CAPITULO 47 Extraño.

74 12 1
                                    


---Zeus---

Joder odio quedarme sin poder.


Tengo que acabar con todos esos infelices.

Con los que se atreven a desafiarme.

Acabaré con cada uno.

Empezando por el idiota de Nowaki.

Debí matarlo.

No...

Marth debió hacerlo.

Le di tanto poder a su hermano y sale con esto.

JODER

Y luego con Raiden.

Acabaré con esos dos.

Los haré polvo.

Ese par se atrevió a llevarse a mis hijos.

Aunque no es como si Yoshi me hubiera importado.

Pero ahora sí.

La Luz Divina y la Luz de la Esperanza.

Juntos harán la diferencia.

Y yo debo tenerlos conmigo.

Ese poder me corresponde.

La maldita perra no quiso dármelo a mí y decidió dárselo a ese par.

Ahora debo reunirlos y quitarle lo que por derecho me pertenece.

Pero antes dejaré que tengan a sus hijos.

Sé que heredaran su poder.

Así podré empezar de nuevo.

Quedarme con esos bebés.

Quitarles el poder a Yukito y Hiroki.

Y pues...

Desaparecerlos para siempre.

Esta vez no los mandaré a ningún lado.

Está vez yo...

LOS MATARÉ.

Ya no me servirán de nada.

Así que debo planear lo que hare.

Tengo que mantenerlo todo en control.

Esta vez no fallaré.

Terminaré con esto.

-Zeus.
-¿Qué mierda quieres Lucci?
-Necesito un poco de poder.
-¿Para qué?
-Quiero invadir el reino de Raiden.
-Jajaja, ¿tú? Si solo eres un pendejo.
-Maldito.
-Es la verdad.
-Necesito...
-No Lucci, de eso me encargo yo, no quiero que me ayudes, no lo necesito.
-DEBO RECUPERAR A MI YOSHI.
-Te lo daré, pero primero tengo cosas que hacer.




---Nowaki----

Mis sombras llevaron a los ángeles a un lugar seguro en el abismo.

Un lugar que hizo mi Hiro-san.

Un lugar lleno de luz en este reino oscuro.

Oh...

Quiero verlo.

Necesito abrazarlo.

Tengo que ir a verlos.

Pero debo recabar la energía suficiente.

Tengo que protegerlos.

Llegue al palacio y empecé a buscar los libros que necesitaría.

Necesito tener mis poderes al máximo.

Por lo mientras que estoy aquí voy a entrenar.

Para superarme.

Necesito incrementar mis poderes, debo terminar con Zeus.

Es un hombre poderoso.

Pero no más que yo.

Debo proteger a Hiro-san.

A nuestros hijos.

Con la ayuda de Akihiko.

Ya que lo amamos y queremos estar con él.

Compartir su amor.

Protegerlo y hacerlo feliz.

Eso fue lo que prometimos.

Sé que muchos no verán bien lo que hacemos.

Que en vez de ser una pareja normal seamos 3.

Pero no nos importa lo que opinen los demás.

Ya que es nuestra felicidad.

Además.

No es como si a mí me importara.

Soy un demonio.

Yo soy el que lo planteo.

Él que lo desea.

Como si sucumbieran a mis deseos.

No importa lo que opinen.

Yo solo quiero que estén a mi lado.

Y sé que Akihiko está de acuerdo.

Espero que esta guerra termine pronto.

Es mi mayor deseo.

Quiero disfrutar a mi familia.

Solo un poco más.

En cuanto todo esto termine...

Hablaremos bien con Hiroki.

Aunque él ya lo sabe.

Camine hacía un espejo y me concentre.

Espero funcione.

-¿Papá?
-Saori. –sonreí.

Mi niña sonrió feliz y acaricio el espejo.

-Sabía que podría contactarte, después de lo que me contaste.
-Papá, -sollozo- te extraño.
-Y yo a ti también.
-¿Cuándo volverás? Ya casi ha pasado una semana.
-Lo siento mí ni niña aquí solo ha pasado un día y medio.
-...
-Volveré en un mes.
-Es mucho tiempo.
-Prometo que no tardaré mucho cielo.
-SI papá.
-Te portarás bien ¿verdad?
-Hai.
-Gracias.
-Cuida a mi tío Kaoru y Ryu, ellos te necesitan.
-Lo prometo.
-Hija, cualquier cosa quiero que me contactes.
-Así será papá, aunque...
-¿Qué paso?
-Etto...
-Por favor Saori, no me ocultes lo que pasa...
-Mi mami se desmayó hace unos días cuando fuimos a comer.
-¿Cómo está Hiro-san?
-Tranquilo papá ya está mejor, -comento calmada- dijo papá Akihiko que era por lo del embarazo.
-Pero...
-Sí, papá Akihiko lo está supervisando últimamente, para que descanse y se recupere, aunque tiene muchos antojos.
-Me imagino.
-papá...
-¿Sí?
-¿No te importa que mi mamá espere un bebé de otro hombre?
-No mi cielo, amo a Hiro-san y aceptaré todo.
-Yo igual papá...





---Artemis---

He estado charlando con algunos soldados.

Vamos a hacer una expedición al reino de la madre naturaleza.

Tengo que encontrarla.

Y saber que paso.

Necesito protegerla.

Ya que es la madre de Hiroki y Yoshi.

Tengo que saber que ocurrió.

¿Por qué Zeus intento matarla?

Es un maldito bastardo.

Mintió diciendo que murió cuando Hiroki nació.

Incluso no sabía de la existencia de Yoshi.

¿Cuántas mentiras más ha dicho?

¿Por qué?

Se supone que Zeus se debía de preocupar por cada criatura del mundo.

¿Dónde quedo esa bondad?

¿Siempre ha sido así?

Un doble cara.

No puedo creerlo.

Realmente aun es increíble todo lo que hizo.

Pero es momento de acabar todo.

De que todo vuelva a ser como antes.

O al menos antes que Zeus enloquezca de poder.

Camine hacía la sala y vi a mi amado y mi hermana dormidos profundamente.

Ambos están sudorosos y un poco agitados.

Tal vez algunos pensarían mal de esta escena pero...

Conozco a mi hermana y mi amado.

Tal vez mi hermana lo hizo entrenar.

Mi hermana se despertó y se levantó.

-Llévalo a su habitación, fue un duro entrenamiento.
-Shiva, él debería estar...
-No lo digas, él es fuerte, si sigues con ese pensamiento se sentirá muy frágil.
-Yo...
-Lee es un chico muy lindo y fuerte, necesita que lo apoyes y creas en él.
-Gracias Shiva.
-No hay de qué, solo deja de ser un baka.

Me abrazó y se fue.

Mire a mi niño hermoso y lo cargue.

Lo lleve hasta su habitación y lo recosté en la cama.

Se ve tan hermoso.

Amo a este chico.

No me importa si es humano, ángel o demonio.

Yo lo amo, tanto.

Quiero que este siempre conmigo.

-A-Artemis. –murmuro dormido.
-Aquí estoy Lee. –tome su mano.

Él sonrió y me recosté a su lado, envolviéndolo con mis alas, él se acurruco en mi pecho y cerré los ojos embriagándome con su aroma.




--Ryu---

Natiel tiene mucho dolor en el pecho.

Está sufriendo demasiado.

No me gusta verlo así.

Es un niño.

Un pobre chico.

-Deja de tenerme lastima Ryu.
-Natiel.
-Creo en la ley del karma. –sonrió a medias- Todo me pasa por...
-Tranquilo.
-No puedo...

Abrace Natiel.

Se ve como un niño indefenso.

Quisiera protegerlo.

Pero...

Físicamente.

Que los dos estemos de frente.

-Tenemos que ir con Marth.
-¿Sabes dónde está? –pregunte.
-Sí, así que mientras más pronto mejor.
-Pero, ¿hay riesgos?
-Posiblemente, pero debo devolverte lo que te pertenece.
-Natiel.
-No es nada Ryu, así es la vida.
-No.
-Ryu yo ya he muerto, no pertenezco al mundo de los vivos.
-Natiel.
-No llores baka, -sonrió- andando.

Pude ver a través de él que en la entrada principal estaba Kaoru y Reizo junto con unas sombras de Nowaki.

-Estoy listo. –comento Natiel.
-¿Estás seguro que...? –comenzó a decir Reizo.
-Sí, es lo que deseo. –dijo Natiel.
-Yo...
-Vámonos ya.

Natiel camino hasta el portal que habían generado.

No quiero que él se sacrifique.

Espero que pueda vivir.

Realmente Natiel se merece una segunda oportunidad.

Zerth lo engaño.

Le mintió.

Es el peor del mundo.

Los tres entramos a al portal.

De un momento a otro estábamos en un lugar muy diferente.

El cielo es morado.

Todo es tan...

-¿Quiénes son ustedes? –pregunto un hombre alto de piel pálida, cuernos negros y cola.
-Quiero ver a Marth. –comento Natiel.
-¿Quién lo busca?
-El ángel caído, Natiel. –murmuro.
-Oh, pero has cambiado mucho. –nos miro lascivamente.
-QUIERO VERLO, AHORA.




---Akihiko---

Después del beso apasionado que Hiroki me dio volvió a desmayarse.

No fue un beso cualquiera.

Fue uno tan lascivo, lujurioso.

Lo cargue y lo subí al auto.

Saori estaba tan nerviosa pero logre calmarla.

El doctor dijo que no era nada malo.

Que solo le faltaba algo de descanso.

Lo recosté y lo deje dormir.

Aunque...

Esta semana ha actuado extraño.

Antes se avergonzaba cuando lo besaba.

Ahora me besa sin esperarlo.

Realmente...

¿Qué paso?

Algo está extraño.

No lo sé.

Esto...

Estaba profundamente dormido hasta que sentí algo tan raro.

No era raro, era satisfactorio.

Realmente tan bueno.

Abrí los ojos y no podía creer lo que veía.

Hiroki estaba frente a mí, tomando mi miembro entre sus manos mientras lo lamía y lo metía a su boca.

-H-Hiroki. –murmure.
-Tan bueno, -me miro- es tan grande, quiero sentirlo.  

Luz en la Oscuridad (Nowaki x Hiroki x Akihiko)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora