Capítulo 100

311 19 6
                                    

Abro los ojos y me encuentro a Pablo mirándome fijamente.

Ana:
-¿Te pasa algo?

Pablo:
-No, ¿por qué lo dices?

Ana:
-Porque te has quedado empanado.

Pablo:
-Es que me encanta esta estampa que tengo delante de mí. Mis dos princesas durmiendo ante mi mirada, ¿qué más puedo pedir?

Ana:
-Ay que bonito eres, si es que no te puedo querer más. Dije dándole un beso.

En medio del beso siento algo, o mejor dicho alguien, moviéndose.

Daniela:
-Ay! Dice quejándose ya que la estamos aplastando.

Nos apartamos y ahora la que recibe besos es ella. Tiene una carita de dormida que la hace más adorable todavía. Cuando paramos de "acosarla" me levanto a lo que ella reacciona agarrándome la mano.

Daniela:
-¿A dónde vas mami?

Ana:
-Voy a despertar a tu hermano cielo, ahora vengo.

Le doy un beso en la frente y entro en la habitación de los niños. Me pongo encima de Diego dejándolo entre mis rodillas y empiezo a hacerle cosquillas.

Diego:
-Jajajajajaja, para mamiii, jajaja.

Su risa es música para mis oídos, adoro oírlos reír.

Ana:
-Buenos días mi rey.

Diego:
-Buenos días mi reina. Dijo como pudo.

Ana:
-Ay que te como!!

Ahora las cosquillas pasaron a ser besos y ante eso no se quejó, mis peques eran súper cariñosos y a mí eso me encanta.

Ana:
-¿Vamos con papá y Daniela?

Diego:
-Sii.

Enseguida se agarró a mi cuello y yo me levanté con él enganchado a mí cual mono mimoso. Estuvimos un rato remoloneando en la cama los cuatro, bueno quien dice remoloneando dice jugando y riendo a más no poder y después bajamos a desayunar. Lamañana pasó rápido, cuando nos quisimos dar cuenta ya estábamos almorzando. Mientras yo fregaba los platos los niños veían los dibujos. En un momento dado Pablo se acercó a mí por detrás rodeando mi cintura con los brazos y enterrando su cara en mi cuello.

Pablo:
-¿Te ayudo?

Ana:
-No hace falta amor ya estoy terminando.

Pablo:
-¿Quieres hacer algo ahora?

Ana:
-Yo tenía pensado que podríamos echarnos una pequeña siesta. La nena me ha dado la noche con la tormenta.

Pablo:
-Bueno pues voy a acostar a los niños, les pongo los dibujos y te espero arriba, ¿vale?

Ana:
-Vale.

Me dio un beso en el cachete y subió con los niños. Cuando llegué a la habitación él ya estaba esperándome en la cama. Me acuesto a su lado y me apoyo en su pecho.

Pablo:
-Oye princesa.

Ana:
-Dime mi príncipe.

Me giro y me quedo mirándolo esperando un respuesta.

Pablo:
-Un amigo me acaba de enviar un Whastapp invitándome a una fiesta de viejos compañeros de clase.

Ana:
-¡Qué bien! Supongo que irás ¿no?

Pablo:
-Me gustaría ir pero.....

Ana:
-Amor si vas a decir que no quieres que me quede sola, que prefieres estar con nosotros... o cualquier otra excusa ahórratela.

Un paso detrás de ti [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora