CAPITULO 44 Dificultades. Parte II.

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---Ryu---

Natiel se ve tan indefenso.

Por fin veo su verdadera forma.

Un chico pelinegro de ojos verdes.

Se ve más joven que yo.

Realmente parece que tiene una historia.

Y no muy linda.

Hay dolor en su mirada.

No es malo.

Aunque trate de pensar lo contrario.

Él es tan vulnerable.

Lo abrace con fuerza mientras lloraba.

-Lo siento.
-No es tu culpa.
-Lo es Ryu, -me miro- me enamore de un idiota desalmado.
-Natiel.
-Pensé que sentía lo mismo por mí, pero en cuanto Zeus quiso atacarlo me dejo a mí ante él, me capturaron y me condenaron a muerte. –sollozo.

Sentí tanta impunidad que me aferre a él con fuerza.

-Lo amaba, pero solo fui su entretenimiento, todos me señalaban, solo una persona me quiso ayudar pero no podía.
-Natiel.
-Yo soy el tan conocido Ángel caído.
-¿Qué?
-El ángel que se dejó sucumbir ante la oscuridad, ante un amor maldito, ante la lujuria de un idiota.

Quería decirle algo pero las palabras no salían de mi boca.

Parece que ha sufrido mucho.

-Natiel.
-¿Huh?
-¿Tú conoces a Reizo?

Su mirada se ilumino y un sonrojo apareció en sus mejillas.

-Sí.
-¿Cómo fue que...?
-Él fue el ángel que me ayudo, que siempre hablaba conmigo, quien me cuidaba pero... Zeus lo mandó a una misión y...
-¿Qué paso?
-Z-Zeus ordeno a varios de sus prisioneros que... -sollozo- que me violaran.

Él se aferró a mí y acaricie su espalda.

Maldito Zeus.

Es un infeliz.

-D-Después de eso, -limpió sus lágrimas- eliminaron mi cuerpo más no mi alma, me quede vagando en el limbo.
-Lo siento.
-No fue tu culpa.
-Te ayudaré.
-¿HUh? –me miro.
-Encontraremos la manera de que vuelvas a tener tu cuerpo y puedas ser feliz a lado de Reizo.
-P-Pero que d-dices.
-Se nota que tienes un cariño especial por él.
-D-Dices cosas... -resoplo- que no vienen al caso.
-Tal vez. –limpie sus lágrimas.





--Hiroki---

Siento como mi cuerpo se estremece.

Y mis piernas comienzan a temblar.

Si no es porque Akihiko me está sujetando, seguramente me hubiera caído.

Tengo miedo.

No estoy listo.

No quiero que nada les pase a mis hijos.

Saori me abraza con fuerza.

Puedo sentir el miedo en ella.

No puedo permitir que nos separen de nuevo.

Debo protegerla.

-Hola padre. –comento Akihiko.

Me aferre a Akihiko y él acaricio mi cintura para darme fuerza.

-Hace mucho que no te veo. –comento ese hombre.
-Lo sé padre.
-Por fin te dejas ver Hiroki.

Me tensé al escuchar mi nombre.

Lentamente lo mire y él sonrió.

-B-Buenas tardes señor Usami. –murmure.
-Oh, por favor dime padre.
-...
-¿Cómo va mi nieto?
-Muy bien padre, aunque aún no se le nota el embarazo.
-Ya veo.

Zeus miró a mi hija.

-¿Quién es ella?

Mi niña aprieta mi camisa.

-Adoptamos a la pequeña. –comento Akihiko apresurado.
-Vaya, no lo sabía.

Saori me miro y negó con la cabeza.

-¿Y cómo se llama la pequeña?
-L-Lucy. –murmure- Usami Lucy.
-Lindo nombre.

Zeus miraba fijamente a mi hija.

-¿No le darás un beso al abuelo? –pregunto Zeus.

Quería gritarle.


Decirle muchas cosas.

Pero no puedo arriesgarme.

No puedo permitir que les hagan daño.

Mi hija se apartó y me miro.

Lentamente se acercó a Zeus y sonrió.

-A-Abuelo.
-Así es pequeña, -revolvió su cabello y beso su mejilla- eres hermosa.
-G-Gracias.
-Te pareces a alguien que conozco.
-...
-En fin, solo pasaba a visitarlos, no puedo quedarme.
-Es una lástima. –comento Akihiko.
-Pero los visitaré pronto.
-Me parece bien.

Zeus se despidió de nosotros y mi hija se aferró a mí.

-E-Ese hombre es terrible.
-Vamos a una cafetería, necesitan algo de agua. –comente.

Asentí y nos llevó a la cafetería más cercana.

Aun siento mis piernas temblorosas.

Mi corazón está acelerado.

Por un momento pensé que descubriría a mi niña.

Sentí tanto miedo.

Debo de entrenar.

De sacar mi poder.

Esto se volverá a repetir.

Y debo estar preparado.


En lo que comían un bocadillo me fui al baño para mojarme mi cara un poco.

Me mire al espejo y suspire.

-Hola Eros.

Voltee atrás y vi a ese rubio de la otra vez.

-T-Tánatos. –murmure.
-Solo dime Shinoda, -sonrió- cada día que te veo estas más hermoso.

¿Por qué?

-Vine a visitarte.

Se acercó a mí y retrocedí unos pasos.

-Creo que vendré cuando tengas a está criatura.
-¿Qué quieres de mí?
-Ya te dije que eres mío Hiroki, deberías saberlo.
-Y-Yo...
-Aunque hueles a luz y oscuridad. –me miro- Esto no es nada bueno para mí...


Luz en la Oscuridad (Nowaki x Hiroki x Akihiko)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora