Un paso detrás de ti [TERMINADA]

Capítulo 114

La luna de miel llegó a su fin y con eso los días en los que Ana estaba en casa pasaron a ser muy escasos. Compagina Zapeando con: El Hormiguero los lunes, las grabaciones de El Club de La Comedia los martes y el fin de semana se va a grabar la segunda temporada de Olmos y Robles. Los miércoles y los jueves por la tarde no trabaja pero tampoco puedo estar mucho con ella porque yo tengo función por la noche. Los niños se alternan entre mi familia y la suya, duermen casi siempre fuera de casa y a eso le sumamos que no ven a su madre a menudo.

Se escucha el sonido de la puerta, Ana entra y antes de que pueda saludarla la niña corre hacia ella.

Daniela:
-Mamii!!

Ana:
-Ay mi niña, que me la como enterita!! [Dice espachurrándula y comiéndosela a besos]

Poco tiempo después parece que Diego se despierta por el ruido y viene a recibir a su madre. Minutos más tarde llega mi turno.

Pablo:
-¿Qué tal el día? [Digo después de darle un beso]

Ana:
-Agotador, como siempre.

Pablo:
-Si es que trabajas demasiado princesa.

Ana:
-Ya... Pero es que me encanta mi trabajo y en casa me aburro. Y ya sabes que en la tele es mejor aprovechar el empleo que te ofrezcan porque en cuestión de días te puedes quedar en la calle. [Dice a la vez que entra en la habitación y se descalza]

Se cambia de ropa y tira en la cama.

Pablo:
-¿Por qué no descansas un poco?

Ana:
-Me encantaría pero no puedo.

Pablo:
-¿Por qué?

En ese momento entran los niños cargados de juguetes y se suben a la cama con ayuda de Ana.

Ana:
-Por esto.

Daniela:
-¿Juegas con nosotros?

Ana:
-Claro que sí mi vida.

Entonces coge dos muñecos y se pone a jugar con ellos. Eso es algo que admiro muchísimo de ella, siempre tiene tiempo para sus hijos, aunque llegue reventada de trabajar o esté muerta de sueño.

Narrado por Ana

Después de acostar a los niños me como un par de galletas y me acuesto. Unos veinte minutos más tarde, cuando estoy casi dormida, aparecen mis dos peques por la puerta de mi dormitorio y se acercan a la cama.

Ana:
-¿Qué hacéis aquí enanos?

De la forma más adorable veo como me señalan mientras me miran con cara de cachorrito.

Ana:
-¿Queréis dormir conmigo?

Asienten, los subo a la cama, los tapo y los abrazo. Se quedan dormidos enseguida y a mí me vence el sueño poco después.