Capítulo 88

267 21 2
                                    

Entro en la casa acompañada de Pablo y cuando llego al salón allí están todos mis compañeros de Zapeando. Cris y Anna están con los niños y los demás hablando con la familia. Desde que me ven vienen todos a felicitarme, abrazarme y besarme, incluidas las chicas que vienen hacia mí con los niños en brazos. También nos dan regalos para los niños y una caja de bombones para Pablo y para mí.

Ana:
-Cuidado con mis hijos eh.

Anna:
-Tranquila, tengo sobrinos.

Cristina:
-Yo no pero me encantan los niños.

Ana:
-Era broma, confío en vosotras.

Un par de horas después ya se habían ido, pero al poco tiempo llegó más gente, los compis de TCMS. Me alegré muchísimo de verlos, a mi Silvia, mi Ruth, Edu, Falete.... a todos. Nos pasamos un buen rato con los saludos, los abrazos, los besos.... y después de saludar a la familia y de darnos regalos al igual que los compis de Zapeando se apropiaron de los niños. Todos se quedaron embobados, no paraban de jugar con ellos, le cantaban, les hacían muecas para que se rieran.... incluso se prestaron voluntarios para bañarlos y cambiarles el pañal. Ruth y Silvia les dieron de comer, a mí no me dejaron ni acercarme a ellos. Después de comer se encargaron de dormirlos. Las acompañé a ponerlos en la cuna y se quedaron allí, mirando como se dormían.

Ruth:
-Son preciosos.

Silvia:
-Adorables.

Ana:
-La verdad es que no es por chulear pero son....... no tengo palabras.

Ruth:
-Es normal, una madre nunca va a decir nada malo de sus hijos.

Silvia:
-Pero esta vez te doy la razón.

Les invité a cenar y cuando terminamos se fueron, prometiendo que volverían.

Como no quería despertar a Pablo le pedí a mi hermana que me ayudara a darle la toma alos niños. Aceptó encantada, también se nos unieron mi madre y mi suegra. ¿Qué raro verdad? Cuando terminamos ellas se acostaron y yo me quedé lavando los biberones, tuve que insistirles muchísimo para que me dejaran lavarlos a mí sola. Cuando terminé entré en la habitavión de los niños para ver si estaban bien, allí me encontré a Pablo. Me quedé en la puerta, observándolo. Estaba acariciando las piernas de los peques, con una mano le daba puesto que sus manos eran grandes y comparadas con las piernecitas de los bebés más todavía. No tardó mucho en darse cuanta de que estaba allí. Cuando noté que me miraba me acerqué a él. Me cogió dela cintura y nos dimos un besos con ganas, se podría decir que había sido el primer beso intenso que nos habíamos dado esos días. Con tanto ajetreo no teníamos para estar juntos. Por la noche el tiempo que no estamos dando de comer a los niños estamos durmiendo porque estamos muy cansados. Por el día más de lo mismo, atendemos a los niños y cuandl no estamos con ellos estamos atendiendo a nuestras familias y encargándonos de las cosillas dela casa, con la ayuda de nuetros padres y nuestros hermanos.

Ana:
-Deberías estar en la cama.

Pablo:
-Me he despertado y no te he visto, miré el reloj y me di cuenta de que no había escuchado el despertador para ayudarte con los niños.

Ana:
-No te preocupes mi amor, he tenido ayuda por parte de tu madre, la mía y mi hermana. Además tú estás cansado y necesitas dormir.

Pablo:
-Si yo estoy cansado tú debes estar muerta.

Ana:
-Algo parecido, pero si es por ellos me da igual estar muerta de sueño.

Pablo:
-Pues lo mismo me pasa a mí. Por vosotros haría lo que fuera.

Le di un beso y pegué nuestras frentes.

Ana:
-Te amo.

Pablo:
-Y yo a ti Ana, no te imaginas cuanto. Gracias por aparecer en mi vida y darme esta familia.

Ana:
-Gracias a ti por hacerme tan feliz.

Ana:-Gracias a ti por hacerme tan feliz

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Un paso detrás de ti [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora