CAPITULO 3 Oscuro amor.

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---Miyagi---

Me preocupa mucho que Hiroki esté en el abismo.

Se por buenas fuentes que tratan bien a Hiroki, que el rey de las tinieblas le ha dado una habitación con luz en lo que le da sus respuesta.

Para los humanos un mes pasa lentamente, pero aquí el tiempo pasa demasiado rápido.

Me molesta que Zeus no muestre ni una pizca de preocupación por su hijo.

Solo dice que confía en él y que Hiroki sabe lo que hace.

En verdad esto es... tan detestable.

Ryu también se siente molesto, ya van varias veces que lo detengo porque se aferra a ir con Zeus y reclamarle, pero faltarle al respeto al señor, es un pecado mortal.

Llegue al purgatorio y me recargue en una piedra gigantesca.

-Ya te he dicho que no vengas. –susurro.
-Shinobu-chin. –sonreí.

Camine hacia él y lo abrace.

-P-Para Miyagi que nos pueden ver.
-A mí no me importa en lo absoluto.
-Eres un ángel y yo un demonio.
-No me importa.
-¡Miyagi!
-Shinobu, ¿no entiendes que te amo?
-...
-Eres lo que más me importa, quiero estar contigo.
-Tus sentimientos están mal, nosotros somos...
-No me importa que seas un demonio o un humano, yo te amo y quiero que seas mi pareja.
-Miyagi...

Lo sujete de la cintura y de su mano y lo bese.  

  Lo sentí tensarse pero me aferre más a él hasta que cedió.

-Shinobu-chin.
-Eres un...
-¿Eh?
-Maldita sea, odio tener estos sentimientos que no puedo calmar, cada vez que te veo mi corazón late como un loco y...
-¿Me amas?
-Miyagi, -susurro- baka.
-Shinobu.
-Claro que te amo, sino lo hiciera no te dejaría besarme y te hubiera enterrado mi tridente desde el primer día.
-Recuerdo que cuando me confesé casi me avientas esa gran roca, me sorprendió tu fuerza.
-A pesar de parecer pequeño tengo mucha fuerza. –sonrió.
-Es lo que veo. –revolví su cabello.
-No hagas eso. –se sonrojo.
-No puedo evitarlo, simplemente eres perfecto.
-Baka, -sonrió- deberías de irte, antes de que tu rey se dé cuenta de tu ausencia.
-No me quiero ir, -lo abrace- necesito estar a tu lado.
-Ah, -suspire- simplemente eres muy testarudo.

Lo bese y lo acurruque en mi pecho.

-Yo pensé que los ángeles eran tiernos y dedicados a la palabra de Zeus, que no se corrompían.
-Y yo creí que los demonios eran feos y crueles. –reí.
-Idiota. –desvió su mirada.
-Tal parece que las cosas no son como las pintan.
-Lo sé. –suspiro.
-Pero, -sonreí- soy feliz cuando estas en mis brazos.
-Miyagi.
-Prometo que cuando acabe está absurda guerra, te llevaré a donde me pidas.
-¿Enserio?
-Sí, -suspire- nos iremos lejos donde nadie nos encuentre.
-Pues espero no tenga que esperar mucho, ya sabes los pretendientes llegan y...
-Tú eres solo mío, -lo bese- y solo debes amarme a mí.

Tome una de mis plumas de mis alas y la amarre con un listón azul y se la coloque en el cuello a mi niño.

-Para que me tengas cerca de ti.
-E-Esto es vergonzoso. –susurro.
-Te queda bien.
-Me tengo que ir Miyagi.
-Quédate un rato más.
-A diferencia de ti, lindo querubín yo tengo trabajo que hacer.
-Shinobu.
-¿Huh?
-Cuida mucho a Hiroki.
-Suenas como sí...
-¿Celoso?
-En lo absoluto, lo que iba a decir es que suenas como si fueras su padre.
-Tal vez. –reí.
-No te preocupes, estaré al pendiente de él.
-Gracias.

Lo tome de la cintura y lo volví a besar.

Tal vez para todos sea un amor prohibido pero no dejaré ir a Shinobu...



---Nowaki---

Mí amado Hiroki coloco sus brazos alrededor de mi cuello y se aferró a mí mientras nos besábamos con pasión.

Nunca pensé que me fuera a enamorar.

Y mucho menos de un ángel.

Pero, ahora solo importamos nosotros dos y nuestro oscuro amor...

Oscuro amor, porque yo soy el rey de las tinieblas, pero eso no significa que mi amor no sea verdadero, al contrario es lo más real, yo lo amo, es mi vida entera.

No lo dejaré ir por nada del mundo,

-Hiroki. –susurre al separarnos.
-¿Sí?

Lo cargue y empecé a caminar a mi habitación.

-Sé que tal vez sea muy pronto pero quiero hacerte mío.
-¿E-Eh? –se sonrojo.
-Lo siento yo...
-Nowaki-san yo... -me miro- quiero hacerlo.
-¿Enserio?
-S-Sí.

Lo tome de nuevo del mentón y lo bese apasionadamente.

-¿Me amaras incluso si soy así?
-Nowaki-san yo lo amo tal cual es y quiero estar siempre en sus brazos.

Lentamente fui quitando su ropa mientras él desviaba su mirada.

-Eres tan hermoso.
-...
-Me encantas Hiroki.
-Nowaki-san.
-No es necesario que agregues el san, -bese su frente- ya que eres mi pareja.
-¿P-Pareja?
-¿No quieres?
-Sí quiero, -me miro- quiero ser su pareja.

Lo volví a besar y lentamente lo recosté en la cama quitándole toda su ropa.

Es tan hermoso, tan perfecto...

-N-No me mire tan fijamente, es vergonzoso.
-Solo yo te estoy viendo.
-Es por eso, porque eres tú. –se sonrojo.

Me quite mi ropa quedándome en bóxer, mi amado desvió su mirada, lentamente me incline hacia él y lo bese apasionadamente.

Lentamente baje a su cuello y lo empecé a lamer mientras acariciaba su miembro.

-Ahhh, -gimió- y-yo no...
-Tranquilo Hiroki, no pasa nada, por favor has más sonidos hermosos como ese, realmente me encantan.
-N-Nowaki. –se sonrojo.

Baje hasta sus pezones y los lamí haciendo que mi lindo angelito comenzara a gemir, algo que me excitaba a más no poder.

Moví mi mano un poco más rápido al masturbar a mi amado haciendo que él se estremeciera.

Tome su miembro entre mis manos y comencé a lamerlo.

-N-No lo haga, -susurro- e-eso está sucio.
-Nada de ti es sucio.
-Nowaki.

Lo metí a mi boca y lo empecé a chupar.

-Ahhh N-Nowaki.

Lentamente metí uno de mis dedos en su entrada.

-E-Eso es...
-Debo prepararte adecuadamente.
-S-Se siente extraño. –murmuro.
-¿Puedes soportarlo un momento?
-H-Hai.

Seguí lamiendo su miembro mientras metí otro de mis dedos.

Mi habitación se llenó de sus gemidos y jadeos.

Realmente es tan hermoso.

Metí otro de mis dedos y simule embestidas.

-N-No puedo más... -gimió.

De un momento a otro se corrió en mi boca algo que trague con gusto.

-L-Lo siento Nowaki-san yo no...

Lo abrace y bese su frente.

-No debes disculparte mi amor, es normal, así que no te preocupes.
-Pero...
-Te amo.

Él me abrazo y me beso.

-Perdóname pero estoy en mi límite.
-¿Eh?

Lentamente me quite la ropa interior y me posicione entre las piernas de mi niño.

-Lo siento mi amor, no puedo más.
-H-Hazlo Nowaki.

Lo tome de las caderas y entré en él de una embestida.

-Ahhhh, -gimió con lágrimas en sus ojos- d-duele.
-Lo siento. –murmure.
-Mmmgh. –gimió aferrándose a las cobijas.
-Hiroki no tienes que soportarlo si es doloroso, no quiero forzarte a hacer esto. –lo mire.
-No es eso Nowaki, mi deseo de convertirme en uno con usted es mucho mayor que cualquier dolor físico que pueda sentir, quiero tomar todo su amor.
-Hiroki te amo tanto.
-Y yo a ti Nowaki.

Empecé a moverme lentamente mientras él se aferraba a las cobijas.

-Hiroki, -tome sus manos y las coloque en mis hombros- aférrate a mí, no te preocupes no te haré daño.
-L-Lo sé. –sonrió a medias.

Me recargue en la cama y seguí embistiéndolo mientras lamía sus pezones.

-Ahhhh N-Nowaki.
-Hiroki estás muy apretado.
-¿Eh?
-Yo solo me entiendo. –sonrió.
-Nowaki, eres un bromista. –sonrió.

Me excito tanto esa sonrisa y lo embestí con un poco más de fuerza.

-Ahhh.
-Lo siento pero no puedo contenerme.

De un movimiento jale a Hiro sentándolo en mi regazo mientras sus piernas rodean mi cadera.

-E-Esto es algo vergonzoso.
-Te amo.

Me abrazo mientras devoraba las sus labios y él se aferraba a mis hombros.

Seguí embistiéndolo hasta que mi amado se corrió en nuestros vientres y al sentir como se contraía me corrí en su interior.

Su respiración era entrecortada mientras recargaba su cabeza en mi pecho.

-Te amo Hiroki.
-No más que yo Nowaki. –sonrió y me beso.

Luz en la Oscuridad (Nowaki x Hiroki x Akihiko)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora