CAPITULO 28 Frente a frente.

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---Shinobu---

Ahora estamos en la gran puerta de los cielos.

Llevo puesto de nuevo el maldito disfraz de ángel.

Lo odio tanto.

Juro que haré pagar a Zeus lo que me hizo.

Ese infeliz...

Me conocerá.

Sé que tengo más poder del que demuestro.

Siempre me lo ha dicho mi hermano.

Y yo le creo.

-¿Shinobu-chin?
-...
-¿Aun sigues enojado?
-Miyagi, no estoy enojado solo que...
-¿Qué pasa?
-Me siento raro.
-¿A qué te refieres?

Me quede pensando en todo lo que me pasaba.

-Siento mi cuerpo extraño... diferente.
-Seguramente es por seguir con este disfraz.
-Puede ser...
-Solo aguanta un poco. –me beso.
-L-Lo haré por ti. –susurre.

Miyagi les dijo a los guardias que iríamos al purgatorio a realizar una revisión sobre el lugar y ellos sin decir algo abrieron las puertas.

Miyagi me tomo de la mano y llegamos al purgatorio en un abrir y cerrar de ojos.

-Ah, -suspire- ya extrañaba esto.

Nos quitamos las capas y Miyagi me quito la pluma.

Él me tomo del mentón y me beso.

-Me encantas diablito.
-B-Baka. –me sonroje.
-Ahora haremos algo... un poco diferente. –me guiñó el ojo.
-E-Espero que no sea alguna de tus perversidades.
-Jejeje, -se carcajeo- soy un ángel.
-Y pervertido.
-Solo un poco.

Tomo una de mis plumas y la coloco en una de sus alas.

Su tono de piel cambio a uno más moreno, sus ojos tenían un cierto brillo rojo, pero aún conservaba su imagen, sus alas se volvieron negras, sonrió mostrando un afilados colmillos.

-¿Y te gusto así?
-¿Por qué no me dejaste con mi misma apariencia?
-Es que a diferencia de los demonios, -comento- ustedes no conocen casi nuestra apariencia y nosotros si conocemos la suya, al menos de los más importantes.
-...
-jejeje, es raro. –rio.

Me tomo de la cintura y rodee su cuello con mis brazos.

-Te ves... no sé.
-¿Te excito de esta forma? –susurro en mi oído.
-No digas eso. –desvié la mirada.
-Es normal.
-I-Idiota.

Lo lleve hasta el palacio del abismo y entramos.

Me volvió a tomar de la cintura y comenzó a lamer mi cuello.

-Shinobu.
-¿Huh?
-Quiero hacerte el amor...



---Nowaki---

Cuando amaneció mi hija me comento la hora y el lugar donde encontraríamos a Hiroki, ambos estamos muy emocionados.

Me siento muy nervioso.

Pero estoy feliz en parte.

Tengo una hija.

El fruto del amor que nos tenemos.

Embarazado...

Jamás pude pensar en esa posibilidad.

¿Por qué lo apartaron de mi lado?

Maldito Zeus...

Lo maldigo una y mil veces.

Ha hecho tanto daño.

Tanto dolor...

Me quito a lo que amaba.

ES SU HIJO.

¿POR QUÉ LO DAÑA TANTO?

LO APARTO DE SAORI.

SE LA QUITÓ.

ESO FUE DESALMADO.

Privar a Hiroki, a mi amado Hiroki de su hija.

No los dejo estar juntos.

Y mandarla a matar...

ESE INFELIZ...

YO LO MATO...

Siento como la sangre comienza a hervirme.

Un dios...

Un ser de luz.

Si es el más despiadado.

Tiene más maldad que yo...

Ese hombre no merece reinar el cielo.

No le perdonare...

Quitarme a mis dos tesoros.

Privarme de ellos.

Esto no se quedará así.

Juro que lo acabaré con mis propias manos.

-¿P-Papá?

Mire a Saori y tenía una expresión de tristeza.

-¿Qué ocurre hija?
-Es que tengo miedo.

Me hinque hasta estar a su altura.

-¿A qué le tienes miedo?
-¿Y si prefiere a su pareja actual?

Es verdad...

Olvide ese aspecto.

Mi amado Hiroki.

Él ya tiene a alguien.

¿Olvido lo nuestro?

Esto me está carcomiendo por dentro.

Nunca pensé que tenía la oportunidad de volverlo a ver.

De volverlo a sentir.

Ahora no me queda duda.

De un momento a otro perdí de vista a Saori.

Mi corazón se aceleró y comencé a buscarla con la mirada.

Pero no la encontraba.

Respire profundamente y comencé a seguir su aura hasta encontrar con otra aura tan conocida para mí.

Corrí hasta la tienda y los vi.

Tan hermoso cuadro.

Saori abrazaba a Hiroki con fuerza, mientras mi castaño acariciaba su cabeza.

Siento la necesidad de abrazarlo y decirle cuanto lo amo.

Él se ve tan hermoso.

Su apariencia angelical.

Su expresión.

Todo...

-Hiroki. –exclame.

Lo vi tensarse al principio y lentamente me volteo a ver.

Nuestros ojos se encontraron.

Tan bellos.

Como los echaba de menos.

"Está vivo, vivo y hermoso" repetía mi mente.

Empecé a caminar hacia él y mi amado retrocedió.

-¿Q-Quién es usted? –susurro.

Esa simple pregunta hizo que mi mundo se desmoronara.

-Hiroki, ¿no sabes quién soy? ¿no me recuerdas?

Él miro a Saori y luego a mí.

-Él es Kusama Nowaki, mi papá. –comento mi hija- Es una gran persona.

Me acerque y Saori me tomo de la mano.

-Él es quien me dibujo papá.
-Mucho gusto, -estiro su mano- soy Kamijou Hiroki un placer.

Tome su mano y la besé.

-Él gusto es mío Hiroki.

Él me miraba fijamente y cuando nuestras miradas se volvieron a encontrar, un hermoso sonrojo apareció en sus mejillas.

Quiero abrazarlo y decirle cuanto lo amo.

Pero...

No sabe quién soy...

¿Por qué?

Me mira como si fuera un extraño.

¿Qué paso?

-Bueno debo irme, -comento mi amado- tengo que...
-Entonces permítame llevarlo. –dije apresuradamente.
-No es necesario.
-Por favor, como agradecimiento por el dibujo que le hizo a mi hija.

Él desvió su mirada y acaricio el cabello de Saori.

-Está bien, gracias.

Sonreí y caminamos hasta el auto.

Abrí la puerta y lo ayude a subirse, mi hija se sentó a su lado.

Me dio la dirección de su casa, algo que agradecí y comencé a manejar.

Nuestra hija y él charlaban sobre las pinturas y libros que tenían.

Cada que podía miraba por el espejo retrovisor a mi amado.

Sigue siendo tan bello.

Tan hermoso.

Al llegar lo ayude a bajar.

-Hiroki-san. –murmuro mi hija.
-¿Qué ocurre linda?
-¿Podemos vernos mañana?
-...
-E-Es que quería charlar con usted.
-Claro.
-Gracias. –lo abrazo.

Me acerque a mi amado y bese su mejilla.

-N-Nowaki- -murmuro haciendo que una corriente eléctrica me invadiera por completo.
-Espero poder conocerte un poco más después.
-S-Sí.
-Gracias. –tome su mano y la bese.
-¡Hiroki!

Todos volteamos a ver a la persona que había hablado y pude ver a un hombre de cabello plateado.


Un momento...

No es cualquier hombre.

Tiene una leve esencia de...

ZEUS...

Ese hombre se acercó y tomo la cintura de mi amado.

-Él es Usami Akihiko... -comento mi amado.
-SU PROMETIDO. –sonrió.

Debo recuperar a mi Hiroki, lo amo.



---Yoshi---

Al regresar a la casa sentí muchísimo sueño.

Raiden me cargo entre sus brazos y me llevo hasta nuestra cama.

-Mi amor.
-¿Huh? –cerré los ojos.
-¿Hay algo que quieras contarme?
-N-No entiendo a qué te refieres.
-Yoshi, -me tomo del mentón- confía en mí, yo te voy a proteger siempre, no dejaré que te hagan daño, a ti y a nuestro bebé.

Me aferre a su camisa y lo mire.

-Me encontré con alguien. –susurre.
-¿LUCCI? –exclamo y negué con la cabeza.
-Es un demonio, con el que había hecho el trato.
-...
-Belcebú... -murmure.
-MALDITO.
-Y-Yo n-no...
-Tranquilo amor, no dejaré que te hagan daño.
-Raiden, él sabe que espero un bebé...
-Seguramente el muy idiota lo sintió.

Lo abracé y acarició mi cabeza.

-Te voy a proteger Yoshi, no dejaré que te lastimen, ¿ok?
-Ok...

Él beso mi frente y me pegó más a él.

-¿Te arrepientes? –susurre.
-¿Huh?
-De nosotros, de estar conmigo y... -acaricie mi vientre.
-No me arrepiento de nada, -beso mi frente- te amo Yoshi, te amo tanto y eso no va a cambiar, al igual que amo a esta hermosa criatura que esperas.
-...
-Nuestro hermoso bebé, -sonrió- tus padres sí que han comprado muchas cosas para su primer nieto.
-S-Sí.
-Nuestro bebé va a ser tan mimado.
-Raiden eres tan bueno conmigo.
-¿Lo soy?
-Sí.

Acaricie su mejilla y sus ojos se volvieron azules eléctrico, con un brillo muy especial.

Podía sentir como una chispa, una fricción algo diferente.

Las puntas de su cabello se pusieron blancas.

-Raiden.
-¿Qué ocurre amor?
¿T-Tú?

Él se sentó en la cama y me hizo sentar.

-¿Qué pasa?
-¿Eres un ángel?
-Pues sí.
-...
-¿Qué ocurre?
-Nada... imaginaciones mías...

Por alguna razón sus características me recordaron a un libro mítico pero....

No estoy seguro...

Se parece tanto a el dios del trueno... ¿será una coincidencia?




---Artemis---

Tengo un peso menos en mi pecho.

Pero aún me sentiré atormentado por no poder salvar a Hiroki cuando debí hacerlo.

Tal vez hubiera sido feliz con Nowaki.

Si lo hubiera buscado.

Maldición.

Yo en parte contribuí a esto.

Ellos merecían ser felices.

Se amaban...

Y ahora...

Zeus le dio otra vida.

No puedo regresar al cielo.

Debo de proteger a Saori.

Hice un juramento y lo voy a cumplir.

Es una luz hermosa.

Aunque...

Debería buscar a Hiroki y el otro hijo de Zeus.

Él no reconocido.

Les pidió a mis padres lo mismo que me pidió a mí.

Desaparecer a esas pequeñas criaturas.

¿En qué cabeza cabe tanto coraje y maldad?  

Luz en la Oscuridad (Nowaki x Hiroki x Akihiko)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora