Un paso detrás de ti [TERMINADA]

Capítulo 102

Ana:
-¡Sí, sí, sí! ¡Claro que quiero casarme contigo amor!

Entonces me pone el anillo y deja la caja en la cama. Se levanta y me coge de la cintura elevándome por los aires a la vez que da vueltas. Segundos después me pone a su altura y me besa con mucha pasión. Después pega nuestras frentes y me agarra la cara con las manos.

Pablo:
-Te amo princesa.

Ana:
-Y yo a ti mi príncipe.

Nos quitamos la ropa quedándonos en bañador. Fui corriendo hacia el agua y Pablo me persiguió. Cuando me alcanzó me cogió y me metió en el agua. Yo le agarré del brazo y lo hundí. Salió del agua y me volvió a coger pero esta vez era para besarme. Esa noche hicimos el amor en todos los rincones de esa playa.

Unas pequeñas manos se depoditan en mi cara haciendo que abra los ojos. Entonces veo a mis peques mirándome con una sonrisa que les ocupaba toda la cara.

Diego y Daniela:
-¡Mamii!

Ana:
-Hola mis niños!

Me los como a besos durante un rato cuando sube Pablo con una bandeja. Se sienta y me da un beso.

Pablo:
-Buenos días preciosa.

Ana:
-Buenos días amor. ¿Quién ha traído a los niños?

Pablo:
-Los he ido a buscar yo. Mi hermana me dijo que querían venirse ya así que me los traje aprovechando qye estabas durmiendo y de paso te dábamos una pequeña sorpresa.

Daniela:
-¿Te ha gustado la sorpresa mami? Dijo como pudo.

Ana:
-Me ha encantado la sorpresa mi vida.

Diego:
-¡Bieen!

Pablo y Ana:
-Jajajaja.

Después de desayunar nos vestimos y fuimos al parque con los niños ya que la última no pudimos estar mucho tiempo. Estuvimos un par de horas allí y nos fuimos a comer a un restaurante, terminamos y volvimos a casa.

Narrado por Pablo

Mientras espero juego con Diego, que está sentado en la encimera. Cuando se terminan de hacer las palomitas las sirvo en un cuenco, pongo a Diego en el suelo y vamos al salón, donde nos esperan Ana y Daniela. Al llegar las veo dormidas en el sillón y a mí se me cae la baba cuando las miro. Las tapo con la manta que está en el otro sillón y me voy con Diego a la habitación.

Diego:
-¿Mami y Daniela no ven la peli?

Pablo:
-No campeón, mamá y Daniela están durmiendo. Pero la vemos nosotros dos ¿no?

Diego:
-Claro papi!!

En mitad de la segunda película subieron las chicas con otro bol de palomitas y se unieron a nosotros. Cuando terminó nos duchamos, nos vestimos y cenamos. Diego se durmió enseguida pero Daniela había dormido por la tarde así que nos costará más que se quede dormida. Dejamos al peque en la habitación y bajamos al salón con la niña, que no paraba de saltar encima de nosotros. Ana la agarró por la cintura y la sentó entre nosotros.

Ana:
-Estáte quieta peque ¿quieres irte a la cama con Diego?

Daniela:
-Noo! No tengo sueño! Quiero jugar!

Pablo:
-Pero muñeca ahora no podemos jugar, es hora de dormir.

Entonces empezó a llorar y a patalear.

Daniela:
-¡Quiero jugar! ¡No quiero dormir!

Ana:
-Escúchame princesa, ahora no es hora de jugar, te prometo que mañana jugamos todo el día si quieres. Ahora tienes que dormir, vamos a la habitación y te pongo un peli hasta que te duermas, ¿vale? Dijo mientras le acariciaba la mejilla y le hablaba en tono suave.

Daniela:
-Vale mami.

La niña me dio un beso y se fueron a la habitación. Era increíble como conseguía calmarla con tan solo un gesto, lo suyo era alucinante. Está hecha para ser madre.