tenga seguido su vida.

Como vos Mariana, no seas egoísta tampoco.

Pero con solo pensar que me olvido, que no pensaba cada día en mi como yo pensaba en el, que no me extrañaba como yo extrañaba sus abrazos y sus besos. Todo eso me duele.

Aun no conseguimos parar de mirarnos, nunca me cansaría de mirar esos ojos verdes que me movían el piso siempre, me quedaría así, mirándolo por el resto de mi vida. Esta tan hermoso, pero lo veo más flaquito, y si reparo bien tiene esa mirada triste como en el día que lo deje por Mariano. Fue la cosa que más me arrepiento que haber hecho en toda mi vida.

Después de unos cinco minutos solo mirándonos embobados con el otro el aparto la mirada y miro sus manos, estaba nervioso, lo conocía más que a mí misma para saber que este momento es realmente incómodo para el.  Sabía que había sufrido mucho después de todo lo que pasó, y me siento realmente mal por eso, nunca lo quise hacer sufrir, lo amo, aun después de tanto tiempo.

  Tengo tanta cosa que quería decírselo, bueno tenemos tantas cosas ambos para decir no, así que como fui yo la que causo todo eso empiece...

-  Hola...-fue lo único que pude decir mirándolo a los ojos, tuve que apartar la mirada-  Peter yo... quiero pedirte perdón, por absolutamente todo lo que hice, y se, sé que no fueron pocas cosas y que también no fueron buenas para vos, para ninguno de los dos. Quiero que sepas que, nunca te quise hacer sufrir, la última cosa que quería era lastimarte-levante la mirada y lo mire a los ojos, la tenía hinchados, quería llorar, pero como lo conozco lo iba a hacerse lo fuerte, más en realidad solo era un chiquito, MI chiquito. -

-   ¿Lo último que querías hacer?  -rio irónico- Bueno, ya veo que fallaste. -me miro, no identificaba lo que veía en sus ojos, odio o amor, parecían una guerra, como el príncipe y la bestia, cada lado peleando contra el otro para ver cuál quedaría a plena vista. - No me lo puedo creer...-sonrió, amaba esta sonrisa. - No me lo puedo creer que mismo después de tanto tiempo siguas así-lo mire confusa. -

-  ¿Así? Así como-lo pregunte-

-   Así de hermosa-congele. No sabía que responderlo, intente hablar pero las palabras no sabían, así que el continuo.- Así de radiante, como siempre lo fuiste pero que se estaba apagando de a poco-no pude sostener la mirada, mire el piso y el siguió hablando-  Mírame...-me lo dijo pero no puedo, no puedo mirarle, soy tan estúpida por hacerle sufrir tanto que no puedo mirarle sin largarme en lágrimas.- Mírame La...-ahí tuve que mirarlo, soltaba algunas lágrimas y tenía los ojos rojos, odio cuando llora así, porque sé que es su límite que ya no puede más.- Quiero decir todo lo que tengo para decirte mirándote a los ojos, como siempre lo hice.

-        Peter no puedo...-no me dejo seguir. -

-        Sí, sí que puedes. Me vas a mirar y vamos a hablar, como hace mucho nos debíamos. -era cierto, nos debíamos esa charla hace un montón. -

   Me lo quede mirando, grabando cada parte de su hermoso rostro. Porque sé que después de esa charla no me va a querer ver nunca más en su vida.

-        ¿Empiezo yo?  -pregunto y asentí- Bueno...-respiro fondo y comienzo. - Te odié, ¿te odié mucho sabes?  -me dijo mirándome a los ojos con un dolor inexplicable. - Porque pensé que después de todo lo que vivimos no me ibas a dejar por una calentura, y pude ver que no estaba cierto no. Nunca amé tanto a nadie como te amaba a vos... Nunca admire tanto a nadie como te admiraba, y vos que... me dejaste como si lo nuestro fuese una basura-intente hablar, pero no me dejo. - NO! Ahora yo voy hablar. Si, como si fuese una basura, no ligaste para mis sentimientos, no pensaste lo que iba a sufrir por perderte-ahora los dos estábamos en medio de las lágrimas. - No pensaste que... aún sufro por eso, que a veces pienso que hice, que... no sé qué pude haber hecho para que me hicieras algo así. Yo te amé, te cuidé, te di de todo. ¡DARIA MI VIDA POR TI INFIERNOS!  -me asuste, nunca lo había visto así. - Y me retribuiste así, tratándome como un nadie, como si no fuera importante para ti. -me quedo mirando. Espero que ya tenga terminada porque no aguantaba más tenía que decirle. -

-        ¡Y VOS NO SABES LO QUE YO PASE!  -explote, no daba más. - No sabes todo lo que tuve que pasar para estar aquí. No sabes lo que sufrí este tiempo alejada de todos, alejada de ti-lo miré, lo amaba tanto. ¡Dios! - No sabes lo más mínimo que paso entre Mariano y yo para hablarme así.

-        ¡ENTONCES EXPLÍCAME!  -grito. - Explícame porque...Necesito saberlo. -agacho la cabeza entre sus rodillas y lloro, como nunca lo había visto llorar antes.

-        Peter...-suspiré, era hora, no podía guardarlo más tiempo. - Mariano abuso de mi...-luego que dije eso me miro, vi asombro en sus ojos, vi odio, ahora vi un tipo de odio que nunca había visto antes en sus ojos. UN ODIO PROFUNDO HACIA MARIANO.-

Después de tanto tiempo... [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora