Luz en la Oscuridad (Nowaki x Hiroki x Akihiko)

CAPITULO 39 Memorias del pasado. Parte II (Temores del presente)

---Nowaki---

Me siento mejor después de haber hablado con Akihiko.

Le conté todo.

Él debía saber lo que pasaba.

Que Hiroki también nos pertenecía a nosotros.

A Saori y a mí.

Espero que logre convencer a Hiroki para que abra el medallón.

Quiero recuperarlo.

Mostrarle que lo amo.

Hiroki es mi vida entera.

Quiero recuperarlo.

Que sea de nosotros.

Pero sé que Akihiko no se dará por vencido.

Pero yo tampoco.

Quiero recuperarlo.

Mi familia.

Saori necesita a su mamá.

¿Por qué?

¿Por qué Zeus lo hizo?

Ese hombre es un desquiciado.

Alejar a su nieta de su propio hijo.

Y pensar que él era el bueno.

El que debe ser justo.

¿Quién es Zeus?

Llegue a la casa y vi a mi hija.

-¡Papá!
-Hola mi pequeña dama.

La cargue y bese su frente.

-¿Cómo estás?
-Bien, aunque no me gusta estar solo.
-Acaso, ¿no estaba contigo Miyagi y Kaoru?
-Pues no.
-Hablaré con ellos más tarde, y no te preocupes ya no te dejare sola.
-Gracias papi.

La abrace y la acurruque en mi pecho.

-¿Cuándo podemos ir con mamá?
-Iremos pronto, lo prometo.
-¿Crees que me quiera?
-Él te adora.
-Pero nunca estuvimos juntos.
-Lo estaremos como la familia que somos.
-¿Qué pasará con Usami-san?
-No lo sé.
-Yo tendré un hermanito.
-Mi niña, los aceptaremos.
-No quiero estar más tiempo sin mi mamá.
-Lo vamos a recuperar.

Ella empezó a llorar y bese su frente.

Aunque aún me quedan algunas dudas.

¿Qué pasara cuando sepa toda la verdad?

¿Nos aceptará?

No lo sé.

Tengo miedo a su respuesta.

Quién lo diría.

El rey del abismo tiene miedo de ser rechazado.

¿Cuándo cambie tanto?

La verdad no importa.

Estoy enamorado.

Lo amo tanto.

Hiroki es mi todo.

Es el amor de mi vida.

Quiero protegerlo.

Mostrarle todo mi amor.

Vivir con él como estaba planeado.

Que sea solo mío.

Pero...

No es posible.

Ahora él también ama a otro.

Y espera un bebé de Usami.

¿Cómo serán las cosas?

Solo quiero que Hiroki vuelva.

¿Es mucho pedir?

-Sé que mami volverá.
-Así es hija.
-Mamá nos ama.

---Kaoru---

Maldición.

No encuentro a mi angelito.

¿Dónde se fue?

¿A dónde se marchó?

No quiero pensar mal.

Lo amo.

Ryu...

¿Dónde estás?

Joder.

Mis habilidades no resultan para nada.

Una sombra de Nowaki se apareció ante mí.

-¿Qué ocurre?
-Se ha abierto un portal cerca del abismo.
-¿Cómo?
-Ares lo ha abierto.
-Como puede ser posible, ¿Qué hace ahí?
-No lo sé pero esta con un ángel.
-¿Huh?
-Aunque...
-¿Qué pasa?
-Su luz se está extinguiendo.
-¿Está muriendo?
-No, es como si la transformara.
-No entiendo.
-Recuerda su ataque.
-¿La mirada del caos? ¿La espada maligna?
-Ambas.
-Maldición.
-¿Cuáles son sus órdenes?

Rechine los dientes.

-Vamos. –comente.
-Pero él...
-Solo defenderemos los límites.
-Sí señor, ¿le avisamos al amo Nowaki?
-No, no es necesario.

Viajamos al portal y al llegar vi al ejército de demonios.

Caminamos hasta los límites del abismo y no había nadie.

Pero...

Una esencia muy especial para mí.

No es verdad.

Esto no puede ser posible.

Corrí hasta donde la esencia se hacía más fuerte y me caí de rodillas.

Habían muchas cenizas y unas plumas blancas.

-No...

Ryu...

Eran las alas de Ryu.

Bese las plumas y solté un grito con fuerza.

-MALDITA SEA.
-¿Kaoru?
-BUSQUEN ESTA ESENCIA. ENCUENTRENLO.
-Sí señor.

---Raiden---

Mi amado se quedó dormido profundamente.

Realmente mi chico es tan tierno.

Su vientre es más grande.

Nuestro niño viene en camino.

Es tan perfecto.

Lo amo.

Estoy enamorado profundamente de él.

Bese su frente y camine hacía la cocina.

Últimamente el embarazo lo tiene muy cansado.

Gasta mucha energía.

Decidí preparar la cena.

Dentro de una semana iremos de nuevo con sus padres.

Quiero ver a mi novio sonreír.

Verlo feliz.

Mire por la ventana y un rayo de luz se acercaba.

Como pude bloque ese rayo y de un momento a otro varios ángeles me empezaban a rodear.

¿Qué mierda?

-Así que aquí estabas.

Rechine los dientes y me puse a la defensiva.

-Lucci.
-Hola Raiden.

Maldita sea.

¿Cómo rayos es que está aquí?

¿Cómo nos encontró?

-Debo agradecerle a mi hermano que me ayudara a encontrarlos.

Me teletransporte con mi poder de rayos hasta las escaleras.

-¿Dónde está mi Yoshi?
-NO ES TUYO. –gruñí.
-Lo es, ¿DÓNDE ESTÁ?
-LARGO.
-ATRAPENLO. –comento Lucci.

Los ángeles quisieron atacarme y los aleje con un par de rayos.

-Así que recuperaste tu memoria.
-Sí y pagaran caro lo que hicieron.

Lucci sonrió y se acercó.

-Vengo por mi chico y a matarte.

De nuevo los ángeles se colocaron frente a mí y Lucci estaba por atacarme por la espalda.

Maldición.

-¡¡¡NO!!!

Lucci salió volando hasta la puerta y vi a mi amado en la escalera.

-Yoshi.

Camine hasta su lado y lo tome de la cintura.

-R-Raiden.
-¿Confías en mí?
-Siempre.

Lucci lo miro y sonrió.

-Vaya, seguramente es mi hijo.

Abrace a Yoshi y de nuevo use la teletransportación.

Llegamos hasta un reino que era conocido para mí.

-¿Dónde estamos? –me miro.
-En casa, -lo abrace- un lugar donde estarás protegido.

---Shinobu---

No quiero que Zeus le haga nada a Miyagi.

¿Por qué tuvo que pasar esto?

¿Qué hice yo?

Vi a Zeus crear una esfera de energía.

-Miyagi vete yo...
-No te dejaré ir.
-Por favor.
-Te amo mi niño.
-Vete.
-No.

Mis lágrimas comenzaron a caer y lo abrace.

-MUERE ÁNGEL INFELIZ.

Miyagi me coloco detrás de él y...

La esfera de energía fue desviada creando una onda de calor que fue desvanecida poco a poco.

Mire de nuevo enfrente y vi a Artemis.

-¿Qué CREES QUE HACES? –gruñó Zeus.
-No dejaré que hagas más daño.
-Maldito, TRAIDOR.
-Miyagi, vayan a otro lado, de preferencia al abismo.
-Pero...
-Llévense a Lee con ustedes
-Pero...
-Váyanse, yo lo detendré.
-Miyagi chasqueo la lengua.
-No puedo dejarte pelear solo.
-MALDITO TRAIDOR. –siguió aventando esferas de energía.

Miyagi me tomo de la mano y comenzamos a correr.

Escucho los gritos de Zeus llamándome.

Siento mucho miedo.

Como si de un momento a otro me fuera a paralizar.

-Shinobu no entres en shock por favor.
-Yo...
-¿Qué está pasando? –pregunto Lee y lo abrace- Artemis hizo un portal y...
-No hay momento para hablar.

Los tres nos metimos al portal, aunque Lee se resistía mucho.

Aun no entiendo cómo se crean los portales.

Creo que solo unos pocos pueden hacerlo.

Llegamos al purgatorio y Lee quería regresar.

-¿DÓNDE ESTÁ ARTEMIS?
-Él...
-¿POR QUÉ NO VINO?
-Lee cálmate él nos alcanzara después.
-Pero...
-Lo mejor es volar hasta el abismo. –comento Miyagi.

Abrazo mi vientre y respiro profundamente.

-Estamos bien.
-Shinobu-chin.
-Miyagi baka.
-Lo siento mi amor.
-Tardaste.

---Hiroki---

Mis lágrimas no dejan de salir.

Me siento tan confundido.

Me siento tan raro.

¿Qué está pasando?

No entiendo nada.

Solo...

¿Qué voy a hacer?

Nowaki...

Mi niña.

Debo ver a mi hija.

¿Qué paso con mi hija?

¿Dónde está Saori?

Yo...

Siento mis lágrimas caer.

Solo la sostuve por un momento.

¿Dónde está?

Quiero verla.

¿Cuánto ha pasado?

No entiendo.

Mi cabeza es un caos.

Akihiko, mi amor.

No lo entiendo.

Siento como si fuera dos personas a la vez.

Ese Hiroki enamorado de un demonio.

Y el Hiroki enamorado de un ángel.

Mi Saori.

Y este pequeño que crece en mi vientre.

-¿Hiroki?

Estaba en el suelo sentado abrazando mi vientre.

-¿Mi amor qué pasa?

Él se acercó y me vio.

-E-El medallón.
-A-Akihiko, no sé qué pasa.

Él me abrazo y me aferró a su pecho.

-Tenemos que ir con él.
-¿Huh?
-Hay muchas situaciones Hiroki, debemos aclarar todo esto, ahora descansa.

Tengo miedo, todo esto es un caos, no sé qué va a pasar...

---Ryu---

Mi cuerpo me duele.

Más mi espalda... mis alas han sido arrancadas.

Todo me da vueltas.

-Por fin voy a tener de vuelta a Natiel, mi hermoso ángel oscuro que desapareció hace mucho, -sonrió- eres idéntico a él, seguramente su reencarnación.

No puedo moverme.

-Te traeré de vuelta amor, solo eres mío.

Logro ver un pozo oscuro, lleno de un agua negra, él saca algo como ¿transparente? ¿negro?

No logro distinguir. Se dirigí hacía mí y lo coloca encima de mí.

Puedo observar varias imágenes, no, no son mías, no es mi vida, e-es es...

-Natiel es hora de despertar de tu eterno descanso.