CAPITULO 32 Visita al acuario.

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--Akihiko---

Me duele haber dejado solo a mi hermoso castaño.

Pero por parte de mi empresa tenía que ir a Alemania a presentar las ganancias y revisar las empresas que están en convenio con la mía.

Me hubiera encantado traer a mi amado.

Pero él quería seguir con sus pinturas.

Y lo entiendo.

No quiero que mi amado deje sus sueños por mi trabajo.

Es lo que más amo.

Y ahora que espera un hijo mío lo es todo para mí.

Por eso viaje de una vez.

Porque quiero vivir a su lado todo el embarazo.

Sin que nadie nos moleste.

Quiero conocerlo.

Extraño tanto a mi Hiroki.

Supongo que debo esperar.

Solo serán algunos días.

Pero en verdad lo extraño.

Hiroki es mi todo y lo amado demasiado.

Me quede mirando unos documentos para terminar el trabajo pronto.

Tengo una leve sospecha que...

Ese hombre pelinegro quiere quitármelo.

Maldición.

Mi amado es tan hermoso.

Muchas en mi empresa me lo comentan.

Dicen que tengo a un hermoso ángel a mi lado.

Ta cariñoso y lindo.

Tan amoroso y caritativo.

Una persona tan perfecta.

A veces me pregunto si me lo merezco.

Es tan lindo y voy a protegerlo.

Tome mi celular y le marque a mi amado.

-¿S-Sí?
-Mi amor, ¿te desperté?
-N-No. –susurro.
-Lo siento mi amor.
--No es nada. –murmuro.
-¿Cómo estás?
-Bien.

Mire la hora y suspire.

Soy tan malo, allá es de madrugada.

-¿Akihiko?
-Lo siento amor, no me di cuenta de la hora.
-No te preocupes, extrañaba escuchar tu voz.
-¿Enserio?
-Incluso el bebé también.
-Que hermoso. –sonreí.
-Se está moviendo en este momento.
-¿Podrías ponerte el celular en el vientre?
-¿Eh?
-Por favor. –rogué.
-Está bien.
-Hola mi lindo bebé, quiero que cuides a mami en lo que yo regreso, sabes que los amo a ambos y que son mi vida entera, volveré en unos días, no me extrañen mucho, -sonreí- dile a Hiroki que lo amo muchísimo.

Pasaron unos segundos más y escuche la respiración de mi amado.

-¿Qué le dijiste?
-Solo lo mucho que lo amaba.
-Pues ha funcionado.
-Cuídate mucho amor.
-Igual tú Akihiko.
-Nos vemos en unos días.
-Hai.
-Te amo Hiroki, muchísimo.
-Y yo a ti Akihiko.

Nos despedimos y colgué.

-En verdad es un hermoso ángel.

"Como tú... capitán Akihiko"

Me levante de golpe al escuchar esa voz, busque con la mirada a mi amado pero no lo encontré.

-¿Qué mier...?

"Es momento de recordar y desenvainar tu espada..."

-¿Quién eres? –gruñí.

"Valentía, capitán, tenemos una guerra que ganar contra un enemigo peor que las sombras"

Maldición, creo que me estoy volviendo loco.



---Raiden---

Siento como si tuviera tanto poder.

Es como si mi cuerpo recuperara lo que se me había quitado.

Este poder es muy grande.

-Maldición. –gruñó.
-No permitiré que te acerques a mi Yoshi.
-Raiden, sabía que tenías algo oculto y por lo que veo...
-¡¡Belcebú!!
-Raiden, -sonrió- el dios del trueno.

¿Dios del trueno?

Ahora entiendo.

Mire hacía mi izquierda y me vi reflejado en una ventana.

Había cambiado por completo.

Mis ojos se volvieron azules y mi cabello blanco.

Entonces yo...

No recuerdo muy bien, pero sé que...

Soy el dios del trueno y puedo enfrentarme a cualquier cosa.

Nada me detiene.

Le lance un rayo que él esquivo.

-Has perdido la práctica.
-Solo un poco.

Chasquee los dedos y mi ropa cambio por una armadura plateada.

-Ya era hora, -sonrió- quería ver tu forma original.
-Lo malo es que no será por mucho tiempo.

Saque mi espada envuelta en una luz azul y lo mire.

Él saco su espada bañada en sangre y sonrió ampliamente.

-Es el momento de morir.

Ambos nos empezamos a atacar con nuestras espadas.

Realmente es fuerte y rápido.

Me está costando adaptarme a mis poderes.

Pero...

Siguió atacando mientras me defendía.

Maldición...

Si no me acostumbro yo...

-Demasiado tarde. –sonrió.

Le lancé un rayo pero no logro pararlos.

-MUERE DIOS DEL TRUENO.

Dio un salto para enterrarme su espada.

Maldición.

-¡¡¡¡DETENTE!!! –grito mi amado.

De pronto un escudo me rodeo por completo y querer herirme la espada de Belcebú se rompió por completo.

-¿Qué demonios?

Él escudo era de color verde, que me protegía por completo.

Tome mi espada y se la enterré en el costado.

Yoshi me miro y se desmayó.

Él escudo desapareció y corrí hasta su lado.

-Mi amor, -lo abrace- Yoshi, despierta.

Su respiración era lenta y tranquila.

-Esto no termina aquí Raiden. –sonrió Belcebú y desapareció.

Quisiera ir tras él y matarlo pero... lo importante es proteger a mi amado.

-Te cuidaré Yoshi y más ahora que tengo poder para hacerlo, así que no temas mi amor- lo bese.

Luz en la Oscuridad (Nowaki x Hiroki x Akihiko)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora