Capítulo 23

295 22 3
                                    

(Conversación entre Pablo y su familia)

Sofía:
-Has tenido mucha suerte con Ana.

Pablo:
-Muchísima.

Tamára:
-Esta es la mejor relación que has tenido. Y no lleváis ni un mes.

Carmen:
-Es que si comparas a Ana con las otras...

Pedro:
-No hay nada que ver. Las otras eran egoístas, chulas, pijas...

Raúl:
-Y no te dejaban estar con nosotros. ¿Te acuerdas?

Pablo:
-Sí. Pero ellas para mí ya no existen.

Luis:
-Oye hermanito, Ana baila de escándalo.

Ana se acercó y me levantó de la silla agarrándome de la mano.

Ana:
-Ahora vas a bailar conmigo.

Después de unos minutos empezó a llover. Bailamos muy pegados y mi temperatura fue subiendo.

Varias canciones más tarde...

Pablo:
-Bff tengo un calentón.

Ana:
-¿Sii? Bueno, eso se arregla enseguida.

Me agarró de la mano y se dirigió hacia la puerta. Después me empujó hacia la calle y me quedé en mitad de la calle.

Pablo:
-Serás...

Ana:
-¿Qué soy?

La jalé del brazo y nuestras caras quedaron muy cerca.

Pablo:
-Mi princesa.

Nos besamos apasionadamemte en mitad de la lluvia.

Narrado por Sofía.

Salimos a la calle pensando que les había pasado algo. Nos pusimos debajo de un techo que había para no perder detalle. Era precioso. Ana y Pablo se estaban besando en mitad de la lluvia. No les importaba mojarse. Me emocionó verlos tan felices.

Raúl:
-¿Estás llorando?

Sofía:
-No he podido evitarlo.

Tamára:
-Lo que tienen ellos no lo tiene cualquiera.

Pablo y Ana se dirigieron a nosotros.

Pablo:
-Nosotros nos vamos ya.

Ana:
-Tomad, unas llaves de mi casa.

Pedro:
-¿Para qué?

Ana:
-Para que entréis sin tener que tocar el timbre.

Carmen:
-Gracias por la oferta pero nosotros nos vamos a Málaga.

Ana:
-¿Qué? De eso nada. Hoy váis a dormir en mi casa.

Sofía:
-Pues gracias. Pero no nos des llaves porque también nos vamos ya.

Narrado por Pablo

Nos despedimos y nos dirigimos hacia los coches.

Ana:
-¿Vamos a entrar mojados en el coche?

Pablo:
-Espera, tengo un par de toallas en el maletero.

Ana:
-¿Y eso?

Pablo:
-Siempre las llevo por si me dan ganas de ir a la playa.

Nos secamos un poco y nos subimos en el coche.

1 hora y 30 minutos después...

Llegamos a casa de Ana. Llevamos a los niños a sus camas porque se habían quedado dormidos.

Todos:
-Nosotros no tenemos pijamas.

Ana y Pablo:
-Yo os presto algo.

Sofía:
-Anita, a mí no me sirve tu ropa. Si tienes un cuerpazo!!

Ana:
-Jajaja no es para tanto. Te puedo dejar un pijama que le compré a mi madre. No lo ha usado porque al final no vino ese día asi que ahora es para ti.

Sofía:
-Pero es para tu madre. No debo aceptarlo.

Ana:
-Que sí tonta. Toma.

Sofía:
-Pues gracias.

Se pusieron los pijamas y nos pusimos en el sillón.

Ana:
-Por cierto, no te has quitado la crema.

Pablo:
-Es verdad.

Ana:
-Voy a buscar una toallita.

Todos:
-¿Qué crema?

Pablo:
-Una que me puse en la cara.

Luis:
-¿Para qué?

Ana:
-Para ocultar unos golpes. Avísame si te hago daño.

Me limpió tan delicadamente como siempre. Cuando la crema desapareció, mi familia se quedó sorprendida.

Todos:
-¿Qué te ha pasado?

Ana:
-Se ha peleado con mi ex. Dijo con cara triste.
-Y todavía quedan más. Me desabrochó la camisa y fue a por el botiquín.

Sofía:
-Explícanos como pasó.

Pablo:
-Es que... Ana y yo tuvimos una pelea. Desde el miércoles por la noche hasta anoche.

Carmen:
-¿Y cómo fue?

Le expliqué todo y mientras, Ana me curó las heridas. Colocó el botiquín, todos notamos que estaba tardando demasiado en volver.

Sofía:
-Voy a mirar.

Narrado por Sofía.

Fui a la habitación de Ana y la vi llorando en la cama. Me senté a su lado y acaricié su espalda para consolarla.

Sofía:
-¿Qué te pasa?

Ana:
-No soporto verle así por mi culpa.

Sofía:
-No es tu culpa. Tranquilízate, son cosas que pasan.

Ana:
-Ya....

Sofía:
-Mira, nunca había visto a mi hijo tan feliz. Tú le has aportado alegría, felicidad, amor.... Y podría pasarme horas diciéndote las cosas buenas que le has dado. No puede vivir sin ti. Te mira como nunca ha mirado a nadie. Y no me extraña. A nosotros en muy poquito tiempo nos has demostrado que eres una maravilla de persona. Has aceptado a nuestra familia como si fuera la tuya. Y has reformado tu casa solo para que nosotros estemos cómodos. Todos te adoramos y los niños nunca habían querido tanto a alguien que conocen desde hace tan poco. Ahora deja de llorar y vamos al salón.

Ana:
-Gracias.

Sofía:
-A ti.

Nos dimos una abrazo muy sentimental. Notamos que una luz nos enfocaba.

Sofía:
-¿Nos estáis sacando una foto?

Carmen:
-Es que la estampa era preciosa.

Pablo abrazó a Ana, los demás nos despedimos y nos acostamos.

Narrado por Ana.

Pablo:
-¿Estás mejor?

Ana:
-Sí. Gracias.

Pablo:
-A ti.

Nos acostamos y me apoyé en el pecho de Pablo.

Pablo:
-¿Esta semana vas a Zapeando?

Ana:
-Sí, voy el lunes, el martes y el jueves.

Pablo:
-Te veré menos esta semana.

Ana:
-Te lo compensaré.

Pablo:
-No hace falta. Con que estés a mi lado me basta.

Ana:
-Eres maravilloso.

Pablo:
-Igual que tú.

Me rodeó con sus brazos y nos quedamos dormidos.

Un paso detrás de ti [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora