Capítulo 29

394 23 4
                                    

Antes de salir cogí un paraguas. Me dirigí hacia la persona. En ese momento distinguí a una mujer. Me fui acercando hasta que llegué a ella. No me creía lo que estaba viendo. La ayudé a levantarse y entramos en mi casa. Estaba empapada, tiritando, su piel estaba congelada y su rostro pálido. No paraba de llorar. Le limpié las lágrimas y subimos a la planta de arriba. Me metí en la ducha con ella.

 No paré de mojarla con agua caliente hasta que su temperatura corporal subió

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No paré de mojarla con agua caliente hasta que su temperatura corporal subió. Mientras, calenté un pijama que se había dejado aquí. Mientras se vestía le preparé una sopa para que comiera algo y para ayudar a subirle la temperatura. No habló en ningún momento. Nos acostamos y la abracé con todas mis fuerzas. A mitad de la noche me desperté por sus movimientos. No paraba de gritar mi nombre mientras lloraba. Se despertó y se quedó sentada. La abracé mientras le limpiaba las lágrimas y acariciaba su rostro.

(Tono suave)

Pablo:
-No pasa nada. Yo te protegeré.

Ana:
-No dejes de abrazarme, por favor.

Pablo:
-Eso nunca.

La pegué a mi cuerpo aún más. Nos quedamos dormidos en cuestión de segundos.

Un paso detrás de ti [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora