--Lucci---
Malditos rastreadores.
No han podido localizar a mi Yoshi.
¿ES DIFICIL ENCONTRAR EL AURA DEL IDIOTA DE RAIDEN?
Maldita sea.
Debí matarlo cuando tuve oportunidad.
Deshacerme de él.
Eso me pasa por darle paso libre a mi Yoshi.
Debí mantenerlo encerrado.
Que siempre al llegar abriera las piernas para mí.
Como mi esclavo sexual que era.
Maldita sea.
Él solo debía estar conmigo.
ZEUS ME LO DIO.
ME LO REGALO.
YO IBA A HACER SU ANGEL.
Su cuidador.
Pero el muy tonto prefirió al demonio.
Prefirió pedirle ayuda a él.
Seguramente le dio su cuerpo como pago por la ayuda.
Y yo pensando que era tan puro.
Sí que fui un idiota.
Pero él volverá conmigo.
Lo traeré de vuelta y se arrepentirá de haber huido.
Lo encerrare.
Y a Raiden lo matare con mis propias manos.
Eso haré.
-Lucci-sama.
-¿Qué? –exclame.
-El capitán de la tropa lo espera en la sala.
-Iré en un momento.
Ella hizo una reverencia y se marchó.
Espero me traiga buenas noticias.
Maldita sea.
Tengo ganas de mandar todo a volar.
Tal vez...
¿Debería ir al mundo humano?
Supongo que yo tengo que buscarlo por mis medios.
Tengo un gran poder de manipulación.
Aunque Zeus pueda cambiar memorias yo puedo hacer que las personas hagan mi santa voluntad siempre y cuando este cerca.
Tal vez debería irme a los altos medios.
A un presidente.
O con los militares.
Suena bien.
No...
Algo mejor.
Su familia.
A la que tanto protegió y amo.
Jejejeje...
Querido Yoshi la que te espera cuando te tenga entre mis brazos.
Haré que te arrepientas de haberte escapado.
---Saori---
Me quede haciendo mi tarea cuando mi papá llego.
-Saori.
-¿Qué ocurre papá?
-Mañana tendremos una cita con Hiro-san.
-¿Con mamá?
-Sí. –sonrió.
Corrí hasta sus brazos y él me cargo.
-¿Enserio?
-Sí mi niña.
-Que bien, ya quiero verlo.
-Yo igual, pero será a las 10 de la mañana.
-¿A dónde iremos?
-Al acuario, -comento- aunque le dije que no yo no iría porque tenía trabajo.
Baje la mirada y suspire.
-Pero iré con ustedes, le diré que al final mi junta se canceló.
-Tendremos un día como familia. –sonreí.
-Así es mi niña. –beso mi frente.
-Entonces iré a preparar una merienda para nosotros.
-Estoy seguro que Hiroki hará lo mismo.
-Yo también lo creo, -sonreí- pero quiero darle algo preparado por mí.
-Estoy seguro que será muy feliz.
-Gracias papá.
-Lo vamos a recuperar. –comento.
-Lo sé papá.
-Bueno termina de hacer tu tarea en lo que hago la cena.
-Sí papá. –sonreí.
Me fui a la sala y seguí con mi tarea.
-Princesa.
-¡Artemis! –me levante y lo abrace.
-¿Cómo estás?
-Bien, estoy muy feliz.
-¿A qué se debe?
-Porque mañana papá y yo iremos al acuario con mamá.
-¿Enserio?
-Sí, iremos con Hiroki.
-Me alegro, espero y todo resulte bien.
-Queremos traerlo de vuelta.
-Ya verás que todo saldrá bien.
-Yo solo quiero estar con los dos.
Él me abrazó y besó mi frente.
-Lamento todo lo que ocurrió.
-¿Huh?
-Sí yo hubiera sido más fuerte tu estarías con Hiroki.
-¿Por qué lo dices?
-Yo cuidaba a Hiroki cuando él estaba embarazado, él en verdad se desvivía por ti, te amaba y te ama, me partió tanto el alma escucharlo llorar cuando tu abuelo te aparto de su lado, -me miro- me pidió que te llevara lejos, que me decidiera de ti pero no pude, no quise hacerlo, así que te lleve al orfanato y te cuide.
-Mi abuelo me odia ¿verdad?
-No digas eso Saori.
-Pero no importa, -me limpie las lágrimas- porque los tengo a ustedes, son mi familia.
-Así será siempre princesa.
---Miyagi---
Mi amado estaba realmente alterado.
Después de gritarnos que no quería tener a ese bebé se fue corriendo hacia una habitación encerrándose en ella.
-Shinobu. –toque la puerta.
-Vete.
-Shinobu, mi amor.
-DEJAME SOLO.
-Pero Shinobu.
-QUE TE LARGUES.
-Shi...
-Vamos a la sala Miyagi, -comento su hermano- hay que dejarlo un rato solo, quiero que me cuentes lo que ha pasado.
Mire hacía la puerta y él toco mi hombro.
-No te preocupes, mi hermano es fuerte, debe estar pensando con calma.
Caminamos hasta su oficina y nos sentamos.
-No quiero que lo pierda. –susurre.
-¿Huh?
-Yo amo todo de Shinobu, no quiero que lastime a su bebé.
-Es de Zeus.
-Aun así, yo le daré todo el amor que se merece.
-¿Lo dices porque eres ángel?
-No, -lo mire- lo digo porque más que ser un ángel soy la persona que más ama a Shinobu y quiero protegerlo, al igual que al bebé que espera.
-Por favor Miyagi cuéntame todo lo que ocurrió desde que se fue mi hermano.
-Está bien.
Le empecé a contar lo que había pasado, el porque nos fuimos, lo que sucedió estando en el cielo, que le cambie de apariencia, también que Zeus nos descubrió, nos borró las memorias y a él lo hizo su esposo.
Kaoru estaba demasiado molesto, tuve que tranquilizarlo un momento porque quería irse al cielo en busca de Zeus.
-Maldito infeliz. –gruñó Kaoru.
-Es mejor que te calmes.
-¿CÓMO LO HAGO CUANDO EL MUY PERRO VIOLO A MI HERMANO?
-Zeus es más poderoso.
-Yo lo mato.
-Créeme que yo también quiero acabar con él. –gruñí- Pero ni tú ni yo tenemos el poder suficiente para acabar con él.
-Maldito Zeus, primero lo de Hiroki y ahora Shinobu.
-¿Cómo? –me sorprendí.
-Hiroki está en la tierra, el maldito de Zeus le borro la memoria, -gruñó- incluso lo separo de su hija.
-¿HIJA? ¿HIROKI ESTABA EMBARAZADO?
-Sí, -suspiro- han pasado muchas cosas, pero la hija de Hiroki ya está con Nowaki, su papá.
-Todo esto es...
-Sí lo sé y...
Se escucharon unos platos rompiéndose y ambos nos dirigimos al primer piso.
Al llegar a la habitación de Shinobu encontramos una charola de comida regada en el piso y una chica pegada en la pared.
-¿Qué ocurrió? –pregunte.
-Ese maldito rubio se puso como loco.
-¿A QUIÉN LE DICES LOCO IDIOTA?
Él estaba a punto de írsele encima y lo abrace.
-Suéltame.
-No lo hare Shinobu.
Él comenzó a llorar y lo abrace fuertemente.
"Será muy duro pero lo vamos a superar, este bebé será de los dos..."
---Hiroki---
Mañana iré con Saori al acuario.
Me siento tan feliz.
No sé porque estoy tan emocionado.
Quiero verla.
Es tan linda.
Es la hija perfecta.
Siento como si fuera mía.
Ella llena el hueco en mi corazón.
La quiero mucho.
Me encariñe con ella sin saber porque.
Me recosté en el sofá y acaricie mi vientre.
-A ti también te amo mi bebé...
Me pregunto que será.
Muero de ganas por saberlo.
Aunque debo esperar más tiempo, solo tengo 2 meses.
Akihiko me llamo preguntándome como estaba, si ya había comido, diciéndome que me ama.
En verdad es tan detallista.
Lo amo...
Pero...
No entiendo porque mi corazón latió de esa forma al estar con Nowaki.
Tal vez fue la emoción de ir con Saori.
-Necesito un chocolate. –suspire y me levante del sofá.
De repente toda la habitación se llenó de una espesa niebla y escuche una pequeña risita.
-Vaya, empiezan los antojos.
Voltee lentamente y mire a un rubio sentado en el sofá mirándome fijamente.
-S-Shinoda. –murmure.
-Veo que recordaste mi nombre.
¿Estaré soñando?
Esto es tan irreal.
-Te ves más hermoso de lo que recordaba.
-¿Qué eres tú?
-Ya te lo dije antes, -sonrió- soy Tánatos el dios de la muerte.
-...
-¿Asustado?
-En lo absoluto. –trate de calmarme.
-Eso me gusta de ti.
Intente moverme pero no podía.
Él me miro y se acercó hasta mí e inclinó su rostro hacia el mío.
-Muy hermoso.
-Aléjate.
-Tú padre hizo un pacto conmigo y tú me perteneces.
-¿De qué estás hablando?
-Cuando ibas a nacer estabas a punto de morir, por eso él vino a mí, para que le diera un poco de poder de Eros para que siguieras viviendo y pues acepte siempre y cuando tu fueras solo mío.
-...
-Por eso me perteneces, -me tomo del mentón y me beso- solo mío.
Intente apartarlo pero me sujeto con fuerza y sentí un sabor metálico en mi boca.
No puedo apartarlo.
Nos separamos cuando me quedaba sin aliento.
-Delicioso.
Él me dio un pequeño empujón haciendo que cayera en el sofá.
-Ahora estás marcado.
-¿Qué?
-Cuando tengas a esta criatura, -acaricio mi vientre- tu irás a mí por tu voluntad porque he depositado a ti a Eros... eres el dios de la vida Hiroki, recuérdalo siempre.
Siento como mi pecho se acelera.
-Duerme bien amor, mañana será otro día, y esto te habrá parecido solo un sueño.
Siento mis parpados pesados...
---Raiden---
Me desperté de golpe porque empecé a oler un aroma nauseabundo.
Maldición no son buenas noticias.
Me levante de la cama sin despertar a mi amado y salí por la ventana.
Al salir de la casa me encontré con varias criaturas del abismo, pero no... no son del abismo.
-Mátenlo. –sonrió ese demonio.
-¡¡Belcebú!! –gruñí.
-Primero te mataré y luego tomare lo que siempre me perteneció.
-Jamás te dejaré ponerle un dedo encima a Yoshi.
-Ya lo veremos.
Siento como el odio me empieza a invadir y una corriente eléctrica me recorre, varios truenos me rodeaban y de un solo movimiento acabe con sus criaturas.
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Luz en la Oscuridad (Nowaki x Hiroki x Akihiko)
FanfictionLa Luz y la oscuridad siempre se han necesitado imponiendo límites, pero que pasa cuando hay sentimientos de por medio... Siempre ha habido una guerra... continua... Entre ángeles y demonios. Siempre queriendo acaparar el poder... Nunca se ha llegad...