Capítulo 40

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LALI

Cuando me desperté en la madrugada por la pesadilla se lo que hice y lo que hable, sé que Peter se quedó asustado y seguro angustiado por lo que paso, pero no puedo hablar justo con el de eso, simplemente no puedo. Cada día que pasa se me hace más difícil convivir con esto, con este dolor, con este pensamiento, con estés horribles recuerdos, todo eso me está matando de a poco, quiero decírselo a Peter, quiero que me ayude a pasar por eso, pero no puedo, no puedo recordar todo y largar todo lo que pase así a él, si ahora dice que no tiene asco de mí, seguro que si le cuento sentirá de todo, desde asco hasta rabia.

Hoy después del episodio del desayuno me dijo que los chicos iban a venir para un asado a la hora del almuerzo, no quería mucho que todos estuviesen acá pero no podía negarle, me dijo tan contente y entusiasmado que tuve que forzar una sonrisa y decir que me encantó la idea.

Justo a las doce llegaron los chicos, vinieron juntos porque estaban jugando en la casa de Gaston. Las chicas llegaron unos treinta minutos después, Mery y Cande también vinieron juntas, solo me extraño que Euge no apareció hasta ahora, no hablo con ella tiene tres días, extraño nuestras charlas, sus consejos, su mal humor, todo, creí que podría seguir, así como si nada, pero no soy la misma Lali, no soy la chica ingenua y simple de antes, no puedo más serlo, no puedo más sentir como antes, pensar como antes, nunca más seré como antes. 

En la tarde los chicos se fueron, Euge no apareció en todo el día y Peter estaba en sillón mirando una película. Hice un mate para mí y me senté junto a él, me rodo con el brazo, abrazándome por la cintura y me recosté en su pecho delicadamente para no derrumbar el mate, me miro y sonrió, los ojitos chinos me mataban y la sonrisa compradora me hacía cosas que ni quería pensarlo.

Después de unos diez minutos me dio un pelo en el pelo, me estoy prácticamente quedándome dormida y él se dio cuenta, me saco el mate de la mano poniéndolo en la mesita y me llevo en brazos a la cama, me deposito en ella despacio y se acostó a mi lado, antes de que viéramos la película nos habíamos bañado, por separado y como ya estaba muriendo de sueño no paso mucho para quedarme casi dormida.

Cuando se acostó a mi lado me abrazo apretándome contra él, estaba en una posición tan buena que no me quería mover por nada en el mundo, su respiración estaba en mi cuello y una hora, no me recuerdo como aún estaba despierta, pero lo escuche, en cuanto me apretaba más contra su pecho me susurro un te amo y se durmió, esta noche, no como las otras, sueñe con él, con nuestro casamiento y una llena de nuestros hijos, me gustaría que esta fuera la realidad.

PETER

Esta noche sorprendentemente, fue tranquila, sin pesadillas, sin ella pegándome y sin palabras angustiadas, solo dormimos. Se sintió bien dormir con ella así de calma, con una expresión de paz y tranquilidad, me hizo bien despertarme y ver a ella en mis brazos, con los ojitos cerrados y la boquita medio abierta, las ganas que tengo de besarla y hacerla el amor, desde que todo paso aun no charlamos y no aclaramos nada, ningún beso ni caricia elevada, ella no menciona lo que le paso y yo tampoco tengo la cara para preguntar, me siento mal en saber qué fue lo que paso en aquel lugar, todo lo que sufrió y el daño psicológico que debe tener.

As veces la siento distante, ida, como si se perdiera en sus pensamientos y nada la pueda sacar, piensa que no sé qué en los momentos que se va al baño no la escucho llorar, no sé qué se esconde para que no la vea sufrir y eso me hace mal, quiero que sepa que estoy para ella y que puede contar conmigo, no quiero ser un peso que nada puede hacer y que tiene que verla llorar todos los malditos días porque no puede abrirse y contarme todo.

Me desperté y me levante lentamente, me fui a la cocina para hacer el desayuno para nosotros dos, estaba preparando la chocolatada y escucho un ruido viniendo detrás de mí, cuando me viro me deparo con la imagen más sexy que vi en mucho tiempo, Lali se había despertado, estaba con el pelo todo para arriba y con la carita de dormida que me pudo muchísimo, llevaba mi camisa, se la había puesto ahora y con unas medias de lunares amarillos, se veía tan tierna, como si tuviera cinco años.

Me miro y sonrió refregando los ojos, le hice una seña y se acercó, me abrazo por la cintura y coló su cara en mi cuello, su respiración tan cerca de mí no era una cosa muy buena.

Empezó a acariciar mi espalda por debajo de la camisa, me dio besos en el cuello y seguro no sabía lo que esto estaba despertando en mí, la abracé por la cintura y le di un beso en la frente, me miro a los ojos y luego mi boca, de una me chapo, un beso zarpado y apasionado, uno que no nos dábamos hace mucho. Le acaricie la espalda y fui bajando la mano, seguro su muslo y enredó sus piernas en mi cintura, la puse en la encimera y la mire a los ojos una vez más, en ellos veían reflejado amor, su mirada que tanto extrañaba está ahí, mirándome otra vez, aun no lo podía creer eso.

Después de tanto tiempo... [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora