Un paso detrás de ti [TERMINADA]

Capítulo 112

Por fin llegamos a nuestro destino. Escogimos una pequeña isla cercana a Francia que disponía solamente de 10 bungalows "especiales", entre ellos había una distancia lo bastante larga para tener intimidad. En el centro de la isla estaba las instalaciones: el restaurante, la sala de juegos, la recepción.... Y un pequeño hotel. Si querías podías pedir que te llevaran la comida a la habitación. Todos los bungalows estaban situados en primera línea de playa. El nuestro incluso tenía ordenador y wifi incorporado.

Llegamos a la isla en barco. Allí nos llevaron hasta recepción para pasar todos los trámites e informarnos de todo sobre actividades y servicios. Llegamos a la habitación bastante agotados.

Ana:
-Puff..... Estoy reventada [Dice soltando las maletas]

Pablo:
-¿Qué tal si te doy un masajito? ¿O prefieres un baño relajante? [Le doy besos en el cuello]

Ana:
-Lo segundo me apetece más.

Preparo todo y nos metemos en la bañera.

Ana:
-Mm... Qué bien se está aquí [Se apoya en mi pecho y cierra los ojos]

Pablo:
-No te duermas eh, que todavía tenemos que ir a cenar.

Ana:
-Que noo, prometo no dormirme.

Al final pasó lo que sabía que pasaría, Ana se durmió enseguida. ¿Y quién soy para despertarla? Con lo agusto que estoy y lo adorable que está. Un rato después veo como se despierta y me mira.

Ana:
-Tenías razón, el sueño me he podido.

Pablo:
-[Le doy un beso en la frente] Te conozco muy bien princesa.

Ella me responde con una sonrisa y dándome un toque en la nariz.

Ana:
-¿Vamos a cenar?

Pablo:
-Claro preciosa.

Salimos de la ducha y nos vestimos.

Ana:
-Lista [Dice saliendo del baño]

Pablo:
-¿A dónde piensas que vas así vestida? [Digo atrayéndola hacia mí agarrándola por la cintura]

Ana:
-A cenar con mi marido [Rodea mi cuello con los brazos]

Pablo:
-Me da a mí que si sales así voy a dejar de ser tu marido. Porque los vas a tener a todos pegados.

Ana:
-Anda tonto no exageres.

Pablo:
-Estás para comerte enterita. [Digo entre besos]

Mis manos bajaron poco a poco hasta llegar a la parte baja de su culo.

Ana:
-Se te han ido un poco las manos eh.

Pablo:
-No puedo resistirme, adoro tu cuerpo.

Ana:
-Yo sí que te adoro, vamos a comer anda.

Pablo:
-Sí, vamos.

Después de cenar en el hotel fuimos a una fiesta que había en la playa. La verdad es que fui por Ana porque yo no estaba disfrutando mucho. Había un grupo de chicos que no paraban de seguirnos desde que salimos del restaurante. Evidentemente no era por mí, era por ella.

Ana:
-¿Qué te pasa amor? ¿Por qué no bailas?

Pablo:
-No me pasa nada princesa, es que no tengo muchas ganas de fuesta hoy.

Ana:
-Ven a bailar conmigo porfaa [Dice tirando de mi mano]

Pablo:
-Venga vaale, pero porque me lo pides tú.

Al ver que esos tíos nos miraban mientras bailábamos decidí marcar mi territorio, dejarles bien claro lo que era mío. Empecé a besar a Ana como si me fuera la vida en ello.

Ana:
-Cielo me encantan tus besos pero creo que deberíamos irnos al bungalow.

Pablo:
-¿Por qué?

Ana:
-Porque veo que te estás animando y es mejor que estemos allí para terminarlo, ¿no crees? [Se muerde el labio]

Pablo:
-Vamos.

Me la llevo corriendo hasta la habitación. Allí nos desnudamos y cuando estamos enredados en las sábanas me paro y la miro.

Ana:
-¿Qué pasa?

Pablo:
-Ana dime que eres mía, que soy tu dueño.

Ana:
-Soy únicamente tuya mi amor, tú eres mi rey, mi dueño.

Terminamos la noche abrazados después de entregarnos el uno al otro.