Capítulo 59

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Narrado por Silvia

Llegamos al restaurante y pedimos la comida. Después de comer entre risas, bromas y anécdotas, fuimos a tomar unas copas. Nos sentamos en unos sillones y Ana, Falete y yo fuimos a pedir las copas. Las cogimos entre las tres y volvimos con Ruth y Vicky, que se habían quedado hablando.

Ruth:
-Bueno y que ¿cómo te va con Pablo, Anita? La verdad es que estamos todos muy contentos de que hayáis vuelto.

Ana:
-Ay Silvia ya se lo has contado a todos eh...

Silvia:
-Perdón, es que estaba muy emocionada. Dije sobre la marcha para salir del paso.

Ana:
-Pues muy bien la verdad. Vamos a empezar a vivir juntos, aunque ya lo estábamos haciendo practicamente.

Ruth:
-Que bien!! Me alegro mucho.

Vicky:
-¿Y con su familia te llevas bien?

Ana:
-Pues sí. Son encantadores.

Falete:
-Hombre, por lo que nosotros vimos cuando nos quedamos en tu casa.... Y los niños te adoran.

Todas:
-Eso es verdad.

Ana:
-Tanto como adorarme no, pero la verdad es que nos hemos cogido mucho cariño. Y son adorables.

Ruth:
-¿Y tú no has pensado en tener hijos con Pablo?

Ana casi se ahoga al escuchar esa pregunta. Falete le dio unos golpecitos en la espalda y ella se limpió la barbilla ya que se había manchado al escupir.

Vicky:
-Ay Anita, que te ahogas!!

Silvia:
-¿Es garrafón o qué?

Todas:
-Jajaja.

Ana:
-Es que la pregunta me ha pillado por sorpresa.

Ruth:
-No pretendía matarte del susto.

Silvia:
-Bueno y ahora contesta.

Ana:
-Bueno no sé, Pablo y yo nunca hemos hablado sobre ese tema y llevamos poco tiempo como para tener hijos.

Todas:
-Bueno pero si hay amor...

Ana:
-Ya pero lo veo un poco pronto. Aunque a mí me encantan los niños y a Pablo también. Yo creo que sería un gran padre.

Todas:
-Y tú una gran madre.

1 hora después...

Narrado por Pablo

Estaba en la habitación con Adrián y Edu cuando me sonó el móvil.

(Conversación telefónica)

Pablo: ¿Silvia?
Silvia: Pablo.
Pablo: ¿Silvia qué pasa? ¿Ha pasado algo? ¿Ana está bien?
Silvia: Bueno verás..
Pablo: Dilo ya Silvia!!
Silvia: Tienes que venir cuanto antes, Ana y Carolina se están peleando. Falete y Vicky se fueron antes de que empezara todo y Ruth y yo hemos intentado separarlas pero ahí no hay quien se meta.
Pablo: ¿Cómo? ¿Eso es verdad, me estás vacilando o que estás borracha?
Silvia: ¿Tengo pinta de que te estoy vacilando? Y llevo unas copas encima pero tampoco es que esté borracha.
Pablo: ¿Dónde estáis?
Silvia: Estamos en el callejón que está al lado de la discoteca donde quedamos la primera vez todos los compañeros.
Pablo: Vale, voy enseguida.

Todos:
-¿Qué ha pasado?

Pablo:
-Me tengo que ir, Ana y mi ex Carolina se están peleando.

Todos:
-¿Quieres que vayamos contigo?

Pablo:
-Pues la verdad es que no vendría mal que alguno viniera porque no sé por qué me da que Silvia y Ruth iban un poco cocidas.

Adrián:
-Yo voy.

Edu:
-Y yo.

Cuando llegamos Ruth y Silvia no estaban, Adrián y Edu fueron a buscarlas y yo me dirigí al callejón. La imagen era espantosa. Ana estaba en el suelo, sangrando, con los ojos cerrados mientras Carolina le pegaba. Me acerqué enseguida, aparté a Carolina de un empujón, agarré a Ana de los brazos y la moví.

Pablo:
-Ana!!

Carolina:
-No llores por esta petarda. Te he quitado un peso de encima, así podemos estar juntos.

Pablo;
-Estás loca!! Yo no quiero volver contigo!!

Carolina:
-Ya veremos.

Pablo:
-Ana despierta!!

Carolina:
-¿Cómo puedes estar llorando por ella?

Pablo:
-Porque la amo. ¿No la ves? Es una mujer perfecta, y no como tú.

Carolina:
-No es una mujer, es una zorra, una puta, una cualquiera que te encuentras en la calle.

Me giré hacia ella y le di un guantazo.

Pablo:
-Ni se te ocurra decir eso de ella. ¿Me oyes? Eres una basura de persona.

Carolina:
-Esto no va a quedar así.

Después de decir eso se fue y yo volví a mover a Ana.

Pablo:
-Ana, por favor despierta!!

Noto como se mueve un poco y empieza a toser.

Ana:
-¿Pablo?

Pablo:
-Ana, mi vida!! Ven, que te ayudo a levantarte

Se levantó y la abracé. Salimos del callejón y nos dirigimos a la puerta de la discoteca.

Pablo:
-Vamos al baño a lavarte la cara.

Ana:
-No, vamos al hotel por favor.

Pablo:
-Vale.

A mitad de camino Ana empezó a marearse, pero el mareo no duró mucho, ya que enseguida se desmayó. La cogí antes de que llegara el suelo y me la llevé en brazos hasta la puerta de la habitación. Saqué la tarjeta del bolsillo y abrí como pude. La coloqué en la cama y mojé varias toallas para quitarle la sangre. Tenía sangre en la boca y en la nariz, arañazos en la cara, moratones en los brazos y las piernas y los codos y las rodillas ensangrantadas, supongo que sería de cuando calló al suelo. Después de limpiarle la sangre le quité el vestido. Tenía la barriga llena de marcas de puñetazos y moratones. Las lágrimas me salieron una detrás de otra. Se me partía el alma al verla así.

Pablo:
-Ana por favor, despierta.

Ni siquiera se movió. Agaché la cabeza y seguí llorando. De repente noté unas manos que me limpiaban las lágrimas.

Ana:
-No llores mi amor. Estoy bien. Decía debilmente.

Pablo:
-Ana!!

La abracé con todas mis fuerzas.

Pablo:
-Vamos al baño a darte una ducha.

Ella simplemente asintió y nos metimos en el baño. Me desnudé y ella se quitó la ropa interior, que era lo único que llevaba puesto. Empecé a mojarla y pegó un salto apartando el grifo.

Pablo:
-¿Qué pasa?

Ana:
-Me duelen las heridas con el agua caliente.

Pablo:
-Lo siento.

Ana:
-No es culpa tuya.

Pablo:
-Voy a bajar la temperatura del agua. Pero te tienes que aguantar un poco.

Ana:
-Vale.

Después de la ducha nos pusimos el pijama y nos acostamos.

Un paso detrás de ti [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora