CAPITULO 38 Realidad.

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---Nowaki---

Mi amado Hiroki.

Mi lindo angelito tendrá un bebé.

Un hijo que es de otro hombre.

Pero...

A pesar de eso.

No estoy molesto.

Ya que él no sabía quién era.

Además lo amo como a nadie.

Es mi vida entera.

¿Cómo enojarme con él?

¿Cómo molestarme?

Lo amo.

No quiero perderlo.

Tanto tiempo sin él.

Un día es un siglo.

A pesar que el tiempo parece cortó en el abismo.

Sin él no soy nada.

No soy nadie.

Si no hubiera encontrado a nuestra pequeña.

Tal vez me hubiera convertido en el peor de los demonios.

En la pesadilla de cualquiera.

Simplemente eso.

Y yo no podría permitirlo.

No puedo.

No quiero dejarlo.

Lo amo.

Saori y yo lo necesitamos.

Tome la foto donde salimos los tres y la aprieto en mi pecho.

-Hiro-san, por favor, abre el medallón.

Recuerda quien eres...

Quien fuiste y quien serás.

Recuerda quien te anhela y te necesita.

Mi amor por favor.

Necesito hablar con ese hombre.

Aclarar varias cosas.

Respire profundamente y maneje hasta la casa de mi Hiroki.

Quiero verlo y besarlo.

Decirle que abra el medallón.

Fue un descuido mío no decírselo a tiempo.

Pero antes que nada.

Debo hablar con ese hombre.

Tengo que contarle lo que pasa.

Que esté enterado de todo.

Tal vez me tome por loco pero siempre puedo mostrarle mi poder.

Me estacione y vi como ese peliplata salía de la casa.

-¿Qué haces aquí?
-...
-Te vi llegar desde la sala.
-Debo de hablar contigo.
-...
-¿Podemos hablar en otro lado?
-Supongo.

Ofrecí a llevarlo pero decidió seguirme en su propio auto.

Maneje rumbo a la carretera y me estacione cerca del bosque.

Salí del auto y él hizo lo mismo.

-Ya estamos aquí. –cruzo sus brazos.
-Debemos hablar. –lo mire.
-Tienes razón, -encendió un cigarrillo- quiero que te alejes de mi pareja.
-No es tuyo.
-ES MI PROMETIDO, DEJA DE UTILIZAR A TU HIJA CON LA EXCUSA DE ACERCARTE A ÉL.
-Es su hija.
-Porque Hiroki se encariño con ella.
-Es su hija.
-Si pero...
-Usami, Hiroki es mi lindo amor, lo conocí hace años y Saori es la muestra de amor más fuerte que tenemos.
-Eso es...
-Déjame hablar contigo de todo.
-¿Quién eres? –pregunto.
-En el mundo humano soy Kusama Nowaki, pero en mis tierras o mejor dicho en el abismo soy conocido como el rey de las tinieblas.
-...
-Y Hiroki es el hijo de Zeus, la luz de la vida.
-Jejeje, ¿es una broma?
-No.
-Me largo.

Cuando iba a subirse a su auto lo detuve y mi cabello se hizo negro y mis ojos oscuros mientras emanaba un aura oscura.

-¿Qué?
-Quiero que me escuches.

Él aún estaba en shock.

-Aunque es difícil aceptar, Hiroki es un hermoso ángel, yo soy un demonio y Saori es nuestra hija, fruto del amor que nos tenemos.
-Esto es...
-Por favor déjame contarte la verdad.

Él tiro su cigarrillo y me miro.

-Habla Nowaki, pero no te aseguro dejar a mi prometido.
-Y yo no dejaré de conquistarlo.

Él asintió y nos sentamos en unas piedras.

Comencé a contarle acerca de mi reino antes de conocer a Hiroki, el cómo estaba compuesto el abismo y el purgatorio.

Mis tropas.

Todo lo que constituía el abismo.

Después le hable sobre la visita de Hiroki.

La misión que le había dado su padre.

El amor que surgió entre nosotros.

Nuestra entrega.

El enfrentamiento contra Zeus.

Su poder.

Sus amenazas.

Todo.

Él me miro sorprendido y suspiro.

-Parece como una historia sacada de un libro.
-Es la verdad.
-Esto es...
-Es por eso que te cuento todo esto.



---Ryu---

Reizo.

Por mi culpa tú...

Lo siento, lo siento tanto.

No debiste hacerlo.

No debiste sacrificarte por mí.

No valía la pena.

Tal vez ambos lo hubiéramos derrotado.

No quiero que muera.

Por favor aguanta.

Encontrare una forma de volver y...

Todo el lugar se volvía oscuro.

¿Ahora qué?

Saque la daga llena de luz que me regalo mi madre e ilumine el lugar donde estaba.

-Pobre ángel caído...
-...
-Estando solo en un lugar desconocido.

Se escuchaba una voz pero no sabía de quien.

-Tan hermoso y lindo.

...

-Tanto que quiero mancharte.

Maldición.

-Serás mi hermoso concubino.

Intente retroceder.

Pero chocaba contra una pared invisible.

-¿QUIÉN ERES?
-Serás solo mío.
-¿DÓNDE ESTÁS?
-Pobre ángel que ha perdido a su compañero.
-¿Qué?
-Pobrecito...
-Reizo.
-Su pareja que ha muerto.
-¡NO!
-Intento protegerte pero no es nada en comparación de mí.

Se apareció frente a mí ese pelirrojo.

-Murió incinerado. –se carcajeo.
-ARES. –grite.
-Hola amor.
-¡¡Maldito!!

Tome mi daga y se la avente con fuerza.

Pero él la detuvo antes de lastimarlo.

-Que cosita tan rara....
-IDIOTA...
-Ahora es tiempo de volver a casa.

Avente una esfera de luz y él la desvió.

-Buen intento pero... jamás podrás conmigo.



---Shinobu---

Salí a dar un paseo por la playa.

He platicado con Artemis.

Dice que mi embarazo solo durara de 5 a 6 meses.

Apenas tengo mes y medio.

Ruego porque se parezca a mí.

No me gustaría que tuviera parecido con Zeus.

No podría soportarlo.

Aunque trataría de darle todo mi amor.

Es mi bebé y debo aceptarlo.

Me quede sentado en la arena y mire el hermoso mar.

Tan lejano y profundo.

Me encanta.

Los humanos tienen cosas maravillosas.

Lástima que no las aprecian.

Es una perdida tan grande.

Miyagi...

Cuanto te extraño.

Quisiera que vinieras conmigo.

Por favor...

Búscame.

Te amo.

Yo te...

-Aquí estabas.

Esa voz...

No...

Todo menos él...

Yo...

Me levante y lo mire.

-Hola Tetsuya o debería decir Shinobu.
-Z-Zeus. –susurre.
-Veo que me recuerdas.

Quise apartarme pero sujeto mi brazo.

-SUÉLTAME.
-Fuiste un chico malo.
-Maldición.
-Eres mi diablito.

Quise patearlo pero me sujeto de mi cuello.

-Quisiera matarte y...
-P-Por favor, déjame ir.
-Es hora de volver a nuestro hogar.
-N-No.

Me bajo y lentamente coloco su mano en mi cintura.

-¿Huh?
-...
-¿Por qué tienes luz en tu ser?

Él coloco su mano en mi vientre y apretó.

-Ahhggg n-no.
-Jajajaja, -soltó una carcajada- Llevas a mi hijo en tu vientre.
-¿Por qué?
-NO LO TOQUES.
-¿Miyagi?



---Raiden---

Ahora que ya he recuperado la mayoría de mis poderes, tal vez deba ir a ver a mi tropa.

Ellos también me necesitan.

Pero lo que más quiero.

Es proteger a Yoshi.

No quiero que le hagan daño.

No lo voy a permitir.

Es mi amado.

-¿Raiden?

Se acercó a mí y me beso.

-¿Qué ocurre mi amor?
-Raiden, yo...
-¿Sí?
-Tuve un mal sueño.
-¿De qué trataba?
-Que te perdía a ti y a nuestro bebé.
-No te preocupes mi amor, no nos perderás.
-Pero...
-Te voy a proteger mi amor.
-Lo sé.
-Así que no te preocupes por nada amor.

Tome su mentón y lo bese.

-Raiden.
-¿Sí?
-Quiero papas fritas.

Me comencé a reír y lo bese.

-Todo lo que quiera mi amado.
-Gracias.
-Por cierto.
-¿Huh?
-Recuerda que el sábado nos casaremos. –sonreí.
-Quiero verte vestido de blanco, de decir que acepto y besarte, proclamarte como mío.
-Soy tuyo.

Lo bese y me aferré a él.

"Te voy a proteger, ni Lucci, ni belcebú te harán daño"



---Hiroki---

Me siento tranquilo de haberme reconciliado con Akihiko.

No sé qué hubiera pasado si él siguiera enojado conmigo.

Soy un desastre.

Ni yo sé lo que siento.

Todo me tiene confundido.

Debo dejar de pensar así.

Amo a Akihiko, espero un bebé de él.

Entonces...

¿Por qué me siento raro cuando estoy con Nowaki?

Me siento raro.

¿Qué pasa conmigo?

Saori, Nowaki, Akihiko y mi bebé son lo que más quiero.

No debería ser así.

Yo...

Mire el medallón y suspire.

-Tal vez... -lo tome y le quite el broche.  

Luz en la Oscuridad (Nowaki x Hiroki x Akihiko)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora