CAPITULO 39 Memorias del pasado. Parte IV (Pensamientos)

108 13 2
                                    


---Hiroki---

Siento tanta alegría.

Me siento completo de nuevo.

Lo que siempre espere.

Este calor impresionante.

Mi pecho se siente tan bien.

Abrazar a Saori, es lo mejor que me ha pasado.

No quiero soltarla.

Es mi hija.

4 años sin ella.

Solo la tuve un momento.

En mis brazos.

Solo un momento cuando nació y me la quitaron

Tan pequeña.

Y ahora...

Es tan grande, tan hermosa... se parece tanto a Nowaki.

Me separo de ella y la miro.

-Mi niña, estás tan grande.
-Mamá, te extrañe tanto.
-Y yo a ti.
-A-Artemis me dijo que no perdiera la esperanza que vendrías por mí junto con mi papá.
-Mi niña.
-Yo sabía que me querías, que me amabas.
-Lo hago Saori, te adoro tanto hija mía.
-Mami, no me dejes.
-No lo haré mi niña, no te dejaré ni un minuto.
-¿No me cambiarás por mi hermanito?
-Saori, ustedes son mis hijos y los amo tanto.
-Mami.
-Tranquila mi niña. Siempre estaré para ti.
-Te eche mucho de menos, sabía que vendrían por mí.
-Eres mi niña Saori, lo siento tanto, debí luchar por ti.
-No podías mamá, el abuelo no te dejo, solo te lastimo.
-Saori. –limpié sus lágrimas- Estás en mis brazos después de tanto tiempo.
-¿Qué va a pasar mami?
-¿Huh?
-¿Te quedarás aquí con nosotros?

Quería hablar pero las palabras no salían de mis labios.

Yo...

Amo a Akihiko, esperamos un bebé pero...

También amo a Nowaki.

Mi pasado y presente.

Aunque ese pasado ya se ha vuelto el presente.

No sé qué hacer.

Albergo sentimientos en mi interior por los dos.

Son tan importantes para mí.

Ellos son...

-¿Mamá?
-No lo sé Saori.
-Amas a los dos ¿verdad?

La miro sorprendido.

Mi hija es muy inteligente.

Se ha dado cuenta de lo que siento.

Me aferró a ella.

-Está bien mamá, tu amor es sincero.
-Gracias Saori.

Nos sentamos en el sofá y comencé a cepillar su cabello.

Es tan hermosa.

Mi niña.

Quisiera tener que recordar todo.

Pero siento algunas lagunas mentales.

Quiero saber todo, todo de mi familia.

Maldición.

¿Por qué pasa esto?

Espero recuperar mi memoria.

Ahora mi pregunta es...

¿Cómo le haré con estos sentimientos?

-Los amo a los dos.

Son mi todo.

Después de unos minutos entraron a la sala Nowaki y Akihiko.

-Trajimos un poco de té.

Ellos dejaron una charola en la mesa y se sentaron frente a mí.

-Es tiempo de hablar.
-Sí.

Sonreí lo más tranquilo posible y ellos suspiraron.




---Shinobu---

Artemis creo un portar en el purgatorio.

Dijo que nos llevaría a un lugar oculto.

Donde ni el más poderoso de los dioses nos encontraría.

Un lugar diferente, al cielo, abismo o el mundo humano.

Así que Lee, Artemis, Miyagi y yo entramos por el portal.

Al llegar era un lugar frío.

Tanto que Miyagi me abrazo a su pecho.

-¿Dónde estamos? –pregunte.
-Es el reino del hielo, aquí vive mi hermana.
-¿Hermana? –cuestiono Lee.
-Sí mi amor, aquí estaremos a salvo.

Todos asentimos y caminamos hacia el palacio.

Al llegar Artemis nos hizo entrar y el lugar estaba tan cálido.

-Increíble.
-Un segundo.

Artemis desapareció por un momento y luego se encontró en nuestro lado.

-No está mi hermana, les daré una habitación para que descansen.

Artemis nos dirigió hasta unas habitaciones tan grandes y hermosas.

Miyagi le dijo que compartiríamos la misma, algo que me hizo sonrojar.

Él acepto y se llevó a Lee con él.

Cuando la puerta se salió y sentí como unos brazos me rodeaban.

-¿M-Miyagi?
-Shinobu-chin, -susurro- me alegro tanto que estés bien.
-...
-Sentí que moría de no saber dónde estabas.
-Miyagi.
-Mi amor.
-TARDASTE TANTO BAKA –grite.
-Lo siento, -me volteo- perdóname.
-Baka.
-Mi amor.
-Te extrañamos.
-¿Eh? –me miro sorprendido.

Sentí como mis mejillas se sonrojaron y lo mire.

-Dije que te extrañamos.
-Entonces tú... -me acaricio la mejilla.
-S-Sí, -susurre- quiere tener al bebé.

Él me abrazó y me dio un beso apasionadamente.

Me aferre a él con fuerza.

No quería soltarlo.

Quería sentirme tranquilo.

Sentirme seguro y a salvo.

Estoy a salvo.

No...

Estamos a salvo.

Mi bebé y yo.

-Miyagi, no me dejes.
-No te voy a dejar.
-Lo siento Miyagi.
-No tienes nada que disculparte, estamos juntos ahora.
-Sí. –lo besé.




---Natiel---

Este hijo de puta...

Maldito Ares.

Me abandona a mi suerte y ahora me quiere besar como si nada.

