Luz en la Oscuridad (Nowaki x Hiroki x Akihiko)

CAPITULO 44 Dificultades. Parte I.

---Nowaki---

Después de dejar a mi Hiro-san descansando, baje al sótano para localizar a mis sombras.

Siento como mi poder se debilita día con día.

Seguramente es por permanecer en el mundo humano.

Esto no puede ocurrir.

No quiero estar indefenso.

Debo proteger a Hiroki.

Tal vez mis sombras puedan ayudarme.

Me coloque en medio del lugar y me concentre.

No sé cuánto tiempo ha pasado.

¿Minutos? ¿Horas?

No lo sé, pero me estoy agotando.

-Mi señor, ¿nos ha solicitado?

Tres de mis sombras me miraban fijamente.

-¿Qué está pasando?
-Debe volver al abismo, necesita recargarse de energía, además Zerth va ganando más territorio.
-Mierda. –murmure.
-Lo necesitamos en el abismo.

No puede ser.

No quiero dejar a mi familia.

No cuando apenas los he recuperado.

Maldita sea.

Pero…

Necesito mi poder.

Debo protegerlos.

-¿Señor?
-Esperen aquí, volveré en un segundo.
-Así será. –hicieron una reverencia.

Subí las escaleras y vi mi niña entrando a la habitación de mi amado castaño.

-¿Pasa algo Nowaki? –pregunto Akihiko.
-No es nada. –susurre
-…
-Bueno es algo, complicado, -lo mire- vamos con Hiro-san para decirles.
-Ok.

Caminamos a la habitación de nuestro amado y él estaba sentado cerca de la ventana, sumergido en sus pensamientos y Saori recargando su cabeza en su regazo.

-Hiro-san.

Él nos miró y sonrió.

Ah…

Esa sonrisa.

Cada vez que la veo me enamoro más y más de él.

Su bella sonrisa.

Todo es perfecto en él.

¿Cómo no enamorarse?

-Debo decirles algo a los tres.

Akihiko se sentó en la cama y los mire de frente.

Les comente sobre la situación que pasaba en el abismo.

Que debía volver para equilibrar todo y volver con más energía.

Si quiero seguir aquí y luchar debo tener mi poder.

Mi hija se puso triste junto con mi Hiro-san.

-No te preocupes Nowaki, los cuidare. –comento Akihiko- Los amo más que a nada y quiero que estén protegidos.
-Gracias Akihiko.

Mi amado Hiro-san se acercó a mí y me abrazo.

Lentamente coloco sus labios en los míos y lo sujete de la cintura.

-Regresaré pronto, lo prometo. –susurre en su oído.
-Te estaré esperando, y más vale que regreses.
-Lo haré. –lo bese de nuevo y acaricie su vientre.
-Cuídate por favor, hazlo por nosotros.
-Todo estará bien, confía en mí. –bese sus mano.
-¡¡Papá!!
-Volveré pronto princesa.
-Debo ir contigo.
-Saori. –murmuro mi amado.
-Papá.
-Debes quedarte hija.
-Solo, busca al tío Ryu por favor.
-¿Huh?
-Está encerrado, búscalo y tráelo por favor.
-Lo haré.