Luz en la Oscuridad (Nowaki x Hiroki x Akihiko)

CAPITULO 21 Uniendo piezas.

---Zeus---

Me quede mirando el cuerpo que descansa a mi lado, tan hermoso, hacerlo mío es lo mejor que puede ocurrir.

Su piel tan tersa y suave.

Tan blanco que me tienta dejar marcas en todas partes.

Debo agradecerle tanto a Miyagi por traer a este hermoso ser de oscuridad.

Mío y solo mío.

Lo tome del mentón y lo bese.

-Tetsuya.

Él se acurruco más en mi pecho y sonreí.

Me encanta cuando las cosas suceden bien.

O mejor dicho...

Cuando todo sale a mi favor.

Como debe de ser.

Todo está marchando conforme a los planes.

Este chico es mío.

Miyagi no recuerda nada.

Ryu no sospecha.

Nadie en el cielo sospecha sobre Hiroki.

Mi hijo y mi mejor soldado ahora son pareja y se aman,

La pequeña BASTARDA muerta.

Aunque...

Ese idiota de Nowaki ha adquirido tanto poder.

Pensé que se iba a deprimir.

MALDITO DEMONIO.

Pero ni crea que se quedará así.

Yo me quedaré con su poder.

Gobernare el cielo y el infierno.

Seré el ser más poderoso.

Nadie podrá resistirse ante mí.

Seré el único que gobierne el mundo.

Con mi poder de luz al obtener la oscuridad seré invencible.

Aunque...

Debo asegurarme que Hiroki tenga hijos con Akihiko y no libere su poder.

Aunque me cueste admitirlo.

Hiroki tiene un poder más fuerte que él mío.

Por eso no debo dejar que él expulse ese poder.

Si debo de reprimir sus memorias para conseguirlo...

Lo haré.

Ahora si podre tener un hijo.

De la persona que me gusta.

Pues a la madre de Hiroki solo la vi como un estorbo.

Pero Shinobu es especial.

Acaricio su vientre.

Le he puesto una especie de luz para que pueda quedar embarazado y más que hoy era un día muy bueno, o en su caso, más fértil que antes.

Espero me dé hijos con el poder de Hiroki.

Eso sería perfecto.

Lo tome del mentón y lo bese.

Me levante de la cama y lo deje recostado, me dirigí al baño y tome una ducha. Al termina me dirigí a mi despacho y vi a mi hermano.

-¿Qué haces aquí Lucci?
-¿Así recibes a tu hermano?
-Después de que viniste a exigirme que encontrara a ese chico.
-Lo siento, estaba desesperado.
-En fin, ¿lo has encontrado?
-No, estoy seguro que fue ese ángel idiota.
-¿El segundo a cargo de mi tropa?
-Sí, ese Raiden que fue tocado por un rayo oscuro en su batalla y lo corriste.
-No iba a dejar que esa apariencia estuviera en mi ejército, ¿Qué pensarían de nosotros?
-A pesar de que te salvo.
-¿Lo estás defendiendo?
-¿a ese imbécil? No.
-Parecía lo contrario.
-Estuve revisando el mundo humano y no lo encontré, a pesar de que tiene mi marca no logro detectarlo.
-Y... ¿y si ya no la tiene?
-¿Huh?
-Recuerda que Raiden sabe muchos conjuros.
-HIJO DE PUTA.
-No me digas que no lo recordabas.
-Maldición.
-Ah, -suspire- que se le va a hacer.
-Maldición.
-Pues trata de buscar su esencia humana.

Maldición que problemáticos llegan a hacer, pero eso ya no es mi problema, solo debo enfocarme en ser el rey de todo el mundo, no importa si tengo que sacrificar algunas cuantas vidas...

---Hiroki---

Akihiko me miro sorprendido ante mi comentario.

-Sí.
-¿Enserio? –me sorprendí.

Él se sentó en la cama y recargo mi cabeza en su regazo.

Empezó a acariciar mi cabello y sonrió.

-Sinceramente pienso que todos hemos vivido una vida antes de está, por ejemplo que algunos sean reyes o príncipes, brujas o un ser mítico.
-¿Cómo un ángel? –pregunte sin pensar.
-Sí, tal vez.
-Oh.
-¿Qué ocurre amor?
-Nada Akihiko solo que pensé un poco en lo que soñé, aunque no recuerdo que fue exactamente tal vez fue algo relacionado con mi vida pasada.
-Vaya, eres sorprendente.
-Baka.
-Tal vez sea eso mi amor.
-Supongo –susurre- etto...
-¿Sí?
-Nada.
-Dime ¿Qué ocurre mi niño?
-No es nada, -me enderece y lo besé- iré a dar una vuelta.
-¿Quieres que te acompañe?
-Debes terminar el proyecto.
-Lo sé.

Nos metimos a bañar y después de un rato salí a la casa a dar un paseo.

Camine cerca del parque y me senté en una banca.

Este lugar siempre ha sido de los mejores para obtener inspiración.

Vi como un grupo de niños jugar mientras un par de monjas los cuidaban.

Mi mirada se encontró con la de una peliazul, me sonrió y yo no pude evitar sonreírle.

Sus ojos color chocolate en verdad me impresionan, son realmente hermosos.

Siento un calor extraño en mi pecho de solo mirarla.

Tal vez es mi deseo de querer una niña.

Mire al cielo y respire profundamente.

Lentamente cerré mis ojos y mis labios comenzaron a moverse.