¿Será capullo?

-Natiel.
-VETE A JODER A OTRO LADO IDIOTA.

Él soltó una risita y me abrazo.

-¿Dónde quedo mi ángel caído lleno de lujuria?
-PUES MURIÓ ESE PUTO DÍA QUE ME DEJASTE INFELIZ.
-Mi amor, estaba débil, debía de recuperar fuerzas.
-Sí claro.
-Lo hice por ambos.
-VETE AL DIABLO.

Me levante y camine hasta la puerta.

-¿QUÉ PUTAS MADRES ESTOY USANDO? –gruñí.
-Un vestido, que te hace ver hermoso.
-Realmente estás loco infeliz, púdrete.

Siento como sus brazos toman con fuerza mi cintura y me pega a él.

-SUELTAME.

Me giro con brusquedad y vi como su mirada se hizo tan oscura.

-Estás muy rebelde, ya te dije que era por nuestro bien.
-JODETE.
-No eras tan grosero antes pero, me encantas, mío.
-...
-Natiel, han sido muchos años.
-Tsss.
-Por favor.

Coloque mis brazos en su cuello.

Estaba a punto de besarlo pero me incline a su oreja.

-AL DIABLO CONTIGO, NO TE QUIERO VER.

Me aparte de su lado y abrí la puerta.

Él jalo mi brazo y me acorralo en la pared.

Sus ojos parecían echar chispas.

Para lo que me importa.

-Basta de juegos.
-No estoy jugando, solo no te quiero ver.
-...
-Me dejaste, no sabes lo que hicieron conmigo, eres un hijo de puta, por eso nadie te quiere a su lado.
-Eres mío.
-Corrección, era tuyo, pero eso se acabó.
-Entonces te demostraré que eres mío, -me recostó en la especie de camilla- que me vuelvas a sentir.
-IDIOTA.
-Siempre te gusto que te hiciera mío.
-...
-¿Lo vas a negar?
-Anda fóllame y acaba con esto, quiero dormir un rato.
-Será un placer joderte, te voy a embarazar.
-Eso es imposible idiota.
-Pues con este nuevo cuerpo, -beso mi pecho- es más que posible.
-¿Qué hiciste?
-Te lo explicaré después. –me beso.




---Raiden---

Después de caminar un rato, llegamos a una casa enorme.

Parecía como un castillo.

-Dios del trueno, -exclamo uno- QUE BUENO ES VERLO DE NUEVO.
-Chicos...

Los guardias me abrazaron e hicieron una reverencia.

Mi amado desvió su mirada y yo tome su mano.

-él es Yoshi, mi prometido. –comente.
-Su alteza Yoshi, es un gusto conocerlo. –hicieron una reverencia.

Mi amado se sonrojo y lo abrace.

-Es algo tímido.
-Por favor su alteza, sígannos.
-Sí.

Tome a mi amado de la cintura y caminamos por los pasillos.

-¿Qué ocurre mi amor? –pregunte.
-E-Es que...
-¿Sí?
-Escuche una voz.
-¿Qué voz?
-Era de una mujer, la voz era dulce y tierna.
-¿Qué te dijo?
-Que buscará a Hiroki, -me miro- ¿tú conoces a alguien con ese nombre?

Me quede pensando un momento.

Ese nombre me resulta familiar.

Pero...

¿Dónde lo he escuchado?

Empecé a hacer memoria hasta que...

-¡Hiroki! –exclame.
-R-Raiden.
-Así se llama el hijo de Zeus.
-¿Cómo?
-Zeus tiene un hijo, es castaño de ojos color chocolate, lo llegue a ver un día cuando Lucci me llevaba a esa celda.
-¿Enserio?
-Si.
-...
-¿Por qué te habrá dicho esa voz que te encontraras con él?
-No lo sé, pero se escuchaba ansiosa.
-¿Será un truco de ese tipo?
-No lo creo Raiden, yo siento algo en mi pecho.
-¿Cómo?
-Que debo buscarlo, que es alguien importante.
-Esto me resulta raro.
-A mi igual, pero...
-Tranquilo Yoshi, yo te protegeré.
-Lo sé.
-Primero debemos estar a salvo, quiero que descanses, lo buscaremos cuando tengamos a nuestro hijo con nosotros.
-Hai.

¿Por qué será importante? ¿Quién es esa mujer que le pidió eso?




---Zeus---

Maldito traicionero.

Joder...

Esto no se quedará así.

SHINOBU ES MÍO.

Me pertenece.

Y más ahora...

Tendrá a mi hijo.

Mi futuro heredero.

Mi hijo.

Soy tan feliz.

Me dirigí a mi reino y encontré a mi hermano.

-¿Lucci?
-....
-¿Qué demonios te paso en la cara?

Tenía una cicatriz en diagonal debajo del ojo.

Como una quemadura.

-Ese chico...
-¿Huh?
-Yoshi tiene poder.
-¿QUÉ?
-Maldito Raiden, no sé cómo paso, pero cuando estaba a punto de acabar con él... Yoshi, me aventó con una esfera de luz verdosa.
-Interesante, -coloque mi mano en mi barbilla- tal parece que sus poderes están despertando.
-MALDITO RAIDEN, LO MATARÉ.
-Así que mi otro hijo si tiene poderes, -sonreí- es hora de reconocerlo.  

Luz en la Oscuridad (Nowaki x Hiroki x Akihiko)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora