CAPITULO 62 Primeras señales.

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---Artemis---

Lee duerme cómodamente en mi pecho.

A pesar de ser un ángel.

Me porte muy mal con él.

Debí ser directo.

Decirle las cosas como eran.

Maldición.

Lo siento amor.

Se movió entre mis brazos y abrió sus ojos con una linda sonrisa.

-E-Estás aquí.

Él tomo mi mano y la puso en su mejilla.

-Te amo, -susurre- lo siento.
-Artemis.
-Solo quería protegerte.
-No te disculpes, eso quedo en el pasado.
-Pero por mi culpa...
-No hay que pensar más en eso.

Él se inclinó y me dio un beso en mi mejilla.

-Gracias. –lo abrace con amor.
-Si lo vuelves a hacer créeme que no te daré otra oportunidad.
-No lo haré, te diré todo, no quiero que haya dudas entre nosotros.
-Te amo.

Lo bese tiernamente.

No volveré a hacer una tontería.

Lo amo.

Y quiero que sea feliz conmigo.

-Respeto su privacidad como amantes pero reafirmo mi autoridad como dueña de la casa. –sonrió mi hermana.
-No volveré a dejarte ir al mundo humano.
-¿Eh?
-Actúas raro cuando ves programas de televisión.
-Eres cruel. –hizo un puchero.

Ella se acercó a revolvió el cabello de mi pareja.

-Me alegro que estés bien.
-G-Gracias.
-Prometo golpear a este tonto si te hace alguna otra tontería.
-...
-Y tú Artemis, solo no te hago nada porque Lee te ama.
-Lo tendré siempre en mente.
-Más te vale.
-Me alegro que sea mi hermana.
-Y bien...
-¿Huh?
-¿Cuándo es la boda?
-¿B-Boda? –se sorprendió mi amado.
-Hermanita por favor, te estás apresurando, déjanos descansar un poco.
-Bueno, los dejaré a solas, no hagan cosas malas pillines.

Mi amado se sonrojo y escondió su cara en mi pecho.

Yo tome un cojín y se lo aventé a mi hermana pero ya se había marchado.

-Tranquilo mi niño, te acostumbraras a ella







---Akihiko---

Maldita sea.

No puedo moverme.

No puedo hablar.

¿Qué rayos ocurre?

¿Por qué Zeus me quiere cambiar?

Maldición.

No puedo dejarme llevar.

Tengo que ser fuerte.

No puedo permitir que haga más daño.

Y meno a mi familia.

Soy capaz de todo por ellos.

Pero jamás lastimarlo.

Debo salir de aquí.

Joder.

Concéntrate...

Tengo que abrir los ojos.

Debo...

Esforzarme.

Un poco.

Lentamente los abrí aunque...

Siento algo que rodea mi cabeza.

Un olor a ¿cobre? ¿metal?

Parece que tengo un casco.

No es cierto.

ESTO NO PUEDE SER.

¿Es la armadura legendaria?

Esto no puede ser cierto.

¿Por qué me la habrán puesto?

Por eso...

Me siento tan pesado.

Tengo que salir de aquí.

Proteger a mi amada familia.

Cerré fuertemente mis ojos.

"Concéntrate Akihiko"

Tengo que canalizar mi energía en todo mi cuerpo.

Siento como mi cuerpo comienza a moverse.
Bien.

Solo un poco más.

Cuando me di cuenta ya estaba de pie.

Nowaki hizo bien.

Protegió mi mente.

-Así que has despertado.

Zeus apareció frente a mí.

Quise golpearlo pero coloco una de sus manos en mi hombro.

-Arcángel celestial.
¿Cómo?
-Tú primera misión es traer de vuelta a mi pareja.

Un momento, él...

¿Piensa que yo...?

Esto es una buena oportunidad para acabar con él.

-Así será señor mío. –hice una reverencia.







---Natiel---

Me quede dormido profundamente.

Mis manos acariciaban mi vientre inconscientemente.

Estoy muy débil.

Mi energía la está absorbiendo mi bebé.

Necesito salir.

Pero...

Mientras que Zerth esté cerca yo...

No importa.

Debo ser fuerte.

Reizo vendrá pronto.

Estoy seguro.

Debo comer algo.

No puedo descuidarme.

Pero tendré que prepararlo.

No quiero que nadie le haga daño a mi bebé.

Camine hacía el pasillo y baje las escaleras.

Vi a varias sirvientes de Zerth.

No recordaba que tenía a ángeles como demonios a su disposición.

Ninguno de ellos me miraba a los ojos.

Maldito Zerth.

Camine a la cocina y un ángel me miro.

Esta criatura parece como de 10 años.

ESE ZERTH

-Hola.

Él se asustó.

-N-No quise verlo, yo...
-Tranquilo, no te haré nada, -me puse de cunclillas- ¿Desde cuando estás aquí?
-N-No lo sé, el amo me trajo cuando...
-¿Sí?
-C-Cuando mato a mis papás.

Sin poder detenerme lo abrace.

-¿Cuál es tu nombre?
-Michael.
-Lindo nombre.
-G-Gracias, -susurro- lo siento amo Natiel debo apurarme o...

Tengo que...

-Ya vuelvo.

Camine en busca de ese idiota.

Tuve que preguntarle a algunos demonios hasta que me llevaron a su ¿despacho?

Abrí la puerta y lo vi.

-Vaya, -sonrió- sabía que me buscarías.

Al parecer no está molesto

Debo llevar la fiesta en paz con él.

-Necesito un sirviente, cada día me siento más cansado, necesito que alguien me ayude.
-Bueno le diré a...
-Ya elegí a alguien, espero no te moleste.
-Me encanta cuando eres más sumiso.

Tuve que disminuir el escudo para que él pudiera acercarse y aceptara.

Acaricio mi mejilla y me beso.

-Está bien, todo para ti.

Reizo apresúrate...


Luz en la Oscuridad (Nowaki x Hiroki x Akihiko)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora