Capítulo 76

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Pablo:
-¿De verdad?

Ana:
-Sí.

La abracé lo más fuerte que pude. Nos quedamos así un rato y después pegué nuestras frentes.

Pablo:
-Es lo mejor que me podías haber dicho.

Ana:
-¿Lo dices de verdad?

Pablo:
-Claro que lo digo de verdad. Espera, ¿por eso estaban tan rara últimamente?

Ana:
-Sí. Es que no sabía como decírtelo y como este último mes la relación no estaba en su mejor momento pues... pensé que no te iba a hacer ilusión.

Pablo:
-¿Pero cómo no me va a hacer ilusión? Tener un hijo tuyo es lo mejor que me puede pasar. Te amo.

Ana:
-Y yo a ti mi amor.

Pablo:
-¿Y sabes de cuanto estás? ¿Has ido al ginecólogo?

Ana:
-Fui aquel día que quedé con las chicas. Les conté todo y por la tarde me acompañaron. Pasado mañana hago 7 semanas.

Pablo:
-Entonces.... ¿te quedaste embarazada el día de tu cumple o en el viaje a Dosneyland?

Ana:
-Sí.

Nos besamos dulcemente durante un rato, y poco a poco nos fuimos moviendo hasta que quedamos de pie. De repente entró mi madre.

Sofía:
-Perdón...

Ana:
-No, tranquila, de todas maneras ya íbamos a salir para ir a desayunar.

Fuimos los tres a la cocina, donde nos estaban esperando todos con el desayuno en la mesa. Antes de que Ana se pudiera sentar mis sobrinos la llevaron al jardín y se pusieron a jugar con ella. Después empezaron con las cosquillas y Ana acabó en el suelo con los niños encima. Todos mirábamos embobados la escena desde la ventana de la cocina, que daba al jardín. Unos minutos después decidí ir a buscarla.

Pablo:
-Chicos, dejad a la tía Ana que tenemos que desayunar y vosotros ya habéis comido.

Todos los niños:
-Joo.

Se fueron al parque y yo ayudé a Ana a leventarse.

Ana:
-Me estaba divirtiendo.

Pablo:
-Ya pero nos están esperando para desayunar.

Ana:
-¿Seguro que era por eso?

Pablo:
-Como me conoces. Es que tenía miedo a que te hicieran daño sin querer.

Ana:
-Pero mi amor ¿como me van a hacer daño? Son niños y no me estaban pegando solo me estaban haciendo cosquillas.

Pablo:
-Pero te podían hacer daño sin querer.

Ana:
-Vamos a comer anda.

Me dio un beso y entramos. Desayunamos tranquilamente y después nos fuimos a vestir para pasar el día fuera. Cuando Ana se quedó en ropa interior me acerqué a ella y la abracé por detrás. Apoyé la cabeza en su hombro y empecé a acariciarle la barriga. Los dos cerramos los ojos y estuvimos un rato en silencio. Estaba tan relajado que me quedé medio dormido.

Ana:
-Mi amor, tenemos que vestirnos.

Pablo:
-Estaría así toda mi vida.

Ana:
-Y yo mi amor. Pero nos tenemos que ir, seguro que nos están esperando.

Pablo:
-¿Y si nos quedamos aquí?

Ana:
-Me encantaría pero ya hemos quedado en pasar el día fuera.

Pablo:
-Joo.

Me agarró la cara con las dos manos y me dio un beso.

Ana:
-Vamos a vestirnos anda.

Nos vestimos, salimos de la habitación y fuimos al salón, donde nos estaban esperando los demás. Salimos de casa y caminamos hasta llegar a un parque. Mientras los niños jugaban nosotros nos sentamos en unos bancos. Mi hermana sacó a María del carro y la cogió en brazos. Hubo un momento en el que la niña extendió los brazos hacia Ana.

Ana:
-Que mona.

Carmen:
-¿La quieres coger?

Ana:
-¿No te importa?

Carmen:
-Claro que no. Además quiere ir contigo porque está estirando los brazos para que la cojas.

Ana cogió a la niña y empezó a jugar con ella. María no paraba de reír y a Ana se le da genial. Estaba embobado mirando la escena. Giré la cabeza y me di cuenta de que estábamos todos igual. Después de estar un rato en el parque comimos en un restaurante, visitamos algunas tiendas y le compramos unas golosinas a los niños. Ana le dio el biberón a María y después volvimos a casa. Nos duchamos, cenamos y nos pusimos a ver una peli todos juntos. A mitad de la película Ana se levantó y se fue corriendo.

Todos:
-¿Qué le pasa?

Pablo:
-Voy a mirar.

Entré en la habitación y la vi abanicándose con las manos delante de la puerta de nuestro baño. Me acerqué a ella.

Pablo:
-¿Estás bien? ¿Has vomitado otra vez?

Ana:
-Falsa alarma, solo han sido unas náuseas.

Pablo:
-¿Quieres que te traiga una infusión?

Ana:
-No, tranquilo estoy bien. Pero no voy a seguir viendo la peli, me voy a acostar ya.

Pablo:
-Yo también me voy a acostar ya.

Se acercó a mí y me agarró la cara con las dos manos.

Ana:
-Mi amor, estoy bien. Tú vete a ver la película.

Pablo:
-No quiero ver la película. Quiero quedarme aquí y estar contigo, con vosotros, o con vosotras.

En ese momento los dos miramos sonriendo su barriga.

Pablo:
-Ahora vengo.

Ana:
-Vale, yo te espero en la cama.

Fui al salón y allí seguían todos, habían puesto la película en pausa y los niños ya se habían acostado.

Todos:
-¿Ana está bien?

Pablo:
-Sí, está bien.

Tamára:
-¿Le han vuelto a entrar ganas de vomitar?

Pablo:
-Han sido unas náuseas pero no ha vomitado.

Luis:
-Yo creo que tiene que ir al médico.

Todos:
-Yo también lo creo.

Pablo:
-Ya se lo he dicho pero es muy cabezona. Bueno, yo venía a daros las buenas noches. Ana ya se quiere acostar y yo me voy a quedar con ella.

Sofía:
-Tranquilo, ya veremos otro día la peli.

Pablo:
-O vemos otra para que terminéis de ver esta. Buenas noches.

Todos:
-Buenas noches.

Volví a la habitación y cerré la puerta. Me acosté al lado de Ana y ví que estaba dormida. La abracé y le di un beso en la frente.

Pablo:
-Buenas noches mi vida.

Ella se acercó más a mí, apoyándose en mi pecho.

Ana (Susurrando):
-Buenas noches mi amor.

Estiré el brazo y apagué la luz en el interruptor que está al lado de la cama. Me quedé dormido enseguida, al lado de la mujer de mi vida y mi futuro hijo, o mi futura hija.

Un paso detrás de ti [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora