Luz en la Oscuridad (Nowaki x Hiroki x Akihiko)

CAPITULO 42 Poder liberado. Parte II.

---Akihiko---

¿Capitán?

¿Regresar? ¿A dónde?

Realmente esto es…

-¿Quiénes son ustedes? –pregunte.
-Somos Jeremías y Francis, sus subcomandantes.
-¿Huh?

Mi cabeza es un completo caos.

No recuerdo nada.

Sus caras se me hacen conocidas pero…

No sé nada más.

-¿Pasa algo capitán?
-No sé quiénes son ustedes.
-No nos digas eso capitán, hemos venido por usted. –comento Jeremías.
-Lo necesitamos, una guerra se aproxima. –suspiro Francis.
-¿Guerra?
-Los demonios están planeando lago muy grande.
-…
-Debe venir con nosotros.

A mi mente llegaron varias imágenes.

Sobre entrenamientos, batallas.

Maldición.

Duele demasiado mi cabeza.

-Zeus nos ha dicho que…
-Ese hombre. –gruñí.
-¡Capitán!
-Váyanse, yo me quedaré aquí.
-Pero…
-Supongo que luego iré, ahora quiero estar solo.
-Necesitamos que usted…
-Francis eres un buen estratega, entrena a los demás pero no mandes a nadie al ataque, algo está mal.
-¿Cómo?
-No confíen en todo lo que les diga Zeus.
-Pero es nuestro señor.
-Crean en lo que les digo, -los mire- por favor.

Ambos intercambiaron una mirada y asintieron.

-Creemos en ti capitán.
-Gracias.
-Así que investigaremos, pero cuídese mucho, -me dieron una espada- estaremos en contacto.
-Sí.

Me despedí de los dos y entre a la casa.

Nowaki me miro y asintió.

-¿Akihiko?
-No es nada mi niño, -sonreí- solo propaganda.
-Ok.

No puedo abandonar a mi amado.

Y más con todo lo que ha hecho Zeus.

Tendremos que destituirlo de su cargo, el malo aquí es Zeus, es peor que un demonio.

---Artemis---

Le dije a mi amado que se quedará un momento en su habitación mientras yo hablaba con mi hermana.

Lo tome de la cintura y lo bese.

Me hace sentir feliz tenerlo entre mis brazos.

Nos separamos y él se sonrojo.

-Que hermosa pareja hacen. –sonrió mi hermana.
-Gracias. –comente.
-Si te descuidas te lo quito.
-Shiva…
-OK, me calmo.

Mi hermana se adelantó a la biblioteca y yo acompañe a mi amado a la habitación.

-Este reino es hermoso, incluso si hace frío.

-¿Quieres que te traiga más ropa abrigadora?
-No, -sonrió- estoy bien.
-Lee te amo.
-Y yo a ti Artemis.
-No tardo.
-Sí.

Lo volví a besar con mucho amor.

No me gustaría soltarlo ni un segundo pero…

Debo hablar con mi hermana.

Nos separamos y bese su frente.

-Cualquier cosa…
-Te esperare.
-Te amo.

Mi amado se sentó en el sofá y yo baje las escaleras para dirigirme a la biblioteca.