Capítulo 37

1.5K 61 0
                                    


PETER

Después de rastrearnos el teléfono de Mariano la policía dijo que creía saber en dónde estaba, así que estábamos yendo para allá.

Mi corazón latía con fuerza, tengo miedo que al final ella no esté ahí o este muerta, pero necesito saber algo, todos lo necesitamos.

Llegamos nada casa, entramos a la fuerza porque no había ningún auto afuera y ni alguna luz prendida. En la casa no había nada, excepto una cosa en la que tropecé, era una compuerta, el policía abrió y bajamos todos.

Nico encontró un interruptor que prendió, dejando ver así un camino a una puerta al final del pasillo. Escuchamos ruidos fuertes, se me hizo un nudo en la garganta en este momento, los policías sacaron las armas y otro abrió la puerta dejándonos ver un hombre, arriba de alguien.

Mis ojos no pudieron acreditar no que veían, quería sacar ya ese sucio de encima de ella, pero no podía, él también tenía un arma y la apuntaba en la cabeza.

Podía ver lágrimas, escurrían sin parar. Podía ver heridas por todo su cuerpo desnudo, estaba flaca, toda lastimada y mis ganas de matarlo aumentaron aún más.

Estaba débil.

Mariano salió de encima de ella con una sonrisa, aun le apuntaba con el arma.

-Llegaron Lalita, pensé que no iban hacerlo nunca che. -dijo mirándome, Lali temblaba y ahora lo que me importa es sacarla de acá-  No voy a la cárcel si lo quieren saber, ya te cagué la vida, a todos ustedes, nuestra pequeña no va a olvidarse de mi tan rápido y mucho menos ustedes. -dicho eso se disparó en la cabeza, todos miramos horrorizados y más aún cuando su cuerpo sin vida cayó encima de Lali, su cara era de horro y miedo, se quedó paralizada-

Su respiración de aceleraba cada vez más, la sangre de Mariano caía sobre su cuerpo y ahí reaccione, corrí y lo saque de encima de ella, estaba helada, la miré a los ojos y me asuste, tenía los ojos rojos, una mirada como.... Ida.

El nudo en mi garganta era cada vez más fuerte mientras miraba su cuerpo débil, pero yo no podía ser débil ahora así que me concentre en sacarla de acá y la tome en brazos.

Las chicas lloraban de horror y alegría, y los chicos... no se sabía lo que pasaba por su cabeza, eran fuertes, o aparentaban serlo, ver a su hermanita en este estado debilita al más fuerte hombre, lo debilito a ellos, estaban congelados y no hablaron en todo el camino.

Lali fue en mis brazos, la apreté con fuerza para saber que estaba acá, que nunca más iba a salir de su lado ella quiera o no, me miraba y en su mirada no sabía lo que veía, dolor, tristeza, alegría, una mistura intensa de sentimientos. Las chicas por primera vez en la vida estaban mudas, no había palabras para decir en este momento.

Treinta minutos de viaje y llegamos al hospital más próximo, baje corriendo del auto y entre con ella aun en mis brazos, estaba mucho débil y tenía miedo.

Una enfermera nos vio y trajo una cama para que pusiera a Lali, la deposite con cuidado y se alarmo, intento agarrarme otra vez e intente tranquilizarla.

-Mi amor, estoy acá, Peter, nunca más voy a dejarte sola. Estamos en el hospital, van a hacerte unos analices y estaré con vos, siempre. -le dije acariciando sus mejillas y mirándola a los ojos, asintió con lágrimas y me soltó-

-Señor, ¿es usted de la familia?  -me pregunto la enfermera, no sabía que responder, pero creo que me salió lo mejor que pude haber dicho-

-Soy el marido. -dije mirando a Lali, soltó una sonrisa débil y cierro los ojos, cuando los abra otra vez quiero me vea a mí, quiero estar para ella y nunca más, nunca dejar que algo le pase otra vez-

Le dije a los chicos que le irían hacer unos analices y se fueron sentar en la sala de espera, yo me fui a preparar para entrar a todos lados con ella, le limpiaron el cuerpo y sanaron sus heridas, no por completo porque aún tenía unas profundas que solo se curarían con el tiempo.

Fueron muchos testes, mucho tiempo, pero ella se durmió, solo podía mirarla y esperar, esperar que se despierte y abrazarla, fuerte, decirle lo cuanto la amo y aseguraré que todo estaré bien.

Después de los últimos testes la llevaron al cuarto, Salí para decir a los chicos que solo permitirían visitas mañana cuando este mejor, asintieron y se fueron a casa, fui a la tiendo del lugar por un poco de comida, compre muchas cosas, todo lo que tenía prácticamente, cuando se despierte ira comer, yo me responsabilizaré de eso.

Volví al cuarto y aún seguía dormida, unos minutos antes la doctora que la examinó me dijo que la habían dado un sedativo para que descanse mejor y por eso demoraría un poco en despertarse, yo me senté y me quede mirándola y preguntándome como deje que eso pasara, como la deje sola y terminamos acá, como fui tan estúpido después de proponerla en casamiento irme así.

Estaba perdido en mis pensamientos hasta que note un movimiento, movió un poco la mano y me levante deprisa, empezó a abrir los ojos lentamente y sentí que me volvía al alma al cuerpo, ver sus ojos marones grandes y su mirada profunda otra vez fue como renacer, como volver de un abismo, no se... me miró unos segundos y soltó.

-Mi amor... -susurro, lo único que consiguió decirfue eso, aún la veía demasiado débil así que le acaricié el pelo y las mejillashasta que se durmió otra vez, lo hice todo con una gran sonrisa, ahora la tengoacá, conmigo y haré todo lo posible para no ver aquella mirada de horror que teníaotra vez.

Después de tanto tiempo... [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora